¡®Viuda negra¡¯ y promiscua para empezar
El peri¨®dico a¨²n cae a veces en viejos t¨®picos sexistas que debe desterrar de sus p¨¢ginas
EL PA?S est¨¢ en la vanguardia de la lucha por la igualdad de g¨¦nero, pero en ocasiones cae en viejos t¨®picos sexistas. Acaba de ocurrir con los juicios contra dos mujeres juzgadas por estar implicadas en las muertes violentas de sus maridos. Ambas han sido identificadas en titulares y textos como la viuda negra de Alicante y la viuda negra de Patraix (Valencia). Con esta ¨²ltima, adem¨¢s, se ha cebado la prensa ¡ªtambi¨¦n este peri¨®dico¡ª, al airear su vida sexual, incluido un pormenorizado listado de amantes.
El diario ha dedicado cuatro informaciones a cada juicio, cifra que a la lectora Cristina Hern¨¢ndez le ha parecido exagerada: ¡°?Cu¨¢ntos juicios hay al a?o de hombres asesinos de sus parejas? ?Por qu¨¦ no tienen esa repercusi¨®n?¡±
No obstante, ha sido el tratamiento dado al juicio de Valencia el que ha levantado alarmas, especialmente la informaci¨®n del pasado domingo titulada El crimen de Patraix: sangre, sexo y mentiras. En ella se citaban con nombre y profesi¨®n a cuatro amantes de la acusada ¡ªya mencionados en otra informaci¨®n del d¨ªa 12¡ª y se a?ad¨ªa que las acusaciones han aireado ante el juez ¡°las relaciones amorosas y sexuales¡± de la mujer, de 26 a?os, ¡°antes, durante y despu¨¦s de su boda¡±.
La autora de los textos justifica la difusi¨®n de tales detalles en que sus informaciones reflejan ¡°testimonios que se han escuchado en las primeras sesiones del juicio y argumentos de las acusaciones y defensas¡±. As¨ª es, pero se trata de datos no relevantes para dilucidar qui¨¦n asesin¨® a su marido, que es lo que se juzga. De hecho, el peri¨®dico ha llegado a dar un salto mortal period¨ªstico sin red cuando ha dicho, sin referencia a fuente alguna y en un indebido condicional, que ¡°la joven se habr¨ªa relacionado supuestamente con otros presos¡± mientras esperaba el juicio en la c¨¢rcel.
El Libro de estilo de EL PA?S dice: ¡°Las informaciones que afecten al honor y la intimidad de las personas solo se publicar¨¢n si se puede acreditar su veracidad, est¨¢n contrastadas y responden al inter¨¦s p¨²blico. No confundir con la curiosidad del p¨²blico¡±. El peri¨®dico se ha dejado llevar por esa ¡°curiosidad del p¨²blico¡±. De hecho, en las informaciones se ha reiterado que el caso es ¡°medi¨¢tico¡±, especialmente ¡°por su m¨®vil pasional¡±.
Jos¨¦ Manuel Romero, subdirector del peri¨®dico, reconoce que se ha difundido ¡°alguna informaci¨®n (del sumario) que no a?ade ning¨²n dato importante para esclarecer lo ocurrido y que solo provoca un inter¨¦s morboso que ser¨ªa innecesario a?adir para una comprensi¨®n correcta de la noticia¡±. Agrega que no se deben ocultar detalles escabrosos si constituyen pruebas para esclarecer sucesos, pero que ¡°el ¨²nico criterio para incorporar esos hechos no puede ser que la polic¨ªa o el juez los han incluido en sus informes¡±.
Los excesos en el sumario y en las cr¨®nicas los denunci¨® Javier Boix, abogado de la acusada, cuando se?al¨® que en la sala se juzga un crimen y que no se puede caer ¡°en la trampa moral-sexual y en los juicios paralelos¡±. La protesta por llamar viuda negra a su defendida se recogi¨® en el peri¨®dico. El ep¨ªteto est¨¢ asociado a un ¡°clich¨¦ de g¨¦nero¡±, asume la firmante de los textos, que lamenta si algunos aspectos publicados ¡°han resultado desafortunados o gratuitos¡±.
En efecto, son esos clich¨¦s los que EL PA?S pretende desterrar. El concepto de viuda negra, afirma Romero, ¡°no puede ser m¨¢s desafortunado¡±. Y concluye: ¡°El s¨ªmil que ha triunfado en las pel¨ªculas y en el periodismo de los casos en que una mujer mata a su pareja con los de la ara?a hembra que se come al macho despu¨¦s del apareamiento es un desprop¨®sito. Un buen ejercicio de periodismo ser¨¢ no utilizar el s¨ªmil nunca m¨¢s¡±.
Pilar ?lvarez, corresponsal de G¨¦nero en el diario, se?ala que el 88% de los detenidos en 2018 por asesinatos fueron hombres y que puede entenderse que la prensa dedique una atenci¨®n especial cuando es una mujer la detenida. ¡°Son noticiables por ins¨®litas, aunque en algunos casos¡±, apunta, ¡°podemos caer en sesgos que tenemos interiorizados y que chocan con la imagen de mujeres cuidadoras o madres¡±. ¡°Por ejemplo¡±, dice, ¡°al poner el foco en cuestiones que no se abordar¨ªan si el acusado fuera un hombre, como los detalles de su vida sexual¡±.
El adulterio, recuerda ?lvarez, fue hasta 1978 un delito definido como ¡°mujer casada que yace con un var¨®n que no sea su marido¡±. Mucho m¨¢s recientemente, los peri¨®dicos calificaban los asesinatos machistas como ¡°cr¨ªmenes pasionales¡±. Suena a prehistoria, pero se trata de un negro cap¨ªtulo al que todav¨ªa no somos capaces de poner punto final.
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