Vuelta a las andadas
La fatiga pand¨¦mica tiene tambi¨¦n su reflejo en el tablero internacional. Retorna el virus de la inestabilidad, se reabren conflictos que parec¨ªan olvidados. Aumenta la desaz¨®n mundial
A medida que avanza la vacunaci¨®n, sobre todo en los pa¨ªses ricos, olvidando que es toda la humanidad quien tiene que ser vacunada, nos adentramos en la secuela cr¨®nica de la pandemia, la fatiga pand¨¦mica como una covid en diferido. Esa fatiga tiene tambi¨¦n su reflejo en el tablero internacional. Retorna el virus de la inestabilidad, se reabren conflictos que p...
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A medida que avanza la vacunaci¨®n, sobre todo en los pa¨ªses ricos, olvidando que es toda la humanidad quien tiene que ser vacunada, nos adentramos en la secuela cr¨®nica de la pandemia, la fatiga pand¨¦mica como una covid en diferido. Esa fatiga tiene tambi¨¦n su reflejo en el tablero internacional. Retorna el virus de la inestabilidad, se reabren conflictos que parec¨ªan olvidados. Aumenta la desaz¨®n mundial.
Rebrota la violencia en Oriente Pr¨®ximo y tambi¨¦n la duda existencial en Europa que inaugura unos estados generales para decidir, ?de una vez?, qu¨¦ quiere ser de mayor. Una suerte de pandemia geopol¨ªtica. Abandonad toda esperanza de que los asuntos internacionales mal enfocados se disolver¨¢n por s¨ª solos. Ya no los advirti¨® Dante.
El nuevo estallido del conflicto m¨¢s antiguo, irresuelto, el de Israel y Palestina, que so?¨¢bamos dormido, regresa contumaz. Biden, tras declarar el fin de la guerra de Afganist¨¢n, perdida, la m¨¢s larga de su pa¨ªs, pensaba que EE UU pod¨ªa dejar tambi¨¦n de ocuparse de la regi¨®n del Pr¨®ximo y Medio Oriente.
Parec¨ªa que el petr¨®leo del golfo P¨¦rsico ya no era un factor determinante ¨Dla tecnolog¨ªa del fracking refuerza la autonom¨ªa del oro negro de la que disfruta EE UU¡ª disminuyendo el peso cr¨ªtico de la regi¨®n medio oriental para Washington. Una pandilla de piratas cibern¨¦ticos, desde suelo ruso, reproducen en EE UU el p¨¢nico a las colas en las gasolineras. Un ciberataque contra el oleoducto que bombea gasolina desde el golfo de M¨¦xico a la costa Este.
Un incidente menor en Jerusal¨¦n en un intento de cambiar la demograf¨ªa de la parte Este de la ciudad, preponderantemente ¨¢rabe, desborda el malestar palestino que es contestado con una fuerte represi¨®n. Chorrean a los manifestantes con agua f¨¦tida como si fueran animales. Israel trata a los palestinos como ciudadanos de segunda, neg¨¢ndoles su derecho a habitar en su propia tierra. Linchamientos mutuos producto de un odio extremo.
Los extremistas de los dos bandos: Ham¨¢s y Netanyahu, incendian las pasiones. Vuelta a las andadas. El d¨¦bil, que goza de ayuda militar iran¨ª, bombardea con centenares de misiles el territorio israel¨ª. Ham¨¢s y la Yihad Isl¨¢mica alientan choques sectarios y queman sinagogas en la ciudad israel¨ª de Lod. Venganza de Israel con la laminaci¨®n de Gaza con un desmedido ataque a¨¦reo y de artiller¨ªa. La lucha con fondo religioso y nacionalista de dos pueblos por la misma tierra. Siete guerras desde 1947. Todas perdidas por los palestinos.
Biden, preocupado por el ascenso de China y la reconstrucci¨®n dom¨¦stica no apostar¨¢ por la b¨²squeda negociada de una soluci¨®n final, que ahora ve imposible. Aunque est¨¦ convencido de que la soluci¨®n de los dos Estados es la ¨²nica manera de acabar con el conflicto. Paz por territorios volviendo a las fronteras anteriores a la guerra de 1967. Europa confirma su rendici¨®n estrat¨¦gica en el Mediterr¨¢neo, Mare Nostrum. Borrell, jefe de la diplomacia europea, asegura que la UE no tiene la capacidad de presionar a las partes. Y pone la guinda: el n¨²mero de v¨ªctimas es ¡°inaceptablemente elevado¡±. Lamentable. ?Cu¨¢l ser¨ªa el nivel aceptable para Bruselas?