Teatro clim¨¢tico
Joe Biden devuelve a su pa¨ªs a la palestra del medio ambiente con m¨¢s fuerza que nunca
La vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de Par¨ªs ha sido una de las pocas buenas noticias de este comienzo de a?o. Un nuevo rumbo tras el negacionismo irredento de Donald Trump que liquid¨® de un plumazo los esfuerzos de Barack Obama por cambiar la tradicional dif¨ªcil relaci¨®n de la sociedad y la pol¨ªtica estadounidenses con el cambio clim¨¢tico.
Ahora Joe Biden devuelve a su pa¨ªs a la palestra del medio ambiente con m¨¢s fuerza que nunca. Pruebas de ello son el nombramiento de nada menos que John Kerry como enviado especial, su potente plan de infraestructuras y la conferencia virtual que ha convocado para la pr¨®xima semana, coincidiendo con la simb¨®lica fecha del 22 de abril, D¨ªa de la Tierra.
Biden ha invitado a 40 jefes de Estado e instituciones, empezando por los de China y Rusia, Alemania, Espa?a e Italia, la Comisi¨®n y el Consejo europeos y siguiendo por los de Antigua y Barbuda, las Islas Marshall o Indonesia, entre otros. Sobre el papel, los pa¨ªses m¨¢s industrializados, los que m¨¢s hacen por combatir el aumento de las temperaturas y algunos de los m¨¢s afectados. Visto desde fuera la selecci¨®n es discutible y deja fuera otros como Costa Rica que son aut¨¦nticos campeones en la materia.
En el gran teatro global en el que se acaban convirtiendo estos macroeventos, se espera que Biden escenifique el anuncio de los nuevos objetivos de su Administraci¨®n en materia clim¨¢tica. Hay un importante componente de consumo interno, ante una parte de su sociedad que sigue pensando que el calentamiento es bueno porque habr¨¢ menos gente que pase fr¨ªo (aunque parezca mentira, tambi¨¦n ocurre aqu¨ª, ?les suena?).
Entre los fines declarados de la Cumbre, est¨¢ el arrancar nuevos compromisos de otros pa¨ªses en la reducci¨®n de emisiones ante la COP26 ¡ªla reuni¨®n anual de Naciones Unidas¡ª que se celebrar¨¢ en oto?o en Glasgow. Entre los no declarados, se percibe el deseo de Estados Unidos de retomar el liderazgo global, incluso en un campo como este en el que nunca lo ha tenido.
Se respira tambi¨¦n la carrera contra China por el y yo m¨¢s, despu¨¦s de que el gigante asi¨¢tico anunciara en la ONU la ampliaci¨®n de su ambici¨®n clim¨¢tica (pese a que su uso de carb¨®n y sus emisiones no dejan de aumentar). De hecho, ahora el reto es lograr la participaci¨®n de Xi Jinping, para lo que Kerry est¨¢ dedicando en los ¨²ltimos d¨ªas toda su capacidad diplom¨¢tica
Todo esto est¨¢ muy bien. Un paso m¨¢s en la lucha contra el mayor desaf¨ªo de nuestro tiempo. Sin embargo, es una nueva muestra de multilateralismo a la carta. Un escenario en el que cada actor quiere montar su propia obra para no perder protagonismo. Otro rasgo del orden global que viene.
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