El final de la escapada de Orb¨¢n
El primer ministro h¨²ngaro, apoyado solo por Polonia, fracasa en su ¨²ltimo desaf¨ªo a la UE y afronta ahora la posible expulsi¨®n de su partido del Grupo Popular Europeo
Viktor Orb¨¢n, el primer ministro h¨²ngaro que durante a?os ha desafiado el modelo de la Uni¨®n Europea con una deriva autoritaria aparentemente imparable, avanza ahora hacia el callej¨®n sin salida que ¨¦l mismo se ha construido. El l¨ªder de Fidesz termina 2020 acorralado por sus socios comunitarios, que han aprobado muy a su pesar un nuevo reglamento sobre el control del Estado de derecho; amenazado por el zarpazo de la pandemia y la crisis econ¨®mica; enfrentado a una oposici¨®n interna cada vez m¨¢s organizada, y sin aliados claros a nivel internacional (tras la derrota de DonaldTrump) ni en su entorno m¨¢s cercano m¨¢s all¨¢ del apoyo titubeante de Polonia. Su exitoso partido, Fidesz, se expone ahora adem¨¢s a ser expulsado del grupo Popular en el Parlamento Europeo, la familia pol¨ªtica que le daba a Orb¨¢n un cierto barniz de respetabilidad.
El Grupo Popular Europeo (PPE) analizar¨¢ esta semana la posible exclusi¨®n de los 12 eurodiputados de Fidesz, una decisi¨®n que marcar¨ªa el inicio del ostracismo pol¨ªtico para una formaci¨®n que ahora se codea con la CDU de Angela Merkel o el PP de Pablo Casado. El partido de Orb¨¢n ha intentado evitar la ruptura mediante la creaci¨®n de un grupo paralelo propio que seguir¨ªa adosado a las siglas del PPE. Pero la propuesta ha sido rechazada por el grupo conservador, liderado por el eurodiputado alem¨¢n, Manfred Weber.
Fuentes populares indican que la ruptura parlamentaria con Orb¨¢n podr¨ªa aplazarse a principios de 2021 si esta semana que viene no se adopta la decisi¨®n. Pero apuntan que la cuenta atr¨¢s hacia el aislamiento de Orb¨¢n ha comenzado y solo falta que la principal referencia del PPE, la canciller alemana Angela Merkel, gire el pulgar hacia abajo para que la expulsi¨®n se ejecute.
El l¨ªder h¨²ngaro parece haber agotado la paciencia de propios y extra?os con su estrategia de vilipendiar a la UE para alentar el voto nacionalista mientras se beneficia de las multimillonarias ayudas comunitarias (m¨¢s de 35.000 millones de euros asignados entre 2014 y 2020). Al mismo tiempo, ha buscado acuerdos ventajosos con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin. Orb¨¢n ha manejado con gran habilidad su triple baraja. Fuentes comunitarias reconocen que Budapest ha sabido explotar los m¨¢rgenes de la normativa europea y dar un paso atr¨¢s cuando el choque con Bruselas era demasiado peligroso. ¡°La consecuencia es que la erosi¨®n del Estado de derecho ha sido progresiva y poco perceptible en los primeros a?os, pero muy peligrosa despu¨¦s de una d¨¦cada¡±, apunta una fuente diplom¨¢tica.
Orb¨¢n lleg¨® al poder en 2010, en una Hungr¨ªa golpeada duramente por la crisis econ¨®mica y una ¨¦lite pol¨ªtica enfangada en la corrupci¨®n. El l¨ªder ultraconservador apel¨® a los sentimientos nacionalistas de un pueblo traumatizado desde el final de la Primera Guerra Mundial, cuando perdi¨® dos tercios de su territorio. ¡°?l sane¨® la banca, liberaliz¨® la econom¨ªa, dio seguridad a los ciudadanos¡±, explica Igor Janke, autor de la biograf¨ªa La historia del primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n. ¡°A los pa¨ªses de Europa occidental todav¨ªa les cuesta entender a sus vecinos del centro y oriente del Viejo Continente. Orb¨¢n ha aprovechado esas diferencias para hacerse fuerte. Guste o no, es uno de los grandes pol¨ªticos de la UE¡±, a?ade.
Las victorias electorales y la tolerancia del PPE, en particular de las delegaciones alemana y espa?ola, le daban adem¨¢s la coartada ideal para erigirse en la voz de una Europa Central y del Este que, por razones hist¨®ricas y sociales, a veces se siente poco escuchada en Bruselas. Pero los recientes patinazos de Orb¨¢n marcan un punto de inflexi¨®n en su deslumbrante carrera de ¨¦xitos en las urnas.
