Muere el escritor Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald a los 94 a?os
Poeta, novelista, memorialista y ejecutivo discogr¨¢fico: el autor vivi¨® mil vidas. Premio Cervantes de 2012, era uno de los ¨²ltimos representantes de la generaci¨®n de los 50
Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald ha fallecido a los 94 a?os en Madrid. La noticia la ha dado a las 8.08 de la ma?ana de este domingo Josefa Ramis, su esposa, con la que se cas¨® en Mallorca hace 61 a?os y con la que tuvo cinco hijos: ¡°Se acab¨®¡±, ha dicho a sus amigos, para los que ¨¦l era Pepe igual que ella es Pepa. Durante meses de enfermedad ella ha sido la voz del escritor, premio Cervantes en 2012, poeta, novelista y autor de unas memorias imprescindibles.
Caballero Bonald, para el que el d¨ªa y la noche no ten¨ªan l¨ªmites, dej¨® de hacer vida p¨²blica mucho antes de la pandemia. El c¨¢ncer de piel le hab¨ªa producido unas ¡°aver¨ªas¡± ¨Das¨ª las llamaba¨D de las que no quiso hacer exhibici¨®n. Se hac¨ªa raro ver en el dique seco a un hombre que tuvo siete vidas, cien oficios ¨Dprofesor de literatura, lexic¨®grafo, editor, productor musical¨D y otros tantos amigos. Para celebrar su Premio Cervantes le prestaron por un a?o la llave de una bodega de Jerez, su ciudad natal, para que entrara a cualquier hora y con quien ¨¦l quisiera. Lo contaba con la satisfacci¨®n de un ni?o, como si su carrera literaria cobrara por fin sentido y el discurso de Alcal¨¢ de Henares delante del Rey hubiera sido un peaje hacia esa llave m¨¢gica. Fue profeta en su tierra ¨Duna fundaci¨®n lleva su nombre all¨ª¨D a pesar de ¨Do tal vez porque¨D nada le molestaba m¨¢s que los ¡°andaluces profesionales¡±. Prefer¨ªa a los flamencos de pocas palabras y a los que, como ¨¦l, son capaces de mezclar sin aspaviento humor, malicia y bondad.
Novela, poes¨ªa, memoria: sesenta a?os de trayectoria de Caballero Bonald
El poeta, novelista y ensayista naci¨® el 11 de noviembre de 1926. Su padre era cubano criollo y la familia de su madre era de origen franc¨¦s asentada en Andaluc¨ªa desde mediados del siglo XIX. Tras pasar la Guerra Civil entre Jerez y Sanl¨²car, estudi¨® N¨¢utica y Astronom¨ªa en C¨¢diz, disciplinas que cambi¨® por Filosof¨ªa y Letras en Sevilla y Madrid, ciudad en la que se instal¨® en 1951.
Ese a?o gan¨® con su primer libro, Las adivinaciones, el acc¨¦sit del Premio Adon¨¢is, el galard¨®n que consagr¨® a su generaci¨®n, a los ni?os de la guerra que se dieron a conocer en los a?os cincuenta. Hay una c¨¦lebre foto tomada en febrero de 1959, durante el homenaje a Antonio Machado en Collioure, en la que se le ve, con su bigote de entonces, sentado en el suelo junto a Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Blas de Otero, Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Jos¨¦ ?ngel Valente o su gran amigo ?ngel Gonz¨¢lez. De esa generaci¨®n de poetas sobreviven Francisco Brines ¨Dsu vecino en Madrid¨D, Mar¨ªa Victoria Atencia, Julia Uceda o Antonio Gamoneda, pero Caballero Bonald era el ¨²ltimo superviviente de aquel m¨ªtico retrato, que canoniz¨® al grupo m¨¢s influente de la poes¨ªa espa?ola desde la generaci¨®n del 27.
1960 fue otro a?o clave. Se cas¨® con Pepa Ramis, su compa?era de toda la vida, y se traslad¨® a Bogot¨¢ como profesor de literatura en la Universidad Nacional. ¡°Si la patria es lo que se ve desde la ventana de la casa donde uno vive a gusto¡±, sol¨ªa decir, ¡°yo tengo varias patrias; unas m¨¢s duraderas que otras: el Coto de Do?ana, Jerez, Mallorca, Madrid, Bogot¨¢¡ En Colombia estuve tres a?os y all¨ª escrib¨ª mi primera novela, tuve mi primer hijo. Me acuerdo mucho de esa patria m¨ªa. La que no me gusta nada es la patria de los patriotas espa?oles¡±.
Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, una vida en im¨¢genes
Consagrado entre los poetas j¨®venes, en Bogot¨¢, efectivamente, se convirti¨® en novelista con Dos d¨ªas de septiembre, que recibi¨® el premio Biblioteca Breve de 1961, un galard¨®n en el que le sucedi¨® Mario Vargas Llosa con La ciudad y los perros. Centrada en la sociedad estamental y clasista del vino de Jerez, Caballero Bonald termin¨® repudiando esa novela por ¡°demasiado deudora¡± de la est¨¦tica social triunfante durante la posguerra. ?l, que era el autor m¨¢s barroco de su generaci¨®n, prefer¨ªa las audacias expresivas de t¨ªtulos posteriores como ?gata ojo de gato (1974), galardonado con el premio de la Cr¨ªtica, o Campo de Agramante (1992).
