Las reformas estructurales y el Next Generation EU
Regar fondos sin reformar la educaci¨®n ser¨ªa como arrojar semillas a un terreno yermo
Los fondos del programa Next Generation EU son una gran oportunidad para la transformaci¨®n de nuestra econom¨ªa. En primer lugar, porque, dado su volumen, pueden constituir un impulso notable para la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada y digitalizada, y, por tanto, para subirnos al tren de la cuarta revoluci¨®n industrial. Pero tambi¨¦n porque pueden suponer un empuj¨®n para que nuestros gobernantes pongan en marcha, por fin, las reformas estructurales pendientes que necesita nuestra econom¨ªa. Empuj¨®n que proceder¨ªa no solo de la posible condicionalidad de estos fondos, sino tambi¨¦n de la oportunidad que suponen al proveer la financiaci¨®n necesaria para la implementaci¨®n de algunas de estas reformas. Adem¨¢s, ahora son m¨¢s necesarias que nunca, porque sin ellas las inversiones que se realicen no desplegar¨¢n todo su potencial transformador, y porque, dado el peligroso contexto de elevado endeudamiento p¨²blico en el que nos vamos a encontrar, tenemos que transmitir confianza en el futuro y en la capacidad de crecimiento de nuestra econom¨ªa, y eso solo se puede lograr con un programa de reformas ambicioso.
La lista de reformas estructurales que necesita nuestra econom¨ªa es bien conocida, pero no est¨¢ de m¨¢s insistir en ella. En primer lugar, la del sistema fiscal, para dotarlo de racionalidad y coherencia, elevar su capacidad recaudatoria y reducir su efecto distorsionador sobre las decisiones de los agentes econ¨®micos. El problema no procede de que tengamos unos tipos impositivos bajos, sino de un mal dise?o.
Las Administraciones P¨²blicas constituyen otro de los ¨¢mbitos necesitados de una gran reforma, orientada a la b¨²squeda de la eficacia, la eficiencia y la reducci¨®n de costes y de burocracia. Las disfunciones observadas durante la pandemia a la hora de realizar grandes compras urgentes constituyen un ejemplo de las carencias de nuestra Administraci¨®n en cuanto a su capacidad de gesti¨®n. Un funcionamiento eficiente de esta es fundamental para la productividad de la econom¨ªa, y para ello se requiere la introducci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y un sistema de incentivos y rendici¨®n de cuentas en los puestos de direcci¨®n semejante a la empresa privada.
Asimismo, se debe adelgazar considerablemente el volumen de regulaciones de todo tipo, sobre todo auton¨®micas y locales, que obstaculizan la actividad econ¨®mica, y que muchas veces son perfectamente sustituibles por el libre juego de la competencia, del mercado y de la voluntad entre partes contratantes. Dentro de este apartado podemos incluir la creaci¨®n de un aut¨¦ntico mercado ¨²nico nacional, que adem¨¢s de eliminar obst¨¢culos a la actividad econ¨®mica, mejorar¨ªa la competitividad de la econom¨ªa por la v¨ªa del incremento de la competencia interior, al tiempo que favorecer¨ªa el aumento del tama?o empresarial.
Tambi¨¦n se necesita una reforma valiente del mercado laboral. En los ¨²ltimos a?os ha habido propuestas interesantes como la del contrato ¨²nico o la mochila austriaca, aunque esta ¨²ltima parece muy dif¨ªcil de implementar. En cualquier caso, quiz¨¢s no haya que inventar nada nuevo, sino simplemente alinear nuestra regulaci¨®n con la de los pa¨ªses de nuestro entorno. El desarrollo de un aut¨¦ntico sistema de pol¨ªticas activas de empleo es otra necesidad clave.
Si queremos que nuestro sistema productivo suba pelda?os en la escalera tecnol¨®gica, una de las prioridades debe ser atraer inversi¨®n, tanto nacional como extranjera, hacia sectores de mayor contenido tecnol¨®gico. Para ello, el apoyo a proyectos empresariales mediante la aportaci¨®n de recursos del fondo europeo debe acompa?arse de una regulaci¨®n que haga muy atractiva la asunci¨®n de riesgos y la inversi¨®n privada en estos sectores. Tambi¨¦n deber¨ªan replantearse algunas medidas que van justo en la direcci¨®n opuesta, como la subida de las cotizaciones sociales y del IRPF a los salarios altos, ya que constituyen un aumento del coste de la mano de obra cualificada, y, por tanto, un desincentivo a las actividades que hacen uso intensivo de ella. Al igual que la propuesta del Pacto de Toledo de cobrar impuestos a los robots, un disparate que nos condenar¨ªa definitivamente a ser una econom¨ªa de baja productividad y bajo valor a?adido. El sostenimiento del sistema de pensiones, si no queda otro remedio, tendr¨¢ que realizarse por la v¨ªa de la contenci¨®n del gasto, no de sacrificar nuestro futuro.
Pero la gran reforma pendiente, la que en mi opini¨®n debe ser la estrella de todas las reformas, es la educativa. Espa?a tiene unas tasas de fracaso escolar y de abandono temprano de los estudios impropias de un pa¨ªs desarrollado. El 30% de la poblaci¨®n activa entre 25 y 39 a?os tiene un nivel de formaci¨®n inferior a la secundaria completa, el porcentaje m¨¢s alto de toda la UE, cuya media es del 13%. Nuestros j¨®venes se encuentran siempre en los ¨²ltimos puestos en los resultados de los informes PISA. No es exagerado decir que la formaci¨®n es la carencia m¨¢s grave de nuestra econom¨ªa. Nunca mejoraremos nuestra productividad ni reduciremos nuestra dependencia de actividades de bajo valor a?adido con estos mimbres. En definitiva, regar la econom¨ªa con recursos multimillonarios sin realizar<NO>estas grandes reformas ser¨ªa como echar semillas en un terreno yermo. Ser¨ªa una oportunidad hist¨®rica perdida.
Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez es economista s¨¦nior de Funcas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.