Objeciones feministas al actual proyecto de Ley de libertades sexuales
Resulta indefendible la introducci¨®n en el C¨®digo Penal de delitos sexuales que quedan establecidos volviendo inv¨¢lido e irrelevante el consentimiento de las mujeres
Quienes firmamos estas l¨ªneas consideramos que dentro de los feminismos existe una rica y poderosa genealog¨ªa de luchas por la emancipaci¨®n que es hoy especialmente importante para hacer frente tanto a la desposesi¨®n y precarizaci¨®n generalizada que produce el capitalismo financiero global como a los proyectos reaccionarios que amenazan con recortar nuestros derechos y libertades. Necesitamos hoy un feminismo que apueste por pol¨ªticas transformadoras fuera del abuso del c¨®digo penal que caracteriza a la pol¨ªtica conservadora, comprometido con ampliar nuestros m¨¢rgenes de autonom¨ªa y libertad y que defienda los derechos de las mujeres m¨¢s precarias y vulnerables.
Por ello, consideramos urgente y necesario destacar los problemas que en este sentido supone la aprobaci¨®n del Anteproyecto de Ley Org¨¢nica de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual tal y como ha sido propuesto por el actual Gobierno de coalici¨®n. Encontramos en ¨¦l una preocupante apuesta por el punitivismo, detectamos una deriva puritana que no hace m¨¢s que reforzar los argumentos patriarcales de la sacralidad del sexo de las mujeres e identificamos medidas que van a suponer aun mayores obst¨¢culos y dificultades para mujeres que ya sobreviven en condiciones de alta precariedad, como es el caso de las trabajadoras sexuales.
Este proyecto de ley es punitivo al suponer una ampliaci¨®n de las conductas que pueden ser consideradas delitos, como es el caso del acoso sexual callejero, la tercer¨ªa locativa y una nueva definici¨®n de proxenetismo no coactivo. Nos parece que un feminismo emancipador debe ser cr¨ªtico con las formas tradicionales de ejercer el poder y con el endurecimiento de un sistema penal que siempre recae con m¨¢s intensidad sobre las poblaciones m¨¢s vulnerables. En cuanto a las formas de comportamiento sexista m¨¢s leves que las mujeres pueden vivir ¡ªtanto en la calle como en otros espacios¡ª, creemos que el feminismo est¨¢ hoy en d¨ªa capacitado para combatir el machismo a trav¨¦s de la educaci¨®n, la pedagog¨ªa y la disputa cultural de los sentidos comunes, pero nunca colaborando en la construcci¨®n de un sentido com¨²n punitivo que solo puede acabar siendo funcional al avance de las derechas.
El abordaje penal de las violencias de g¨¦nero no se ha demostrado eficaz como estrategia de prevenci¨®n del delito y no ha dado resultados significativos respecto a la disminuci¨®n de los ¨ªndices de violencia. Creemos que el feminismo tiene que apostar m¨¢s por la transformaci¨®n de las conductas que por la sanci¨®n y el castigo. Si algo sigue estando pendiente en las pol¨ªticas p¨²blicas feministas es la puesta en marcha de pol¨ªticas basadas en el fortalecimiento de la capacidad de agencia y de decisi¨®n de las mujeres. Esperamos por parte de un gobierno progresista la apuesta tanto por un derecho penal m¨ªnimo como por pol¨ªticas decididas contra la pobreza, la precariedad y la falta de independencia econ¨®mica de las mujeres. En este sentido nos parece preocupante la propuesta de un reforzamiento penal que no est¨¢ basada en la eficacia y que parece tener m¨¢s que ver con el derecho penal simb¨®lico o las rentabilidades pol¨ªticas del populismo punitivo.
Esta ley, de orden proteccionista y centrada en las ¡°soluciones¡± penales, desatiende que el principal reto para ampliar la libertad de las mujeres es el de deshacer la tradicional estigmatizaci¨®n del deseo y el placer femeninos. En este sentido, la petici¨®n de un sexo explicitado que hace la ley, supuestamente purificado de todas las ambig¨¹edades, dudas, inconsciencias o incluso malentendidos que forman inevitablemente parte de la negociaci¨®n sexual, nos parece que no va a suponer una ampliaci¨®n del margen de las mujeres para explorar los deseos con libertad, sino un contraproducente incremento de la regulaci¨®n sexual en nombre de la seguridad. La definici¨®n de consentimiento recogida en el anteproyecto de ley, que establece que todo acto sexual en el que no se manifieste la voluntad expresa de participar en el mismo puede ser considerado delito, nos parece que refuerza la imagen patriarcal tradicional de la vulnerabilidad y la fragilidad femeninas. Esta manera de entender el consentimiento promueve una visi¨®n sacralizada e infantilizada de la sexualidad de las mujeres al impedirles elaborar, por s¨ª mismas y al margen del proteccionismo estatal, estrategias para establecer l¨ªmites sexuales ante conductas intrusivas de baja entidad.
