Tareas pendientes en la Espa?a vac¨ªa
Es necesario un pacto de Estado para atender a las urgencias de los territorios despoblados
La pasada semana se juntaron frente al Congreso unos 50 integrantes de las 160 plataformas de las 25 provincias de la Espa?a vac¨ªa. Fueron a decir lo que vienen repitiendo desde hace dos a?os, cuando una manifestaci¨®n multitudinaria puso en el mapa las reivindicaciones de esos territorios ignorados y postergados, medio abandonados, donde cada vez hay menos gente ¡ªy la que queda es cada vez m¨¢s mayor¡ª y de la que salen a raudales los j¨®venes y los profesionales m¨¢s capacitados. Entonces levantaron el dedo para decir que exist¨ªan, y apuntaron a la necesidad de un pacto de Estado que ponga en marcha pol¨ªticas decididas y dotadas de presupuesto para combatir sus ingentes problemas, y que este no quede al albur de posibles cambios de Gobierno. Lo que sostuvieron hace unos d¨ªas es que no se ha avanzado gran cosa.
Desde hace 70 a?os, esta Espa?a interior ha ido sufriendo una inexorable decadencia. La gente se fue hacia las grandes urbes y hacia territorios que crec¨ªan (el arco mediterr¨¢neo, la cornisa cant¨¢brica y la zona de Madrid), y fueron perdiendo servicios, se desatendieron las infraestructuras y se redujeron las posibilidades laborables. En este momento, el 90% de los residentes ocupa el 30% de la superficie del pa¨ªs, seg¨²n el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica y Reto Demogr¨¢fico. El 70% del territorio restante se est¨¢ quedando en los huesos: tiene solo 10% de habitantes y el reto de sobrevivir.
A mediados de marzo, ese ministerio ¡ªque preside Teresa Ribera, la vicepresidenta cuarta¡ª aprob¨® un plan para la Espa?a vac¨ªa, con un presupuesto de 10.000 millones de euros y con 130 pol¨ªticas concretas destinadas a incorporar a sus poblaciones a los retos de la transici¨®n verde y digital, mejorar servicios p¨²blicos e infraestructuras, reforzar las ayudas a la dependencia, potenciar a mujeres y j¨®venes. Se est¨¢n, por tanto, arbitrando respuestas al hilo de la llegada de los fondos europeos, pero est¨¢n concebidas para funcionar a medio plazo. Las urgencias de esos territorios son sin embargo de ahora mismo, y habr¨¢ que dar respuesta a sus reivindicaciones.
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