Reformas y ruido
El tacticismo complica la deseable armonizaci¨®n de los tributos auton¨®micos
El pacto entre el Gobierno y ERC para los Presupuestos ha desatado una nueva pol¨¦mica a costa de la reforma para armonizar los impuestos auton¨®micos. El Ejecutivo acord¨® con el partido catal¨¢n formar una mesa de di¨¢logo sobre la materia, con el objetivo expl¨ªcito de embridar la pol¨ªtica fiscal de la Comunidad de Madrid, que los cr¨ªticos consideran una competencia desleal. Es un episodio infeliz, ya que una reforma de esa naturaleza no deber¨ªa abordarse en el ¨¢mbito de la negociaci¨®n presupuestaria y mucho menos en una futura mesa entre el Gobierno y un partido. Esa maniobra pol¨ªtica emponzo?a un debate que, en cambio, s¨ª tiene sentido. La intenci¨®n de ordenar los tributos auton¨®micos cuenta con s¨®lidos argumentos a favor. Hay un amplio consenso entre los expertos sobre la necesidad de armonizar los principales impuestos cedidos, como el de patrimonio o el de sucesiones y donaciones, en los que las diferencias entre territorios se han agrandado en los ¨²ltimos a?os. As¨ª lo aconsejan la veintena de especialistas que durante un a?o estuvo analizando la materia y lo apoyan incluso destacados pol¨ªticos del PP.
El objetivo debe ser armonizar, no homogeneizar. Debe mantenerse un grado de autonom¨ªa y competencia, pero eso no impide que haya que velar por que se cumplan los principios de equidad y eficiencia tributaria, y en ese sentido establecer horquillas parece una opci¨®n racional. La fuerte competencia a la baja provoca desequilibrios. Si Madrid, por ejemplo, deja exento el impuesto de patrimonio se produce un movimiento de bases imponibles del resto de autonom¨ªas a la capital, por mero c¨¢lculo fiscal. Una carrera a la baja podr¨ªa provocar la desaparici¨®n del impuesto ¡ªsi su existencia tiene sentido o no es otra discusi¨®n¡ª. Tambi¨¦n se produce un problema de equidad porque provoca que otras econom¨ªas con menos capacidad recauden menos. Es un argumento similar al que esgrime Espa?a en foros internacionales cuando defiende que pa¨ªses como Irlanda o Luxemburgo deben elevar sus impuestos, pues ofrecen ventajas fiscales para atraer a las grandes multinacionales.
?Significa eso que Madrid practica dumping fiscal ¡ªcompetencia desleal a la baja¡ª como alegan sus cr¨ªticos? La propia ministra de Hacienda, una de las primeras en utilizar ese t¨¦rmino durante su ¨¦poca de consejera andaluza, reconoci¨® en una entrevista a EL PA?S que t¨¦cnicamente no se puede sostener esa afirmaci¨®n. Pero s¨ª reproch¨® a la Comunidad beneficiarse del efecto capitalidad. Ese argumento, muy empleado, resulta dudoso. Es evidente que la capitalidad beneficia a la econom¨ªa de esta comunidad, con la sede de las grandes empresas y el coraz¨®n del aparato del Estado, con m¨¢s funcionarios y trabajadores de alta cualificaci¨®n mejor retribuidos. Pero hay dudas de que la Administraci¨®n auton¨®mica disponga de muchos m¨¢s recursos por ese empuje, porque el sistema de financiaci¨®n auton¨®mico es redistributivo. Los que s¨ª tienen una situaci¨®n ventajosa son los territorios forales de Pa¨ªs Vasco y Navarra, que cuentan con un sistema propio, que en su aplicaci¨®n resulta m¨¢s favorable que la situaci¨®n de Madrid, seg¨²n coinciden todos los expertos. Ese sistema est¨¢ recogido en la Constituci¨®n y es un asunto diferente de la reforma armonizadora en cuesti¨®n ¡ªy m¨¢s complicado¡ª. El objetivo de esta ¨²ltima es v¨¢lido. Lo que convendr¨ªa es reducir la vociferaci¨®n para poder sentar las bases de una discusi¨®n racional.
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