Bas¨¢ndose en esta mirada victimizadora de las mujeres y en un excesivo proteccionismo estatal, se niega la capacidad de decisi¨®n de las trabajadoras sexuales al establecer como delito el proxenetismo no coactivo. Queremos manifestar nuestro rechazo a un texto legal que considera a las mujeres no aptas para otorgar consentimiento, dando por hecho que encontrarse en una situaci¨®n de vulnerabilidad te convierte en alguien que no sabe lo que quiere. De nuevo creemos que la tarea de las instituciones ha de ser garantizar derechos para fortalecer, empoderar y ampliar la capacidad de negociaci¨®n, pero nunca poner en duda la mayor¨ªa de edad de las mujeres. No creemos que las mujeres tengan siempre raz¨®n ¡ªcomo no lo creemos de los hombres¡ª, pero, como feministas, combatimos el tradicional descr¨¦dito que el patriarcado ha hecho de la voz de las mujeres. En este sentido nos parece indefendible, y menos en nombre de lemas como ¡°Yo s¨ª te creo¡±, la introducci¨®n en nuestro c¨®digo penal de delitos sexuales que quedan establecidos volviendo inv¨¢lido e irrelevante el consentimiento de las mujeres. Manifestamos nuestra profunda preocupaci¨®n por la posibilidad de que, en nombre del consentimiento de las mujeres, se apruebe un texto legal que supone la anulaci¨®n del valor del consentimiento de las mujeres.
Laura Macaya es especialista en intervenci¨®n y dise?o de pol¨ªticas p¨²blicas en violencia de g¨¦nero. Activista en Proyecto X. Empar Pineda Erdozia es cofundadora de la Comisi¨®n proderecho al aborto y del Colectivo de Feministas Lesbianas de Madrid. Clara Serra es fil¨®sofa, profesora e investigadora de la Universidad de Barcelona y Cristina Garaizabal es activista feminista y psic¨®loga. Cofundadora del Colectivo Hetaira. Firman adem¨¢s este texto Virginie Despentes. Escritora. Carolina del Olmo. Fil¨®sofa y escritora. Itziar Ziga. Activista feminista, periodista y escritora. Paloma Ur¨ªa. Doctora y militante feminista y antifranquista de Asturias Raquel Osborne. Soci¨®loga feminista. Miren Ortubay. Profesora de Derecho Penal. Dolores Juliano. Antrop¨®loga feminista. Nuria S¨¢nchez Madrid. Fil¨®sofa y profesora de la UCM. Maria Luisa Maqueda Abreu. Catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad de Granada. Ruth Mestre i Mestre. Profesora de Filosof¨ªa del Derecho de la U.V. Nuria Alabao. Periodista y activista. Miguel Miss¨¦. Soci¨®logo y activista trans. Rosa Montero. Periodista y escritora. Alba Pez. Soci¨®loga y militante feminista. Fefa Vila N¨²?ez. Activista queer y profesora UCM. Mamen Briz. Periodista y activista feminista. Rommy Arce. Militante de Anticapitalistas. Marta Jim¨¦nez Jaen. Profesora de Sociolog¨ªa del g¨¦nero de la Universidad de La laguna. Noemi Parra Aba¨²nza. Profesora de Trabajo Social de la ULPGC. Mar¨ªa Teresa M¨¢rquez Gonz¨¢lez. Abogada y militante feminista Sara Rodr¨ªguez P¨¦rez. Pedagoga y sex¨®loga. Bel¨¦n Gonz¨¢lez. Educadora social. Programa Por los Buenos Tratos- Acci¨®n en red Andaluc¨ªa. Nerea Fillat. Editora y miembro de la Fundaci¨®n de los Comunes. Isabel Cercenado Calvo. Activista feminista. M¨¢ster en G¨¦nero y Pol¨ªticas de Igualdad UV. Bel¨¦n Guti¨¦rrez Garc¨ªa. Feminista y educadora infantil. Sejo Carrascosa Lopez. Activista marika. Lumagorri cisheteroaren aurkako taldea. Ester P¨¦rez Gonz¨¢lez. Periodista. Antonio Navarro Escudero. Miembro de la Ejecutiva Regional de CCOO Castilla la Mancha. Maria Victoria Delicado Useros. Profesora Titular de la Universidad de Castilla la Mancha. Mar¨ªa Nebot. Profesora de Filosof¨ªa, activista feminista y ex Consejera de Igualdad del Cabildo GC. Santiago Alba Rico. Fil¨®sofo y escritor. Concha Garc¨ªa Altares. Activista feminista, Cofundadora del Colectivo Hetaira. Josetxu Riviere. Especialista en trabajo en masculinidades e igualdad. Zelia Garcia, Periodista, consello redacci¨®n Andaina. Nanina Santos, Equipo redacci¨®n ANDAINA, revista galega de pensamento feminista. Mar¨ªa L¨®pez Montalb¨¢n. Educadora y exvicepresidenta de la Asamblea Regional de Murcia. Norma V¨¢zquez Garc¨ªa. Terapeuta feminista. Elo Mayo Cabero. Experta en pol¨ªticas p¨²blicas de g¨¦nero. Mar¨ªa Valvidares. Profesora de Derecho Constitucional Universidad de Oviedo. M? Antonia Caro. Educadora social. Activista feminista. Josefina Jim¨¦nez Betancor. Enfermera. Activista feminista. Estefan¨ªa Aci¨¦n Gonz¨¢lez. Profesora de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de Almer¨ªa. Participante en la iniciativa #UniversidadSinCensura. Carmen Heredero. Feminista y sindicalista. Especialista en coeducaci¨®n. Paky Maldonado L¨®pez. Psic¨®loga, orientadora educativa, docente LGTBI
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.