M¨²sica y matem¨¢ticas
Sus dudas sobre el ¡°formalismo tem¨¢tico¡± en que se tradujo muchas veces el compromiso antifranquista ¨Dque en 1966 dio con sus huesos en la c¨¢rcel de Carabanchel por un mes¨D hicieron que desde?ase otro de sus libros, esta vez de poes¨ªa: Pliegos de cordel (1963). Su obra po¨¦tica completa, reunida en el volumen Somos el tiempo que nos queda, re¨²ne t¨ªtulos como Descr¨¦dito del h¨¦roe (1977), premio de la Cr¨ªtica al a?o siguiente, Laberinto de Fortuna (1984), Diario de Arg¨®nida (1997) o libros nacidos, en plena vejez, de una particular mezcla de indignaci¨®n c¨ªvica y exigencia est¨¦tica: Manual de infractores (2005), La noche no tiene paredes (2009), Entreguerras (2012) y Desaprendizajes (2015). Descre¨ªdo de la separaci¨®n entre fondo y forma, reescrib¨ªa sus versos cada vez que se publicaban y resum¨ªa su po¨¦tica as¨ª: ¡°En un poema las palabras tienen que tener un significado m¨¢s rico que el que tienen en el diccionario. A veces pones juntas dos palabras que nunca lo han estado y abren un mundo, rompen un sello. Y lo hacen por el puro atractivo fon¨¦tico. La poes¨ªa es una mezcla de m¨²sica y matem¨¢ticas: tonalidad y rigor¡±.
Otra de las facetas de un hombre que tuvo mil es, precisamente, la musical. En 1969 firm¨® otra obra magna: el Archivo del cante flamenco, un ¨¢lbum de seis discos y estudio preliminar grabado para la compa?¨ªa Vergara. Como los folcloristas estadounidenses a los que admiraba, el poeta realiz¨® un viaje de dos a?os en busca del cante, con la idea de rescatar las voces de maestros a punto de desaparecer. Durante los a?os siguientes se gan¨® la vida como fil¨®logo en el Seminario de Lexicograf¨ªa de la Real Academia Espa?ola y como productor en Ariola, discogr¨¢fica para la que se ocup¨® de discos de una nueva generaci¨®n de cantantes llamados Luis Eduardo Aute, Joan Manuel Serrat, Mar¨ªa del Mar Bonet, Llu¨ªs Llach, Paco Ib¨¢?ez o Vainica Doble.
¡°He vivido muchos a?os y lo menos que puedo tener son etapas¡±, dec¨ªa, pero lo cierto es que el suyo es un caso ¨²nico en la historia de la literatura espa?ola de la segunda mitad del siglo XX. Cuanto ten¨ªa ya un lugar de privilegio en los cap¨ªtulos de poes¨ªa y novela hubo que abrirle otro en el de autobiograf¨ªas. En 1995, con Tiempo de guerras perdidas, comenz¨® a publicar sus memorias, que en 2001 tuvieron su continuaci¨®n en La costumbre de vivir y una d¨¦cada larga despu¨¦s culminaron con un particular ap¨¦ndice: el magistral, agudo y deslenguado volumen de retratos Examen de ingenios.
Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, lo dec¨ªa ¨¦l mismo, nunca se estuvo ¡°ni quieto ni callado¡±. Tuvo, adem¨¢s, una virtud rara entre los de su gremio: dec¨ªa lo mismo en p¨²blico que en privado. Y por escrito. As¨ª, pod¨ªa defender con entusiasmo la excelencia literaria de compa?eros suyos de generaci¨®n como Juan Goytisolo y Jos¨¦ ?ngel Valente mientras criticaba sus egolatr¨ªas. O ponderar en Camilo Jos¨¦ Cela una generosidad solo comparable en peso y medida a su gigantesca vanidad. Nunca hablaba de o¨ªdas. A finales de los a?os cincuenta Caballero Bonald fue subdirector de una revista clave para la cultura de la posguerra, la interior y la del exilio, Papeles de Son Armadans, fundada por Cela en Palma de Mallorca. El desencuentro entre ambos terminar¨ªa, cuarenta a?os despu¨¦s, enturbiando el frustrado ingreso del poeta en la RAE. Despu¨¦s de quedarse fuera por un solo voto cuando era el ¨²nico candidato, lo dej¨® estar para siempre y se sent¨® a esperar todos los premios, que llegaron bajo el nombre de Nacional de Literatura, Nacional de las Letras, Reina Sof¨ªa de Poes¨ªa y, finalmente, el Cervantes.
En 2020, un tiempo que en su ¨²ltima entrevista con EL PA?S identific¨® con ¡°la tercera guerra mundial¡±, super¨® el coronavirus. Su libro Manual de infractores recoge un poema titulado Salvedad que a Caballero Bonald le hac¨ªa gracia comentar cuando alguien elogiaba su longevidad: ¡°Todos aquellos que han sobrevivido / a tres naufragios, tienen asegurada / la inmortalidad. / (...) / Mi suerte ya est¨¢ echada: / un naufragio me queda para atajar la muerte¡±. Fue, sobre todo, poeta, pero ten¨ªa desde 1977 el t¨ªtulo de patr¨®n de embarcaciones a vela y a motor. Y ese tercer naufragio nunca lleg¨®.
Principales t¨ªtulos
'Las adivinaciones' (1952).
'Descr¨¦dito del h¨¦roe' (1977).
'Laberinto de Fortuna' (1984).
'Manual de infractores' (2005).
'Entreguerras' (2012).
NOVELA
'?gata ojo de gato' (1974).
'Campo de Agramante' (1992).
MEMORIAS
'Tiempo de guerras perdidas' (1995).
'La costumbre de vivir' (2001).
Hondo quej¨ªo por la muerte del ¡°t¨ªo Pepe¡±
¡°Pepa, Pepe pupa¡±, por Luis Garc¨ªa Montero
Caballero Bonald, tiempos de guerras y heridas y canciones, por Juan Cruz
Babelia
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