Cinco hurras para 2021
El cambio en Estados Unidos, la llegada de las vacunas, el avance de la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la reconsideraci¨®n del papel del Estado y de la hiperglobalizaci¨®n sin regular son motivos de optimismo
Este a?o estamos pagando las consecuencias de muchos errores. La pandemia de la covid-19 no fue un rayo azaroso que surgi¨® de la nada, sino m¨¢s bien un desastre ¡°natural¡± provocado por el hombre, reflejo de nuestros malos h¨¢bitos y de nuestras pr¨¢cticas peligrosas y, por cierto, letales.
Despu¨¦s de todo, la transmisi¨®n del coronavirus de murci¨¦lagos a seres humanos fue producto de una urbanizaci¨®n masiva y una usurpaci¨®n destructiva de los h¨¢bitats naturales, y su r¨¢pida propagaci¨®n fue resultado de la excesiva industrializaci¨®n, del comercio fren¨¦tico y de los h¨¢bitos de viaje contempor¨¢neos. De la misma manera, la incapacidad del mundo para aunar esfuerzos para contener la crisis refleja hasta qu¨¦ punto la capacidad de gobernanza est¨¢ rezagada detr¨¢s de la hiperglobalizaci¨®n.
Muchas de estas deficiencias eran evidentes antes de que el virus atacara: la gente en muchos pa¨ªses apoyaba a l¨ªderes nacionalistas y populistas que promet¨ªan una acci¨®n decisiva en un mundo que parec¨ªa fuera de control. Pero si bien este ha sido un a?o dif¨ªcil, hay por lo menos cinco razones para alegrarse por 2021.
La primera raz¨®n y la m¨¢s obvia es la derrota del presidente norteamericano, Donald Trump. Es un alivio poder despertarse por la ma?ana sin preocuparse por lo que la persona m¨¢s poderosa del mundo dijo en Twitter mientras uno estaba durmiendo. Estados Unidos pronto volver¨¢ a estar en manos capaces. Adem¨¢s de lograr que Estados Unidos sea m¨¢s predecible y responsable, la victoria del presidente electo, Joe Biden, tiene implicaciones importantes para las democracias en todo el mundo.
Los propios trumpianos de Europa ¡ªel primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, y el viceprimer ministro y gobernante de facto de Polonia, Jaroslaw Kaczynski¡ª se han quedado hu¨¦rfanos despu¨¦s de la muerte pol¨ªtica de Trump. Ahora que los europeos aguardan sus propias elecciones ¡ªen Holanda y Alemania en 2021 y en Francia en 2022¡ª, los partidos populistas ya no tendr¨¢n tantos argumentos para decir que est¨¢n canalizando el curso de la historia. En el Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson ¡ªuna veleta pol¨ªtica consumada¡ª, ya est¨¢ virando con los nuevos vientos pol¨ªticos. Luego de la derrota de Trump, finalmente despidi¨® a su gur¨² populista pro-Brexit Dominic Cummings, y dio a entender que dise?ar¨ªa una nueva identidad para el mundo pos-Trump.
La segunda raz¨®n para alegrarse es que las vacunas contra la covid-19 ya est¨¢n en camino. Esto permitir¨¢ un retorno gradual a la normalidad, y la manera en que se desarrollaron deber¨ªan reafirmar nuestro apoyo a la cooperaci¨®n internacional. Fue inspirador ver salir la primera vacuna de BioNTech, una compa?¨ªa financiada por la Uni¨®n Europea y liderada por dos cient¨ªficos alemanes de ascendencia turca. Dadas las preocupaciones justificadas sobre el ¡°nacionalismo de la vacuna¡±, es importante que la gente haya visto que el internacionalismo, y no el provincianismo, es el camino para salir de esta y otras crisis globales.
Eso me lleva a la tercera raz¨®n para ser optimistas: noticias alentadoras en el frente clim¨¢tico. Como muchos analistas han observado, el cambio clim¨¢tico podr¨ªa conducir a una crisis a¨²n mayor que la covid-19. Pero luego de una enorme ca¨ªda del 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero este a?o, por lo menos sabemos que es posible. Y ahora que los Gobiernos han demostrado ser capaces de gastar lo que haga falta en una emergencia, enfrentar¨¢n una creciente presi¨®n para invertir en las tecnolog¨ªas necesarias para una r¨¢pida transici¨®n a la energ¨ªa limpia.
