El otro mundo

Sentado en el beato sill¨®n que da t¨ªtulo a su famoso poema, Jorge Guill¨¦n era optimista: ¡°El mundo est¨¢ bien hecho¡±. Esa declaraci¨®n en verso, que despu¨¦s de la Guerra Civil tuvo un eco pol¨ªtico en dos poetas de opuesta ideolog¨ªa, Garc¨ªa Nieto y Cr¨¦mer, responde a un tiempo y a un car¨¢cter; al cabo de pocos a?os de escribir Beato sill¨®n el gran autor de C¨¢ntico sal¨ªa con su familia al exilio, donde pas¨® m¨¢s de tres d¨¦cadas.

Se acaba el peor a?o de nuestras vidas, y las fechas favorecen las remembranzas, los recuentos, los recelos y, con prudencia, las esperanzas. Trump ha perdido, la lucha clim¨¢tica gana defensores, las vacunas se inyectan, el Brexit quiz¨¢ le cueste a Boris Johnson m¨¢s de lo que pensaba, Hungr¨ªa y Polonia tendr¨¢n que repetir curso en la escuela de la democracia, y Francia pone coto a un separatismo fan¨¢tico que tambi¨¦n conocemos en Espa?a. Siempre he cre¨ªdo que Francia es el laboratorio social de nuestro futuro, aunque no todo lo bueno se cuece all¨ª, ni el Oriente produce ¨²nicamente amenazas. Es casi seguro que el mundo est¨¢ peor hecho de lo que Guill¨¦n sosten¨ªa, pero tiene remedio. Y ahora que se habla tanto de reyes, me acord¨¦ de un pesimista de buen humor, el autor de El rey Lear, que pone en boca de uno de los perjudicados de esa tragedia, el joven conde Edgar, hijo y heredero repudiado, estas palabras: ¡°El cambio deplorable es desde lo mejor; / desde lo peor se pasa al j¨²bilo¡±.

El mismo d¨ªa en que hubo noticias de Abu Dabi le¨ª en estas p¨¢ginas a Najat el Hachmi, una mujer de origen norteafricano que escribe, estupendamente, en catal¨¢n y espa?ol. Su valiente art¨ªculo desafiaba el socorrido argumento de que el color o la exclusi¨®n exculpan la violencia. Hay males en el mundo, en lo alto y abajo, que hieren a la humanidad.