Mira lo que me has obligado a hacer
Corremos el peligro de pasar de una democracia basada en consensos trabajosos e imperfectos a una democracia mayoritaria fundamentada en la exageraci¨®n artificial de lo que nos separa
La reforma propuesta por Unidas Podemos y el Partido Socialista para el CGPJ empeora el problema. Como ha escrito Germ¨¢n Teruel, ¡°es inaceptable el bloqueo del PP a la renovaci¨®n de un ¨®rgano constitucional, y es una perversi¨®n el reparto por cuotas al que llevan jugando los principales partidos desde hace a?os¡±. La soluci¨®n politiza m¨¢s la instituci¨®n y es peligrosa para el Estado de derecho.
La reforma se ha defendido con un argumento espurio: mira lo que me han obligado a hacer. Ha recibido cr¨ªticas de expertos, se discute su encaje constitucional y ha generado el reproche de la UE. En contra hay un argumento normativo: es iliberal. Hay otro preventivo: hacer esto facilita que otros lo hagan m¨¢s tarde (Vox ha mostrado que est¨¢ a favor del control del Poder Judicial, siempre y cuando lo ejerzan ellos).
El Gobierno imposta fortaleza a partir de su debilidad: su fragilidad parlamentaria y la dificultad para alcanzar consenso se transforman en golpes de autoridad. Si tuviera una mayor¨ªa m¨¢s amplia, sugiere, no har¨ªa falta cambiar las reglas.
Hay otros casos inquietantes. La fiscal general del Estado era ministra de Justicia. La manera en que se ha presentado la reforma es como poco inelegante. Tambi¨¦n lo es la especulaci¨®n sobre la eliminaci¨®n del delito de sedici¨®n. Esto coincide con intentos de desautorizaci¨®n a los jueces y al sistema legal que a menudo parten de ministros del socio menor del Ejecutivo. UP no cree en la neutralidad de las instituciones y piensa que se deben utilizar contra sus adversarios. La pol¨ªtica espa?ola ofrece numerosos ejemplos de ese uso, pero la innovaci¨®n de UP es que en lo que para otros era un error o una desviaci¨®n para ellos es program¨¢tico. Y la visi¨®n c¨ªnica del populismo es contagiosa.
Son dos efectos parad¨®jicos: las fuerzas centrales se ven atra¨ªdas por sus extremos ideol¨®gicos; la fragmentaci¨®n hace que algunos acuerdos (a veces criticables) del bipartidismo resulten inadecuados, pero iniciativas como esta no buscan la independencia de la justicia ni reconocen el pluralismo. Pretenden someterlo a bloques, incrementando una polarizaci¨®n que, como ha explicado Luis Miller, es mayor entre las ¨¦lites que en los ciudadanos, y m¨¢s intensa en aspectos ideol¨®gicos que en cuestiones concretas. Corremos el peligro de pasar de una democracia basada en consensos trabajosos e imperfectos a una democracia mayoritaria fundamentada en la exageraci¨®n artificial de lo que nos separa. @gascondaniel
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