En la cumbre europea de los pasados jueves y viernes tuvo que retirar el veto a los presupuestos comunitarios que hab¨ªa planteado, con el renqueante apoyo de Polonia, para intentar frustrar, sin ¨¦xito, el reglamento de vigilancia sobre la calidad del Estado de derecho y su impacto en los recursos financieros de la UE. El l¨ªder de su partido en el Parlamento Europeo afronta la expulsi¨®n del Grupo Popular Europeo tras haber comparado al alem¨¢n Manfred Weber con la Gestapo. Y hasta el fiasco de una org¨ªa que se salt¨® las normas de aislamiento y confinamiento en Bruselas le ha salpicado porque uno de los participantes era el eurodiputado h¨²ngaro Josef Sz¨¢jer, fundador de Fidesz junto a Orb¨¢n y uno de los ide¨®logos de cabecera del l¨ªder h¨²ngaro.
Cambios en Budapest
Durante los dos d¨ªas que ha durado el Consejo Europeo en Bruselas, la estatua de la libertad de Budapest, uno de los s¨ªmbolos de la ciudad, se ilumin¨® con el color azul Europa, el mismo que ti?e la bandera de la UE. Con este gesto, el alcalde de la capital h¨²ngara, Gergely Kar¨¢csony, quer¨ªa demostrar al mundo que hay otra Hungr¨ªa cosmopolita, solidaria, contraria a la doctrina ultraconservadora del Gobierno central.
Kar¨¢csony, un ecologista de izquierdas, arrebat¨® en 2019 la alcald¨ªa de Budapest al candidato del partido en el poder, lo que supuso la primera derrota del todopoderoso Fidesz. La fr¨¢gil oposici¨®n se uni¨® contra Orb¨¢n y consigui¨® hacerse con el control de las principales ciudades del pa¨ªs centroeuropeo. Al m¨¢s puro estilo aut¨®crata, el l¨ªder de Fidesz ha presentado una modificaci¨®n de la ley electoral que impide la cooperaci¨®n entre diferentes partidos pol¨ªticos para atrincherarse as¨ª en el poder.
Esta ¨²ltima reforma se aprobar¨¢ sin problemas gracias a los dos tercios que ocupa su partido en el Congreso y que le han permitido moldear este pa¨ªs de apenas 10 millones de habitantes hasta convertirlo en una democracia debilitada y alejada de los valores de la UE.
Orb¨¢n, la principal voz de Visegrado
En la ¨²ltima d¨¦cada, el primer ministro h¨²ngaro se ha convertido, adem¨¢s, en la voz indiscutible del club de Visegrado (Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia). ¡°Estas democracias son inmaduras a¨²n, a los ciudadanos les cuesta confiar en las instituciones. Aunque hay una mayor¨ªa europe¨ªsta, ha calado el discurso populista¡±, sostiene el analista italo-h¨²ngaro Stefano Bottoni. La alianza regional, con Orb¨¢n al frente, abort¨® el plan migratorio de la UE en la crisis de refugiados de 2015, para dolor de cabeza de la UE.
Pero el h¨²ngaro tambi¨¦n est¨¢ perdiendo predicamento en Visegrado. Ni Rep¨²blica Checa ni Eslovaquia se sumaron al veto de los presupuestos de la UE. Entre otras cosas, tal vez, porque hab¨ªa mucho dinero en juego. La segunda ola de coronavirus se ha cebado con la regi¨®n y se necesita un impulso econ¨®mico. Solo Polonia se alist¨® en la cruzada. ¡°Pero la posici¨®n de Morawiecki [primer ministro polaco] es mucho m¨¢s delicada que la de Orb¨¢n. En Varsovia hay un gobierno de coalici¨®n que lleva varios meses en crisis, y se necesita el dinero¡±, explica el periodista polaco Lukasz Warzecha.
Este oto?o, el partido Ley y Justicia (PiS) ha ca¨ªdo por primera vez en las encuestas tras conocerse el fallo del Tribunal Constitucional que ilegaliza casi completamente el aborto en el pa¨ªs. Cientos de miles polacos se han manifestado como nunca contra el Gobierno por lo que consideran un continuo desgaste de sus derechos y libertades.
La sola idea de condicionar los fondos comunitarios al cumplimiento del Estado de Derecho produce urticaria en estos gobernantes. ¡°A Orb¨¢n le preocupa la condicionalidad de los fondos por el uso fraudulento que durante a?os ha hecho de ellos en Hungr¨ªa. A Polonia esa condicionalidad le impide completar su reforma judicial, moldeada para beneficiar al partido en el poder¡±, dice la analista h¨²ngara Edit Zgut.
Al final, ambos Gobiernos han aceptado esa condicionalidad, con alg¨²n matiz que han vendido como una gran victoria. Aun as¨ª, la deriva autoritaria sigue adelante. En Varsovia, la petrolera estatal PKN Orlen ha anunciado esta semana la compra del grupo medi¨¢tico Polska-Press, que aglutina una veintena de cabeceras regionales polacas, un centenar de revistas locales y m¨¢s de 500 sitios web, a una empresa alemana. Esta adquisici¨®n afianza el control gubernamental de los medios de comunicaci¨®n en Polonia, tal y como hizo Orb¨¢n en Hungr¨ªa. Contin¨²a as¨ª el desaf¨ªo a Bruselas.
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