El prestigio del pesimismo
El estruendo pol¨ªtico y el ensayo permanente de las futuras elecciones generales nos impide levantar la cabeza de nuestras cuitas partidistas y mirar d¨®nde est¨¢bamos y d¨®nde estamos
Echen cuentas de las palabras o expresiones que se utilizan habitualmente para despreciar o desde?ar una actitud proactiva al analizar los problemas a los que nos enfrenta la vida como individuos o como colectivo. Buenista, progre, activista, radical, optimista patol¨®gico, simple, bambi, ut¨®pico. ?En qu¨¦ momento se dieron la vuelta las connotaciones y, en el discurso p¨²blico, se atribuyeron las positivas a las palabras tibur¨®n, astuto, listo, maquinador, maniobrero, pesimista?
Hace un a?o est¨¢bamos encerrados en casa, muertos de miedo y en medio de un terrible estruendo pol¨ªtico que hablaba de la instauraci¨®n en Espa?a de una dictadura constitucional utilizando como subterfugio el estado de alarma para controlar la pandemia. Hace un a?o, era una inc¨®gnita si la Uni¨®n Europea iba a ser capaz de sacudirse la hist¨®rica reserva alemana a cualquier relajamiento de las reglas fiscales y asumir el desaf¨ªo sanitario y econ¨®mico al que se enfrentaban los Estados. Hace un a?o, pensar en una vacuna, en una sola vacuna, era un escenario lejano al que mir¨¢bamos con esperanza pero sin horizonte. Tardar¨¢ m¨¢s de un a?o, nos dec¨ªan, en el mejor de los casos y con un sobreesfuerzo monumental p¨²blico y privado, m¨¢s el trabajo sin descanso de los cient¨ªficos.
Un a?o despu¨¦s, muchos miles de muertos y enfermos despu¨¦s, en esta parte del mundo la discusi¨®n es si nos gusta m¨¢s una vacuna que otra porque de estos f¨¢rmacos se est¨¢ elaborando el prospecto en directo, como si de un reality show se tratara. Nada retrata m¨¢s nuestro mundo que pretender combatir una pandemia eligiendo cada cual su vacuna como se elige la serie que vas a empezar a ver este fin de semana. Un a?o despu¨¦s, Bruselas se plantea alargar la suspensi¨®n de las reglas fiscales hasta el 2023 y, en cualquier caso, se tendr¨¢n en cuenta las especificidades de cada pa¨ªs ¡ªpobre Grecia, si se lo hubieran ofrecido en 2009¡ª, por si hay que ser flexibles m¨¢s all¨¢.
Y, que sepamos, no estamos en una dictadura constitucional ni militar ni teocr¨¢tica. Lo que s¨ª permanece inalterable es el estruendo pol¨ªtico que, aliado con el prestigio del pesimismo, convierte nuestro d¨ªa a d¨ªa en un ensayo general y permanente de las futuras elecciones generales. Y eso nos impide levantar la cabeza de nuestras cuitas partidistas cotidianas y mirar d¨®nde est¨¢bamos y d¨®nde estamos. @PepaBueno
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