Asom¨¢ndose al abismo
Los electores peruanos se encuentran ante una dif¨ªcil decisi¨®n en la segunda vuelta presidencial, pero, a pesar de todo, Keiko Fujimori representa el mal menor
Contra todos los pron¨®sticos de las agencias, entre los dieciocho candidatos a la presidencia del Per¨², un maestro provinciano, natural de Chota, en el interior de Cajamarca, Pedro Castillo, gan¨® la primera vuelta de las elecciones y deber¨¢ enfrentar en la segunda y definitiva a Keiko Fujimori, la hija del dictador, quien cumple en la actualidad 25 a?os de c¨¢rcel por delitos cometidos durante los a?os que ejerci¨® el poder. Ella ha prometido que, de ganar las elecciones, lo indultar¨¢.
Aunque se trata de una sorpresa para todo el mundo, empezando por los peruanos, es preciso se?alar que en esta primera vuelta s¨®lo ha participado un 70% del electorado del Per¨². A¨²n as¨ª, la victoria de Castillo es contundente, pues ha ganado en muchas regiones del sur, del centro y Cajamarca, y tendr¨¢ probablemente cerca de un tercio del Parlamento nacional con los 37 congresistas que parece haber sacado. Su triunfo derrota a los partidos m¨¢s moderados de la izquierda, aunque ya haya voces, entre estas fuerzas, que se adelanten a apoyarlo.
?Cu¨¢les son las ideas que propugna Castillo? Bastante contradictorias, por lo pronto, aunque, como regla general, de extrema izquierda en el campo econ¨®mico, y de extrema derecha en el social, pues est¨¢ contra los matrimonios gais, la ense?anza sexual en las escuelas y el aborto, campo en el que coincide ¨ªntegramente con la Iglesia cat¨®lica que ha dado una batalla ¨²ltimamente contra los intentos de la izquierda y el centro m¨¢s progresista en defensa de la mujer y los derechos de los homosexuales a ser considerados normales y en igualdad con los heterosexuales, algo que siempre he apoyado.
?Cu¨¢les son las ideas que defiende el candidato victorioso en esta primera vuelta en el campo econ¨®mico? Las inspiradas por sus dos maestros, el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa, quien, como es sabido, no puede poner los pies en su pa¨ªs pues ir¨ªa a la c¨¢rcel, donde ha sido condenado por delitos cometidos durante su gesti¨®n presidencial. Evo Morales se ha precipitado a felicitar a Castillo y hay rumores de que habr¨ªa apoyado econ¨®micamente su candidatura. Si gana la segunda vuelta electoral, Pedro Castillo se propone establecer una ¡°Econom¨ªa popular con mercados¡±, inspirado, justamente, en el modelo de Bolivia y del Ecuador (que ahora, con la victoria presidencial de Guillermo Lasso, cambiar¨¢ radicalmente de orientaci¨®n hacia la defensa de la propiedad privada y la apertura de mercados). Los contratos estatales se renegociar¨¢n, pues, a juicio de Castillo, en la actualidad ¡°las transnacionales se quedan con el 70% de las ganancias y el Estado solo con el 30%¡±; bajo su presidencia esta proporci¨®n se invertir¨¢, las transnacionales s¨®lo retendr¨¢n el 20% y el Estado el 80% restante. Esto significa que el Estado ¡°privatizador y exportador de capitales cambiar¨¢ y ser¨¢ en adelante un Estado nacionalizador soberano que fortalezca la econom¨ªa interna invirtiendo sus capitales en el pa¨ªs¡±. Las empresas que no acepten este planteamiento ser¨¢n nacionalizadas, as¨ª como los principales yacimientos mineros, gas¨ªferos, petroleros y centros energ¨¦ticos, pues Castillo quiere acabar con la miner¨ªa nacional, que le parece incompatible con una pol¨ªtica de defensa genuina de la naturaleza y una pol¨ªtica social de progreso. La Constituci¨®n ser¨¢ derogada y todos los tratados internacionales ¡°revisados¡±, de modo que en el futuro no haya en el Per¨² la inicua desproporci¨®n que ¡°hace ganar a un patr¨®n veinte veces lo que gana un obrero¡±. Las empresas que se resistan a cambiar de r¨¦gimen ser¨¢n nacionalizadas y, seg¨²n los casos, se compensar¨¢ o no a sus due?os.
