La vacuna y el Leviat¨¢n
?Qu¨¦ gran verdad ha revelado la crisis del coronavirus?
?Qu¨¦ gran verdad ha revelado la crisis del coronavirus? Todos estaremos de acuerdo en que la pandemia ha puesto en valor lo p¨²blico. Sanidad, servicios sociales, fuerzas de seguridad¡ Parece claro que, para afrontar un reto colectivo may¨²sculo, precisamos de un Estado fuerte, el Leviat¨¢n al que se refer¨ªa el fil¨®sofo Thomas Hobbes: un gigantesco monstruo tan terror¨ªfico como imprescindible. Y he aqu¨ª el reverso de la gran verdad expuesta por la crisis, un aspecto clave en el que pocos reparan: el Leviat¨¢n es necesario (?bien!), pero siempre est¨¢ hambriento (?cuidado!).
Frente a la covid, el Estado ha sacado a relucir su mejor faceta ¡ªprotegiendo a sus ciudadanos, lo que tenemos que alabar¡ª pero tambi¨¦n sus colmillos ¡ªbuscando expandir sus poderes m¨¢s all¨¢ de lo razonable, lo que debemos criticar¡ª. Entender esa dualidad inherente al Leviat¨¢n es fundamental para tener un buen Gobierno y, sin embargo, es casi imposible cuando el debate est¨¢ monopolizado por amantes incondicionales y odiadores ac¨¦rrimos de lo p¨²blico.
El problema es especialmente agudo en el plano europeo, porque los Leviatanes m¨¢s j¨®venes, como la UE, son los m¨¢s ¨¢vidos. Es lo que ha ocurrido con la compra de vacunas, donde el ansioso Leviat¨¢n de Bruselas ha engullido m¨¢s competencias de las que pod¨ªa digerir.
Inicialmente, muchos cre¨ªmos en la europeizaci¨®n de la compra de vacunas. Ahorrar¨ªa dinero al ser compras masivas; evitar¨ªa el mercado persa de la primera ola cuando los pa¨ªses europeos se dieron codazos para hacerse con material de protecci¨®n, y posibilitar¨ªa una arm¨®nica vuelta a la normalidad en todo el continente, sin distinguir entre europeos de primera (inmunizados ya) y de segunda (inmunizados cuando sus gobiernos pudieran permit¨ªrselo). Una Europa de una sola velocidad parec¨ªa, sobre el papel, lo m¨¢s prudente y justo.
Pero lo relevante no es que una pol¨ªtica sea bella, sino factible. Y, gracias a diversas voces expertas, ahora sabemos que la Comisi¨®n carec¨ªa de recursos para negociar con ¨¦xito los megacontratos con las farmac¨¦uticas. Las autoridades comunitarias deb¨ªan conocer sus l¨ªmites, pero tiraron adelante. Von der Leyen vio una oportunidad para engordar los poderes de la Comisi¨®n m¨¢s all¨¢ de las capacidades objetivas que su Administraci¨®n ten¨ªa. El resultado es que el Leviat¨¢n se ha atragantado y nuestra confianza en ¨¦l tambi¨¦n. @VictorLapuente
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