¡®Bajorreal¡¯
Esto no es una columna sobre la monarqu¨ªa borb¨®nica, sino sobre el fen¨®meno de dos de los m¨¢s grandes escritores espa?oles del siglo XX: Luis Mart¨ªn-Santos y Juan Benet
Esto no es una columna sobre la monarqu¨ªa borb¨®nica, sino sobre el fen¨®meno de dos de los m¨¢s grandes escritores espa?oles del siglo XX que, en su fase larvaria pero ya haciendo esgrima, comparecen en el libro El amanecer podrido (Galaxia Gutenberg, 2020). Unidos desde su juventud por una a veces re?ida amistad de iguales, Luis Mart¨ªn-Santos, que muri¨® en un accidente en 1964, y Juan Benet, llevado por el c¨¢ncer en 1993, planearon a fines de los a?os 1940, en una pensi¨®n madrile?a, una travesura sublime: escribir al alim¨®n casi 70 cuentos breves en los que su compilador minucioso, Mauricio Jal¨®n, no siempre ve clara la autor¨ªa; es probable que fuese en algunos compartida, a modo de cad¨¢ver exquisito a 4 manos de quien ya era m¨¦dico y quien a¨²n estudiaba en la escuela de Caminos.
En 300 p¨¢ginas asistimos al fascinante espect¨¢culo de la inmadurez del genio afilando armas para el asalto al campo de la novela, m¨¢s all¨¢ de sus (exigentes) ocupaciones en la psiquiatr¨ªa y la ingenier¨ªa. El libro, completado con otros materiales de inter¨¦s, lleva el t¨ªtulo que le hab¨ªan puesto al proyecto com¨²n nunca editado, y en el que, siguiendo el esp¨ªritu de su erudici¨®n impertinente, se rescata aqu¨ª el esbozo de una medio-jocosa corriente literaria que llamaron bajorrealismo.
Sabemos lo que ambos hicieron en la literatura de lengua castellana, en el caso de LMS con la tr¨¢gica brevedad de su obra. Hay piezas memorables de Benet, como Mientras el Ebro sonr¨ªe, V¨¦rtigo de la ciudad en noviembre o El matrimonio, que ocupa dos l¨ªneas, y, siendo m¨¢s numerosos, excelentes cuentos de LMS, Delicatessen, Amor, Nadia, donde brilla el buen lector de Kafka. El bajorrealismo del t¨¢ndem no prosper¨® como tal: ambos tomaron caminos opuestos, Mart¨ªn-Santos bajo la advocaci¨®n de Joyce y Sartre, Benet escrutando a Faulkner y Proust. De los dos han quedado obras maestras. Estas piezas son su primer aliento.
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