No har¨ªa falta mucho m¨¢s para indicar que el Per¨² de Pedro Castillo integrar¨¢ los pa¨ªses que, siguiendo al Gobierno de M¨¦xico, quieren resucitar el grupo de Puebla y romper con el grupo llamado de Lima. En otras palabras, ser¨¢ calcado del que inaugur¨® el comandante Ch¨¢vez en Venezuela, el Socialismo del siglo XXI, que ha obligado a m¨¢s de cinco millones de venezolanos a emigrar a los pa¨ªses vecinos para no morirse de hambre.
Si esta es la sociedad que va a crear Pedro Castillo, es obvio que ella tendr¨¢ todas las caracter¨ªsticas de una sociedad comunista, en una ¨¦poca en la que ¨Clos peruanos que votaron por ¨¦l no parecen haberse dado cuenta todav¨ªa¨C el comunismo ha desaparecido del planeta, con las excepciones m¨¢s horripilantes, es decir Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte. Tengo el convencimiento absoluto de que si Castillo, con semejantes ideas, llega a tomar el poder en la segunda vuelta electoral, dentro de un par de meses, no volver¨¢ a haber elecciones limpias en el Per¨², donde, en el futuro, aquellas ser¨¢n una parodia, como las que organiza de tanto en tanto Nicol¨¢s Maduro en Venezuela para justificar su r¨¦gimen impopular. Eso significar¨¢ probablemente un golpe de Estado militar a corto plazo en el Per¨², de militares derechistas, o izquierdistas a la manera ¡°velasquista¡±, que, como ha ocurrido siempre en nuestra historia, retroceder¨¢ b¨¢rbaramente al pa¨ªs y lo empobrecer¨¢ mucho m¨¢s de lo que est¨¢. Querer acabar con la miner¨ªa, que es la riqueza de los Andes peruanos, es una temeridad sin precedentes, hija de la pura ignorancia, que sofocar¨ªa una de las fuentes b¨¢sicas del desarrollo nacional.
Este asomarse al abismo que promete a los peruanos Pedro Castillo ?a qui¨¦n tiene al frente? A Keiko Fujimori, que hasta ahora ha defendido a su padre, el exdictador, de quien estuvo provisionalmente distanciada, pero ya no, pues ha prometido indultarlo si llega al poder. Ella particip¨®, adem¨¢s, de manera muy directa, benefici¨¢ndose de la dictadura, y est¨¢ acusada por el poder judicial de haberse lucrado con la operaci¨®n Lava Jato, de la que habr¨ªa recibido dinero, por lo cual el poder judicial ha pedido para ella treinta a?os de c¨¢rcel.
Pese a ello, como saben de sobra quienes leen esta columna y reconocen que, desde que, violentando las leyes que lo hab¨ªan llevado al poder, Fujimori instal¨® una dictadura, he combatido al fujimorismo de manera sistem¨¢tica, como lo he hecho con todas las dictaduras de izquierda o de derecha, creo que en las elecciones que se vienen ¡ªlas de la segunda vuelta¡ª, los peruanos deben votar por Keiko Fujimori, pues representa el mal menor y hay, con ella en el poder, m¨¢s posibilidades de salvar nuestra democracia, en tanto que con Pedro Castillo no veo ninguna. A condici¨®n, claro est¨¢, de que Keiko Fujimori se comprometa, en nombre de estas libertades p¨²blicas que dice defender ahora, a respetar la libertad de expresi¨®n, a no indultar a Vladimiro Montesinos, responsable de los peores cr¨ªmenes y robos de la dictadura, a no expulsar ni cambiar a los jueces y fiscales del poder judicial, que han tenido en los ¨²ltimos tiempos una actitud tan gallarda en defensa de la democracia y los derechos humanos, y, sobre todo, a convocar elecciones al t¨¦rmino de su mandato, dentro de cinco a?os. Si se ajusta a estas obligaciones, Keiko Fujimori tiene la oportunidad, ¨²nica, de tomar el poder a trav¨¦s de elecciones limpias y de contar con una ancha base social y popular para hacer las reformas necesarias que conviertan al Per¨² en un pa¨ªs justo, libre y moderno y le devuelvan el liderazgo que alguna vez tuvo en el pasado de Am¨¦rica Latina.
Se comprende que, hartos de las piller¨ªas de los gobiernos que eligieron, los peruanos hayan votado como lo hicieron, adem¨¢s de soportar una pandemia que causa estragos y muestra de manera muy v¨ªvida las grandes desigualdades del Per¨², que se pueden y deben corregir dentro de estructuras libres y democr¨¢ticas. Pero el derecho a votar no basta, si los peruanos se equivocan y votan mal. Ya lo hicieron en la primera vuelta. Es importante que no dupliquen el error.
Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PA?S, SL, 2021.
? Mario Vargas Llosa, 2021
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.