La democracia polaca, en el punto de mira
El Gobierno intenta estrangular a la prensa independiente con las t¨¢cticas de Putin y Orb¨¢n
Nunca antes hab¨ªa ocurrido algo as¨ª en Polonia. El 10 de febrero los diarios y revistas suspendieron sus publicaciones, se apagaron los sitios web y docenas de estaciones de radio y televisi¨®n dejaron de transmitir. Treinta a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la abolici¨®n de la censura y el colapso de la URSS, la sociedad civil polaca vuelve a defender la democracia que tanto le cost¨® conseguir frente a un...
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Nunca antes hab¨ªa ocurrido algo as¨ª en Polonia. El 10 de febrero los diarios y revistas suspendieron sus publicaciones, se apagaron los sitios web y docenas de estaciones de radio y televisi¨®n dejaron de transmitir. Treinta a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la abolici¨®n de la censura y el colapso de la URSS, la sociedad civil polaca vuelve a defender la democracia que tanto le cost¨® conseguir frente a un Estado decidido a quit¨¢rsela.
Las pol¨ªticas contra las que protestan los medios polacos independientes los dejaron tan vulnerables como sus contrapartes en Rusia y Hungr¨ªa. De hecho, como admiti¨® p¨²blicamente el viceprimer ministro Jaroslaw Kaczynski, gobernante de facto de Polonia, este r¨¦gimen se basa en el de Hungr¨ªa bajo el mando de Viktor Orb¨¢n. Entonces, para entender la protesta silenciosa de los medios polacos vale la pena recordar la experiencia h¨²ngara.
Despu¨¦s de su regreso al poder en 2010 Orb¨¢n, decidido a consolidar lo que llam¨® una ¡°democracia iliberal¡±, se bas¨® en las t¨¢cticas ¡°salami¡± inventadas por M¨¢ty¨¢s R¨¢kosi (a quien llamaban el Stalin h¨²ngaro) para establecer el Gobierno comunista despu¨¦s de la II Guerra Mundial. En la lucha contra el ¡°enemigo de clases¡±, los comunistas diezmaron met¨®dicamente a las instituciones libres, rebanada a rebanada, hasta que no qued¨® m¨¢s que la c¨¢scara. Orb¨¢n adapt¨® esas t¨¢cticas para el siglo XXI y Kaczynski lo sigui¨®.
La primera rebanada, tanto en el pasado como en la actualidad, fueron los medios p¨²blicos, que se convirtieron en el micr¨®fono del partido Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) de Kaczynski. Los medios de noticias oficiales polacos ahora hacen proselitismo con un flujo continuo de mentiras y difamaciones que recuerdan a maestros de la propaganda como Joseph Goebbels y Andrei Zhdanov. El Tribunal Constitucional, la oficina del fiscal y las instituciones culturales fueron los siguientes en ser politizados y subordinados al partido gobernante. Paso a paso, transformaron un Estado democr¨¢tico regido por la ley en un autoritario pueblo Potemkin.
Siguiendo el ejemplo del presidente ruso Vlad¨ªmir Putin y de Orb¨¢n, al PiS ya no le alcanza con el control de los medios p¨²blicos y la lealtad de los sitios web y peri¨®dicos progubernamentales, y est¨¢ redirigiendo su atenci¨®n a estrangular los medios de noticias independientes. Falsificar la historia y ocultar los esc¨¢ndalos de la corrupci¨®n no es suficiente. La cadena de juicios contra sus cr¨ªticos no alcanza. Todos los medios que no est¨¢n bajo el control del r¨¦gimen del PiS y no sirven a sus intereses deben ser destruidos.
Con este tel¨®n de fondo, el impuesto a la publicidad planeado por el r¨¦gimen, que dispar¨® las protestas actuales, es simplemente otra rebanada del salami. El impuesto no es solo una carga financiera pesada y discriminatoria, sino tambi¨¦n un arma para acallar la cr¨ªtica y la libertad de expresi¨®n. La supervivencia de la mayor¨ªa de los medios de noticias independientes depende de sus ingresos por publicidad, que ya se desplomaron en una econom¨ªa devastada por la pandemia. Quitarles a¨²n m¨¢s recursos a los medios los obligar¨¢ a despedir periodistas y a reducir sus presupuestos para las tareas centrales: controlar la veracidad de las declaraciones del Gobierno y llevar a cabo investigaciones sobre las fechor¨ªas oficiales. Para colmo de males, los ingresos de la publicidad ser¨¢n transferidos a los medios progubernamentales.
El Gobierno afirma que el impuesto se aplica principalmente a los gigantes tecnol¨®gicos estadounidenses, que no tributan por su facturaci¨®n en Europa, pero eso es una clara mentira. El Gobierno del PiS, completamente servil al expresidente estadounidense Donald Trump, en realidad se neg¨® a gravar a los magnates de Silicon Valley. Por otra parte, la recaudaci¨®n de un impuesto de ese tipo debiera contar con la aprobaci¨®n de muchos pa¨ªses, especialmente los de la Uni¨®n Europea. Polonia no tiene posibilidades de ser eficaz contra los gigantes tecnol¨®gicos estadounidenses sin la UE, de la que el gobierno del PiS se ha alejado.
El ataque del r¨¦gimen del PiS al sustento econ¨®mico de los medios libres es un ataque contra la democracia no menos grave que la invasi¨®n del 6 de enero al Capitolio de EE UU por los partidarios de Trump. Detr¨¢s de ambos hay mentiras, una ret¨®rica violenta y la perversi¨®n de la pol¨ªtica y la vida p¨²blica. El PiS tambi¨¦n ha demostrado su desprecio por el Estado del derecho y los derechos humanos, ni que hablar de los medios independientes. Lo evidencian una pl¨¦tora de esc¨¢ndalos gubernamentales, la corrupci¨®n generalizada (incluso en la lucha contra la pandemia), la transformaci¨®n de los planes de estudio escolares en un kitsch nacionalista, y el uso de la polic¨ªa como herramienta y guardaespaldas del r¨¦gimen del PiS.
En la base de esas pol¨ªticas ¡ªdonde quiera que se las adopte¡ª no solo hay miedo a la libertad y la verdad, sino tambi¨¦n el deseo de infundir ese miedo a nuestras sociedades. Todos los tribunales polacos deben estar tan controlados como los de Mosc¨², que pueden juzgar, declarar culpables y sentenciar a los oponentes del Kremlin en tiempo r¨¦cord, como lo demostr¨® el reciente caso de Alex¨¦i Navalni. Se supone que todos los medios polacos deben hablar con una ¨²nica voz, como los que alaban a Putin o a Orb¨¢n.
Uno de mis colegas, perspicaz observador de la pol¨ªtica contempor¨¢nea, me coment¨®: ¡°Como analista te dir¨¦ que ellos, los enemigos de la libertad, podr¨ªan ganar. Como ciudadano, te pido que me prometas que har¨¢s todo lo necesario para evitar que eso ocurra¡±.
Le respond¨ª: te lo prometo.
Adam Michnik es director de Gazeta Wyborcza.
Traducci¨®n de Ant-Translation. ? Project Syndicate, 2021.