PP desfasado
El discurso medioambiental y fiscal del partido en Madrid es inusual en Europa
Mientras las grandes ciudades occidentales avanzan sin titubeos hacia entornos urbanos m¨¢s humanos y la reducci¨®n del tr¨¢fico contaminante, Madrid permanece incrustada en otro tiempo por las batallas libradas por un PP local que se sit¨²a en los m¨¢rgenes extremos de la familia conservadora-liberal europea. El Tribunal Supremo dej¨® ayer en el aire Madrid Central, el proyecto para reducir las emisiones que puso en marcha la alcaldesa Manuela Carmena, al rechazar un recurso de Ecologistas en Acci¨®n contra una sentencia que lo anulaba. En ella, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid hab¨ªa considerado ¡ªen respuesta a dos recursos del PP y uno de una empresa privada¡ª que no se cumpli¨® el tr¨¢mite de informaci¨®n p¨²blica y que la memoria econ¨®mica era insuficiente. Los problemas sancionados por la justicia no son menores y hablan de una deficiente gesti¨®n, pero se trata de cuestiones formales que no ata?en al esp¨ªritu de disminuci¨®n de la contaminaci¨®n de Madrid Central. Reconocidos los fallos formales de la anterior administraci¨®n municipal, conviene fijarse en los sustanciales de la actual.
La campa?a de acoso y derribo del PP madrile?o contra Madrid Central ¡ªun proyecto exitoso en la reducci¨®n de excesivos niveles de contaminaci¨®n, se?alados repetidamente por Bruselas¡ª subraya varias cosas. De entrada, evidencia un compromiso bastante gaseoso con la lucha contra el cambio clim¨¢tico. En la memoria de los vecinos queda la celebraci¨®n que organiz¨® Mart¨ªnez-Almeida en uno de sus primeros actos como alcalde, cuando retir¨® unas jardineras que peatonalizaban una zona entre aplausos de sus seguidores. El alcalde tiene su propio plan de reducci¨®n de emisiones, pero, dos a?os despu¨¦s de asumir el poder, todav¨ªa no est¨¢ operativo. Al PP no se le nota muy convencido en esta lucha. Lo que s¨ª se nota es una actitud confrontacional muy caracter¨ªstica, en este caso con la disposici¨®n a hacer tabula rasa del legado de la administraci¨®n anterior; en otros, neg¨¢ndose a los m¨¢s m¨ªnimos niveles de di¨¢logo, cooperaci¨®n o pacto.
La decisi¨®n del Supremo coincidi¨® ayer adem¨¢s con otro acontecimiento que vuelve a mostrar el desfase del PP con tendencias de un tiempo que su propia familia pol¨ªtica o instituciones no sospechosas de radicalismos izquierdistas respaldan. Despu¨¦s de que el FMI recomendara elevar la presi¨®n fiscal sobre personas con rentas altas y empresas con grandes beneficios, la OCDE sugiri¨® ayer mejorar la recaudaci¨®n en impuestos de sucesiones y donaciones. El PP madrile?o mantiene en m¨ªnimos el segundo apartado, y quiere reducir el primero: quiz¨¢ consideren progresismo extremo tambi¨¦n los planteamientos del FMI y la OCDE. Pero medio ambiente y fiscalidad no son los ¨²nicos elementos en los que la encarnaci¨®n madrile?a del PP se sit¨²a en los m¨¢rgenes de su familia.
Que su propuesta de gesti¨®n de pandemia haya recibido un fuerte respaldo ciudadano no quita que haya ido completamente a contracorriente en cuanto a laxitud de restricciones con respecto a la de las principales capitales europeas. De hecho, ni hace falta acudir a Europa: el PP madrile?o va desacompasado de los planteamientos del mismo partido en otros territorios espa?oles. Tras el triunfo de Isabel D¨ªaz Ayuso, la tentaci¨®n de ahondar en este excepcionalismo ser¨¢ grande. Mucho mejor ¡ªpara el pa¨ªs y para el propio partido¡ª ser¨ªa que estos planteamientos ultraliberales se encapsularan en Madrid y el PP optara por una senda de conservadurismo verde, fiscalmente moderado, menos ret¨®rico y m¨¢s pragm¨¢tico.
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