La cuarta causa para alegrarse es el retorno de la fe en el Gobierno. La covid-19 nos ha recordado a todos lo valiosa que puede ser una Administraci¨®n p¨²blica competente. Tambi¨¦n ha hecho que se le prestara una renovada atenci¨®n a la necesidad de redistribuci¨®n. Despu¨¦s de la crisis financiera de 2008, muchos esperaban que la ortodoxia neoliberal prevaleciente diera lugar a una democracia social y a un mayor control pol¨ªtico de la econom¨ªa. Por el contrario, tuvimos rescates bancarios y otros ejemplos notorios de ¡°socialismo para los ricos y capitalismo para los pobres¡±.
Despu¨¦s de una d¨¦cada de dolorosa austeridad y de la agitaci¨®n pol¨ªtica que caus¨®, los Gobiernos finalmente est¨¢n asumiendo m¨¢s responsabilidad por el bienestar p¨²blico. Muchos partidos tradicionales, entre ellos los dem¨®cratas en Estados Unidos, quieren que se apliquen pol¨ªticas que respalden a los trabajadores y a la clase media, brindando esperanzas de que finalmente se corregir¨¢ la desigualdad estructural, que deja a muchos con la sensaci¨®n de ¡°ser excluidos¡± (y as¨ª expuestos a las apelaciones populistas).
Eso nos lleva a la ¨²ltima raz¨®n para alegrarse. La pandemia ha dado lugar a una reconsideraci¨®n del sistema global. En lugar de la hiperglobalizaci¨®n desregulada, muchas potencias l¨ªderes est¨¢n buscando maneras de reconciliar el apetito por productos baratos, tecnolog¨ªas avanzadas y otros beneficios del comercio con un mayor control de los asuntos dom¨¦sticos. Ya sea que se hable de ¡°desacople¡± en Estados Unidos, de ¡°circulaci¨®n dual¡± en China o de ¡°autonom¨ªa estrat¨¦gica¡± en Europa, los debates sobre pol¨ªticas tan demorados hoy est¨¢n en marcha.
Aqu¨ª, encuentro la conversaci¨®n europea particularmente alentadora, ya que est¨¢ centrada en canalizar el deseo de un mayor control de maneras que impidan un nacionalismo contraproducente. La b¨²squeda de soberan¨ªa de la UE abarca por lo menos cinco ¨¢reas (cuestiones econ¨®micas y financieras, salud p¨²blica, digitalizaci¨®n, pol¨ªtica clim¨¢tica y seguridad) y los europeos vienen haciendo un buen progreso en todas ellas. La creaci¨®n de un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros (921.000 millones de d¨®lares) demuestra que pa¨ªses como Alemania est¨¢n dispuestos a cruzar sus tradicionales l¨ªneas rojas en pos de la solidaridad.
Por supuesto, es demasiado pronto para cantar victoria en cualquiera de nuestras batallas actuales. Biden se esforzar¨¢ por gobernar un pa¨ªs polarizado frente a la resistencia republicana. Entregar vacunas a todo el mundo ser¨¢ un gigantesco desaf¨ªo log¨ªstico. Las grandes potencias en competencia podr¨ªan desbaratar la agenda clim¨¢tica en el periodo previo a la cumbre clim¨¢tica de COP26 en Glasgow en noviembre. La amenaza de recesi¨®n y de nuevas crisis de deuda podr¨ªa exacerbar la desigualdad, augurando un retorno a una pol¨ªtica m¨¢s t¨®xica. La reanimaci¨®n del sue?o europeo depender¨¢ del resultado de elecciones nacionales sumamente re?idas.
Pero en tanto avanza 2021, las cosas parecen mucho mejores que hace apenas unos meses. Ahora tenemos por lo menos cinco razones para celebrar el A?o Nuevo.
Mark Leonard es director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
? Project Syndicate, 2020
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