Ant¨ªgena
A la vista de los comentarios del general retirado que higienizar¨ªa el pa¨ªs fusilando a veintis¨¦is millones de espa?oles y de espa?ol¨ªsimas como yo, esta columna bien podr¨ªa titularse ¡®Ant¨ªgona¡¯
El otro d¨ªa me hice una prueba de ant¨ªgenos por v¨ªa nasofar¨ªngea para poder alojarme en un hotel de Tenerife: el avi¨®n pod¨ªa estar atestado de personas con covid. Sin embargo, lo que hoy me preocupa tiene que ver con ese ¡°talante¡± que a Rodr¨ªguez Zapatero le trajo tantos disgustos. Me realic¨¦ la prueba en una cl¨ªnica privada de un barrio rico de Madrid y me cobraron ¡°solo¡± 25 euros. Quiz¨¢ la oferta responda a la obsesi¨®n de los se?ores de la casa por mantener libres de infecciones a las chicas del servicio. En mi fantas¨ªa dist¨®pica, estas mujeres son obligadas a someterse a pruebas semanalmente, diariamente, dos veces al d¨ªa. Tal vez ten¨ªa estos pensamientos porque a mi lado hab¨ªa un se?or ¡ªde la casa, sin duda¡ªcon una bandera de Espa?a que le tapaba nariz y boca. No era una mascarilla con banderita: era una bandera confeccionada como mascarilla higi¨¦nica. ¡°?Marta Sanz? ?Pase!¡±. La enfermera me meti¨® el palillo por las fosas nasales y me explic¨® lo que iba a sentir con tal acierto ling¨¹¨ªstico que nada me sorprendi¨® ni me hizo da?o: ¡°Sentir¨¢ un cosquilleo, ganas de estornudar que no se resolver¨¢n en estornudo y se convertir¨¢n en una presi¨®n bajo el ojo. Quiz¨¢ lagrimee. La prueba es molesta, pero no dolorosa¡±. Al salir le cuento mi experiencia ant¨ªgena al se?or: ¡°La prueba es molesta, pero no dolorosa¡±. Sospecho que estar¨¢ nervioso y me compadezco. Me sonr¨ªo por mi disposici¨®n al di¨¢logo y a la empat¨ªa en el dolorcillo. Marcia Tiburi dir¨ªa que aprendo a conversar con un fascista y cumplo con mi deber. Soy un ser humano. Pero fue obvio que el tipo no quer¨ªa hablar conmigo. Se cambi¨® de sala. Ciertos caballeros no quieren conversar con damas como yo por mucho que las damas nos empe?emos en confiar en la palabra, la empat¨ªa y los poderes racionales de la argumentaci¨®n.
Esta columna se titula Ant¨ªgena, pero en vista de los comentarios del general retirado que higienizar¨ªa el pa¨ªs fusilando a veintis¨¦is millones de espa?oles y de espa?ol¨ªsimas como yo ¡ª¡±hijos de puta¡± nos llama desoyendo cualquier recomendaci¨®n del lenguaje inclusivo¡ª; en vista de la carta de los 73 antiguos mandos del Ej¨¦rcito en la que advierten al rey de la amenaza socialcomunista y filoetarra; y de las siempre atinadas declaraciones de D¨ªaz Ayuso ¡ª ¡°Habr¨¢ pelea para ser espa?ol en Espa?a¡±¡ª, bien podr¨ªa titularse Ant¨ªgona: el discurso del odio, adem¨¢s de intolerancia y represi¨®n, deviene en ejemplarizantes cad¨¢veres sin enterrar o fosas sin nombres cuyos ni?os perdidos y mujeres muertas son localizados, desenterrados, identificados y reivindicados socialmente, rehabilitados en la historia, por personas de buena voluntad que saben que verdad, justicia y reparaci¨®n no son consignas vengativas, sino requisitos de calidad democr¨¢tica: ¡°Ahora, quedamos atentas. Llegan, con aires de libertad y sonrisa blanqueada por el l¨¢ser, los v¨¢stagos de nuestros embalsamadores. Sonr¨ªen en la foto, ocupan un esca?o en el Parlamento, apelan a nuestra descendencia, se dicen salvadores de la patria¡¡± Es un spoiler ¡ªdestripamiento¡ª de peque?as mujeres rojas. Esto no es un chiste de soldaditos del pim pam pum ni una simp¨¢tica chochez de fascistas nost¨¢lgicos. Esta gente tiene pistola y Vox dice ¡°Son de los nuestros¡±, mientras otros militares son expulsados del Ej¨¦rcito por firmar manifiestos que acaban con ¡°?Salud y Rep¨²blica!¡±. La Jefatura del Estado, el Ministerio de Defensa ¡ªya ha movido ficha¡ª y quienes aspiren a merecer el apelativo de dem¨®cratas deber¨ªan tomar cartas en el asunto. Para otras conspiraciones se act¨²a con enorme diligencia. Quedo en espera ¡ªno telef¨®nica¡ª: las momias han resucitado y no sirve de nada taparse los ojos.
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