Una apuesta arriesgada

Para finales de 2021 el d¨¦ficit fiscal en Colombia podr¨ªa estar por encima del 8%, la deuda p¨²blica por encima del 60% y la tasa desempleo en dos d¨ªgitos, afectando m¨¢s a mujeres que hombres. Esa es la magnitud de la crisis econ¨®mica en el pa¨ªs. Con dicho panorama, y ante una crisis econ¨®mica larga, el Gobierno de Iv¨¢n Duque habr¨ªa tomado la decisi¨®n de tramitar una nueva reforma tributaria.

Lo que se ha conocido hasta hoy es que la reforma tendr¨ªa cuatro ejes. Por un lado, gravar o terminar de colocarle el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la canasta familiar. Actualmente, en Colombia, cerca del 60% de la canasta familiar tiene el IVA, algunos productos con el 19% y otros con tarifas diferenciales del 5%. La nueva reforma significar¨ªa castigar a los m¨¢s pobres y contraer¨ªa el consumo. En segundo lugar, bajar la base gravable del impuesto a la renta, es decir, hacer que m¨¢s personas paguen dicho impuesto. En tercer lugar, gravar las pensiones altas y, por ¨²ltimo, quitar algunas pocas subvenciones.

El Ejecutivo de Duque, en 2018 y luego en 2019, aprob¨® dos reformas tributarias denominadas ley de financiamiento. Buscaban, seg¨²n el Gobierno, propiciar el crecimiento econ¨®mico. Para ello se redujo el impuesto a los m¨¢s ricos: la teor¨ªa del famoso rebosamiento. Seg¨²n algunos sectores y expertos econ¨®micos si a los ricos se les hace m¨¢s ricos, como un vaso que se llena de agua que se rebosa, al final ese rebosamiento se traduce en mayor inversi¨®n en la econom¨ªa, empleo y mayor productividad y consumo. Esta teor¨ªa es bastante cuestionable y son muy pocos quienes creen en su eficacia. De hecho, durante todo 2019, a pesar de la reforma, el desempleo sigui¨® aumentando y no descendi¨®.

En gran parte del mundo esta teor¨ªa del rebosamiento ha sido cuestionada y a pesar de ello la Administraci¨®n Duque sigue creyendo en ella. En todo caso, m¨¢s all¨¢ de lo cuestionable de su modelo, surgen, al menos, tres preguntas. La primera es si en el Congreso se dar¨¢ viabilidad a dicha reforma, m¨¢s a¨²n cuando se est¨¢ a un a?o de las elecciones. Ser¨¢ dif¨ªcil que los congresistas asuman ese costo. En segundo lugar, en imagen el Ejecutivo de Duque est¨¢ mal calificado, su gesti¨®n de la pandemia ha sido cuestionable y criticada por expertos, por ende, una reforma tributaria que implica ponerle IVA a varios productos de la canasta familiar tendr¨¢ unos costos altos, tanto para la imagen del Gobierno, como para su partido. Cu¨¢les ser¨¢n esos costos, esa es otra pregunta central.

Una tercera duda es sobre el impacto de esta reforma en el proceso electoral de 2022. Como se sabe, en marzo del pr¨®ximo a?o ser¨¢n las elecciones al Congreso, en mayo la primera vuelta presidencial y en junio la segunda. Esta reforma tributaria se aprobar¨ªa sobre el mes de junio, a tan solo nueve meses de las elecciones al Congreso, en un momento en que la imagen del legislativo es de las peores y cuando todos los expertos esperan una debacle de la mayor¨ªa de los partidos tradicionales. Dicha aprobaci¨®n podr¨ªa significar la profundizaci¨®n de la crisis de esos partidos.

Incluso, habr¨ªa una cuarta pregunta: se refiere a la propia l¨®gica del Gobierno nacional. Ellos saben que es muy dif¨ªcil que se apruebe dicha reforma y el riesgo electoral es alto, entonces la pregunta es por qu¨¦ lo hacen. Por qu¨¦ asumen dicho riesgo. No es clara la respuesta en este punto, lo cierto es que, con la reforma, el Gobierno de Iv¨¢n Duque pone mucho en juego, tanto para el propio ejecutivo como para la coalici¨®n de Gobierno.

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