El tiempo que nos queda

Somos el tiempo que nos queda, titul¨® Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, que acaba de morir en Madrid, su obra po¨¦tica completa y el t¨ªtulo suena revelador en estos tiempos que estamos viviendo, cuando todo parece querer empezar de nuevo, no solo por la primavera, que es ¨¦poca de renacimiento, sino por la esperanza de que por fin los oscuros meses de la pandemia y sus secuelas de todo tipo vayan comenzando a ser un recuerdo. Cansados de tanta tensi¨®n, todos so?amos con que esto termine por fin y podamos volver a vivir como viv¨ªamos antes de que la pandemia v¨ªrica se desatara sobre la humanidad como un nuevo jinete del Apocalipsis.

Somos el tiempo que nos queda por vivir parece decirse la gente a¨²n sin expresarlo con esas mismas palabras, deseosa de recuperar el esp¨ªritu y la ilusi¨®n por vivir sin miedo y con la libertad de quien nada teme de lo que le rodea. En poco m¨¢s de un a?o hasta hemos olvidado c¨®mo viv¨ªamos antes de la pandemia y nos va a costar recuperar aquellas costumbres, aquella normalidad, pese a lo cual todos estamos so?ando con empezar a vivir de nuevo y recobrar el tiempo perdido por culpa de la enfermedad.

¡°A m¨ª lo que me sobra es pasado, futuro es lo que me va faltando¡±, declar¨® Caballero Bonald en una entrevista a punto de cumplir los 79 a?os (muri¨® la semana pasada con 94) en lo que era m¨¢s una constataci¨®n que un lamento, pues nunca fue de lamentarse mucho. Al contrario, su entusiasmo por la vida le llev¨® a disfrutarla todo lo que pudo, lo que explica su apego a ella y su positividad. Deber¨ªamos aprender de ¨¦l ahora que empieza una nueva ¨¦poca y tratar de aprovechar el futuro que a cada uno nos quede, que es el tiempo que nos tocar¨¢ vivir. Durante todos estos meses de angustia, ansiedad y miedo (para muchos tambi¨¦n de desolaci¨®n y dolor), se ha discutido sobre a qu¨¦ parte de la poblaci¨®n la p¨¦rdida de este tiempo le ha sido m¨¢s gravosa, si a los j¨®venes, que se han perdido un tiempo precioso en su vida, el de su descubrimiento, a sus padres, a quienes la pandemia les ha obligado a replantearse todo, hasta la forma de trabajar, o a sus abuelos, a los que menos tiempo les queda de vida por naturaleza y para los que la p¨¦rdida de un a?o supone una frustraci¨®n mayor por ello que para los anteriores. Sea como sea, lo cierto es que para todos el tiempo de la pandemia ha sido un tiempo perdido y de lo que se trata ahora es de dejarlo atr¨¢s y comenzar a vivir de nuevo partiendo desde el principio o por lo menos con toda la ilusi¨®n. Lamentarse por lo perdido, salvo en el caso de las vidas de personas, no nos ayudar¨¢ a recuperar el tiempo y en el lamento y la frustraci¨®n podemos dejar pasar el que viene sin disfrutarlo, como tantas veces pasa en la vida. ?ramos felices y no lo sab¨ªamos, titul¨® en este peri¨®dico el periodista ??igo Dom¨ªnguez un art¨ªculo a las pocas semanas de comenzada la pandemia para resaltar la contradicci¨®n, tan humana, de no valorar la normalidad hasta que la perdemos y esa advertencia, como la de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald o la de John Lennon: ¡°La vida es eso que va sucediendo mientras t¨² haces planes para la vida¡±, deber¨ªa servirnos de inspiraci¨®n para el tiempo que nos queda por vivir.