Cuando llegue el momento
Los lectores opinan sobre la pandemia de coronavirus, la actitud de los pol¨ªticos espa?oles y sobre la candidatura de Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid
Todos tenemos la urgencia y necesidad de zambullirnos, de una vez por todas, en eso que llaman nueva normalidad. Pero esta vez ya con la posibilidad de poder acercarnos o, mejor a¨²n, de poder abrazar a esa persona que hace tiempo que no la puedes casi tocar. Esta es una demanda que nos asalta incluso a base de gritos. Y este que escribe tambi¨¦n se apunta a ese deseo. Ahora bien, en mi caso s¨ª que aspiro, y a¨²n m¨¢s suspiro, por poder asomarme un d¨ªa a la calle sin la inc¨®moda mascarilla. Esta mascarilla que, tal vez una vez retirada, nos d¨¦ a muchas y muchos alg¨²n tipo de sorpresa incluso en el momento de reconocernos, dado que el tiempo que llevamos enmascarados ya est¨¢ siendo largo y la memoria, desde ese confortable rinc¨®n que se llama olvido, puede traernos alguna sorpresa inesperada. Eso s¨ª, siempre desde el aspecto m¨¢s divertido.
Manuel I. Nan¨ªn. O Carballi?o (Ourense)
Viva la incoherencia
El otro d¨ªa presenci¨¦ c¨®mo un espacio de juegos recreativos permanec¨ªa abierto, lleno de j¨®venes jugando en las mismas m¨¢quinas sin desinfectarlas una vez utilizadas, juegos con pelotas, billar, futbol¨ªn¡ Todo eso sin un debido control y limpieza. Incumpliendo a la vez el uso correcto de la mascarilla. Justo al lado, peque?os comercios con la persiana bajada, cerrados, perdiendo dinero, sufriendo las consecuencias de esta pandemia. Todo porque las decisiones de los de arriba as¨ª lo han indicado. Una enorme incoherencia es lo que marca esa gesti¨®n dejando abrir un espacio para el ocio, sin medidas sanitarias y sin ventilaci¨®n, y no un peque?o comercio que puede ser un bien b¨¢sico para mucha gente.
Cl¨¤udia S¨¢nchez Vallesp¨ª. Barcelona
?Que no decaiga!
El colmo ¡ªtras muchos colmos¡ª lleg¨® el mi¨¦rcoles, cuando Errej¨®n decide que su pregunta al Gobierno incida en uno de los problemas que nos acucian: el de la salud mental agravada por la pandemia. Otro diputado le grita ¡°vete al m¨¦dico¡± considerando, supongo, que el espect¨¢culo decae; que ¨¦l, predispuesto no al debate, sino al combate, no ha ido al Congreso a prestar atenci¨®n a esas bobadas, sino a disfrutar del enfrentamiento. Algunos parlamentarios desconocen lo elemental de su tarea como representantes de los ciudadanos. Convendr¨ªa ponerlos un poco al tanto.
Hortensia Garc¨ªa Garc¨ªa. ?vila
Dispol¨ªtica
Tr¨¢nsfugas, deslealtades, dimisiones, traslados de sedes, crisis en las Ejecutivas, cambios de cargos, rotura de pactos de gobierno... Yo cre¨ª que, en democracia, eran los pol¨ªticos quienes trataban y hablaban de los problemas de los ciudadanos. Ahora somos los ciudadanos quienes hablamos de los problemas de los pol¨ªticos.
Arturo Red¨ªn Berdonces. Ansoain (Navarra)
Chap¨®, Edmundo Bal
Nunca he votado ni votar¨¦ a Ciudadanos y eso me da la libertad para reconocer el valor de Edmundo Bal a la hora de presentarse como candidato a la Comunidad de Madrid. Es un ejemplo de fidelidad al partido en el que cree y de ser consecuente con lo que piensa, cualidades muy escasas en los pol¨ªticos de hoy d¨ªa. Est¨¢ dando la cara por su partido, le deseo suerte.
Jos¨¦ Luis Romanos Marfil. Zaragoza
Los textos de esta secci¨®n tienen que enviarse exclusivamente a EL PA?S y no deben tener m¨¢s de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, tel¨¦fono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PA?S se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dar¨¢ informaci¨®n sobre estas colaboraciones. La direcci¨®n para escribir en esta secci¨®n es CartasDirector@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.