Los mosquitos de Florida
Empieza la suelta de insectos modificados gen¨¦ticamente en un pa¨ªs occidental
Ten¨ªa que llegar alguna vez. Oxitec, una firma biotecnol¨®gica brit¨¢nica, acaba de soltar por los cayos de Florida unos mosquitos manipulados gen¨¦ticamente. Le¨ªdo as¨ª, parece la obra del eterno cient¨ªfico chiflado de las novelas g¨®ticas y las pel¨ªculas de Hollywood. Por alguna raz¨®n, la modificaci¨®n gen¨¦tica estimula en el p¨²blico un rechazo m¨¢s visceral y autom¨¢tico que la bomba at¨®mica. Si estos cient¨ªficos de Oxitec est¨¢n chiflados, sin embargo, hay un m¨¦todo en su locura, como lo hab¨ªa en la de Hamlet. ?Cu¨¢l es ese m¨¦todo? ?Y qu¨¦ ocurrir¨ªa si se les escapara de las manos, como ocurre machaconamente en el cine?
Los cayos de Florida son un archipi¨¦lago de 1.700 islitas en el extremo suroriental de Estados Unidos. Cayo es un t¨¦rmino antillano para designar una isla apoyada sobre un arrecife de coral. Otras islas nacieron como volcanes, pero los cayos son producto de un proceso pac¨ªfico, parsimonioso, m¨¢s biol¨®gico que geol¨®gico. Caribe?o. Ese para¨ªso natural vive amargado por el famoso mosquito Aedes aegypti, especializado en propagar un espantoso cat¨¢logo de agentes infecciosos, del dengue a la fiebre amarilla y del zika al chikungunya. Cada una de esas enfermedades se deben a un pat¨®geno muy distinto y dif¨ªcil de tratar, pero todas ellas viajan en la misma especie de mosquitos. De ah¨ª a la idea clave solo va un ?aj¨¢! Exterminemos a los Aedes aegypti y yugulamos cuatro plagas por el precio de una.
Exterminar a una especie de mosquitos, y solo a ella, se dice pronto, pero no hay ej¨¦rcitos suficientes en el planeta para alcanzar esa proeza. ?C¨®mo hacerlo entonces? Es la gen¨¦tica, amigo. Una herramienta de alta precisi¨®n que puede usarse para destruir una especie sin tocar a las dem¨¢s. La cuesti¨®n es la siguiente. En esta especie de mosquitos solo pican las hembras. Si modificas en el laboratorio a unos cuantos machos para meterles un gen inocuo para ellos pero desastroso para ellas, los machos seguir¨¢n propagando su trampa gen¨¦tica durante todas las generaciones que hagan falta para desactivar a las hembras. La idea funciona.
En los ¨²ltimos a?os, Oxitec ya hab¨ªa lanzado estudios de campo en Brasil, Malasia, Panam¨¢ y las islas Caim¨¢n, pero esta vez se ha tenido que enfrentar a las regulaciones de Estados Unidos, mucho m¨¢s garantistas, y el proceso de aprobaci¨®n ha llevado 10 a?os. Pero ya est¨¢ en marcha, informa Emily Waltz en Nature. La semana pasada, los investigadores de Oxitec colocaron unas cajas con huevos modificados de Aedes aegypti en seis lugares de los cayos. A partir de ahora nacer¨¢n los machos equipados con su secreto veneno gen¨¦tico, a raz¨®n de 12.000 machos a la semana durante las pr¨®ximas 12 semanas. Eso da 144.000 machos exterminadores, y el plan es alcanzar 20 millones en una segunda fase dentro de unos meses.
Lo f¨¢cil es lo de siempre, acusar a los cient¨ªficos de Oxitec de arrogantes, trastornados e irresponsables, gentes diab¨®licas jugando a Dios y todo el repertorio de descalificaciones que ya invent¨® Mary Shelley hace dos siglos. Lo dif¨ªcil es razonar sobre las ventajas e inconvenientes de la t¨¦cnica con un esp¨ªritu sereno e informado, e inclinar la cabeza hasta comprender la posici¨®n del otro. No ocurrir¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.