Hora de actuar
El mercado laboral necesita soluciones estructurales para impulsar la econom¨ªa
Tras la sacudida de la covid-19, que dej¨® la mayor ca¨ªda del PIB desde la Guerra Civil en 2020, la econom¨ªa espa?ola lleva seis meses en punto muerto. Durante el primer trimestre de este a?o cay¨® el 0,5%: con las restricciones a¨²n en marcha habr¨¢ que esperar a que avance la estrategia de ...
Tras la sacudida de la covid-19, que dej¨® la mayor ca¨ªda del PIB desde la Guerra Civil en 2020, la econom¨ªa espa?ola lleva seis meses en punto muerto. Durante el primer trimestre de este a?o cay¨® el 0,5%: con las restricciones a¨²n en marcha habr¨¢ que esperar a que avance la estrategia de vacunaci¨®n para ver una recuperaci¨®n digna de ese nombre. En medio de ese par¨®n plagado de incertidumbres, el mercado laboral espa?ol sigue en una situaci¨®n endeble. Los datos de la ¨²ltima encuesta de poblaci¨®n activa muestran que, tras dos trimestres de creaci¨®n de empleo, se han vuelto a destruir puestos de trabajo, 137.500 entre enero y marzo. Y aunque el paro baja, ese dato no es precisamente positivo: obedece a una sustancial ca¨ªda de la poblaci¨®n activa. Unas 200.000 personas han dejado de buscar trabajo a causa del des¨¢nimo tra¨ªdo por la pandemia. La tasa de desempleo, casi el 16%, sigue siendo una de las m¨¢s elevadas en Occidente.
Pero m¨¢s all¨¢ de las cifras de la coyuntura, Espa?a tiene pendiente resolver muchos problemas estructurales de su mercado de trabajo. El paro duplica la media de la UE. La temporalidad y la precariedad son demasiado frecuentes y enquistadas. Los j¨®venes encuentran grandes obst¨¢culos para lograr su primer empleo y muchos m¨¢s para consolidarlo; y las personas de m¨¢s de 50 a?os que pierden su ocupaci¨®n tampoco lo tienen m¨¢s f¨¢cil. El modelo es insatisfactorio.
Es sobre estos lastres end¨¦micos que la crisis actual hace estragos. El Banco de Espa?a alerta desde hace meses de las potenciales suspensiones de pagos empresariales si la crisis se alarga, y las grandes empresas anuncian miles de despidos. Solo con los anuncios de las ¨²ltimas semanas se prev¨¦n m¨¢s de 35.000 afectados por despidos colectivos (ERE). La transformaci¨®n de los ERTE en ERE es una de las amenazas latentes desde que empez¨® la pandemia. Hasta ahora esa herramienta extraordinaria de flexibilidad interna ha funcionado. En esta situaci¨®n es de nuevo imprescindible una nueva pr¨®rroga de los ERTE y que la negociaci¨®n que se inicia esta semana sea r¨¢pida y d¨¦ certezas a las empresas.
Pero ha llegado la hora de pasar de los parches extraordinarios a la b¨²squeda de soluciones estructurales. Hace bien el Gobierno al comprometerse con Bruselas en el plan de recuperaci¨®n a abordar este mismo a?o todas las reformas prometidas en el mercado de trabajo: negociaci¨®n colectiva, temporalidad, pol¨ªticas activas, formaci¨®n o ERTE estructurales. La econom¨ªa espa?ola necesita imperiosamente mejorar sus palancas de flexibilidad interna para que las empresas se lo piensen dos veces antes de apretar el gatillo f¨¢cil del despido, que deja cicatrices profundas no solo sobre las personas, sino tambi¨¦n sobre la estructura econ¨®mica. La econom¨ªa espa?ola necesita mejorar la productividad y la estabilidad. Ser¨¢n necesarios cambios legales, pero el BOE no lo puede todo. Es preciso un cambio cultural y, sobre todo, lograr que los fondos europeos impulsen un tejido econ¨®mico m¨¢s productivo e innovador, apoyado en relaciones laborales estables. El clima pol¨ªtico no es muy propicio a grandes acuerdos; pero hay una alineaci¨®n inusualmente favorable entre agentes sociales dispuestos al di¨¢logo razonable, un Ministerio del Trabajo eficaz promotor de acuerdos y progreso, una Comisi¨®n Europea lejana de las duras posiciones de hace una d¨¦cada. Aprov¨¦chese, ahora.