Reducir la fatiga pand¨¦mica
Casi un a?o enfrent¨¢ndonos al coronavirus pasa factura. El cansancio puede hacer que relajemos las medidas preventivas. Pero tambi¨¦n hay remedio para ello
Si te encuentras cansado y con pocas fuerzas para hacer cosas, no est¨¢s solo. La fatiga es una de las consecuencias m¨¢s inc¨®modas e inesperadas que nos ha tra¨ªdo la pandemia. Estamos agotados. Y lo estamos por muchos motivos. Uno de ellos es el derivado de la enfermedad. Como comprob¨® una investigaci¨®n realizada en Irlanda durante el verano, la mitad de las personas que hab¨ªan contra¨ªdo la covid-19 presentaban s¨ªntomas de fatiga f¨ªsica severa hasta 10 semanas despu¨¦s de haber recibido el alta m¨¦dica. El virus agota. Pero no solo estamos exhaustos porque nos hayamos infectado; podemos encontrarnos as¨ª por otras causas.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha denominado fatiga pand¨¦mica al cansancio derivado del agotamiento que est¨¢ creando la hipervigilancia y las consecuencias ante un virus que nadie ve, pero que todos sabemos que est¨¢ ah¨ª, como explica Laura Rojas Marcos, doctora en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica. Solo hace falta echar un vistazo a los datos. La Oficina del Censo de Estados Unidos realiza encuestas semanales sobre la salud mental de sus ciudadanos. A finales de noviembre, el 69% de los encuestados afirmaron sufrir frecuentemente s¨ªntomas de nerviosismo, ansiedad o la sensaci¨®n de encontrarse al l¨ªmite. Al principio de la pandemia, esta cifra se situaba apenas en el 25%.
La fatiga pand¨¦mica se produce por diversos motivos. Uno de ellos es consecuencia del estado de hipervigilancia para evitar caer enfermos, lo que fuerza nuestro sistema hormonal y endocrino de manera constante. No obstante, este estado nos hace m¨¢s vulnerables ante ciertas patolog¨ªas como la ansiedad o la depresi¨®n, afirma Javier ?lvarez C¨¢ceres, psic¨®logo y especialista en ansiedad. La situaci¨®n econ¨®mica y la incertidumbre que vivimos est¨¢n creando un desgaste acumulativo. A los factores anteriores, la OMS suma la privaci¨®n de libertad derivada de los confinamientos, las quejas o el aburrimiento. Por eso las autoridades temen un relajamiento de las medidas preventivas que debemos observar para protegernos del coronavirus. Pero no todo son malas noticias.
Sabemos que somos vulnerables a la fatiga pand¨¦mica por causas psicol¨®gicas, pero tambi¨¦n que podemos hacerle frente a trav¨¦s de algunas pr¨¢cticas relacionadas con el bienestar y el cuidado personal. Los expertos proponen diversas f¨®rmulas para conseguirlo. Veamos algunas de ellas para practicar en nuestro d¨ªa a d¨ªa.
Normalizar lo que sentimos. ¡°Es normal que podamos sentirnos tristes o estresados¡±, sostiene ?lvarez C¨¢ceres. Estos ¨²ltimos meses est¨¢n siendo muy duros para la mayor¨ªa de las personas, ya sea por un motivo o por otro. La sensaci¨®n de culpabilidad por no estar al 100% no ayuda en absoluto. Necesitamos no pelearnos con lo que nos ocurre y ponernos manos a la obra para reducir ese estado de culpa.
El bienestar debe ser una prioridad. Al igual que nos cuidamos f¨ªsicamente cuando nos ponemos mascarillas o atendemos las normas de seguridad, tenemos que prestar especial cuidado a nuestro bienestar interior. Los objetivos han de depender de nosotros mismos y de nuestras posibilidades. Necesitamos focalizarnos en lo que depende de nosotros. En el aqu¨ª y el ahora. La pandemia nos obliga a vivir un presente en estado puro. No conocemos el ma?ana, as¨ª que pensemos cada d¨ªa en aquello que podemos hacer para sentirnos bien dentro de las posibilidades y de los recursos que est¨¢n a nuestro alcance.
El autocuidado f¨ªsico es m¨¢s importante que nunca. En los meses de invierno, cuando las horas de luz solar son m¨¢s reducidas, tenemos que cuidar de nuestro sistema inmunitario con m¨¢s ¨¦nfasis, nos recuerda la doctora Rojas Marcos. Para hacerlo, podemos establecer rutinas de ejercicios, aunque sean sencillas, disfrutar de una buena alimentaci¨®n y, si es posible, pasear diariamente para tomar algo de sol, que es una de las fuentes m¨¢s importantes de la vitamina D.
Necesitamos un descanso psicol¨®gico. Ponernos a dieta de noticias que nos da?an. Darnos permiso para desconectar. ¡°Si te saltas un d¨ªa, no pasa nada¡±, recomienda la doctora Rojas Marcos a sus pacientes. La tendencia a consumir historias negativas es tan habitual que se ha inventado un t¨¦rmino para denominarla: doomscrolling. Se trata de un estado en el que podemos caer inconscientemente. Nuestro bienestar debe ser un objetivo prioritario, por lo que puede ser un buen momento para desconectarnos de ciertas redes o de programas de televisi¨®n que nos agotan o nos enfadan. Tambi¨¦n necesitamos descansar de nuestras relaciones. Tenemos que evitar ciertas conversaciones en torno a la covid-19 o al miedo. No significa negar su existencia ni olvidarnos de su peligro, sino de no alimentar mensajes que acent¨²en el desgaste.
Por ¨²ltimo, para contrarrestar la fatiga, est¨¢ en nuestras manos realizar actividades que nos recarguen de energ¨ªa positiva. Podemos recuperar hobbies, leer, jugar, re¨ªrnos y, aunque sea de manera virtual, compartir un tiempo agradable con nuestros amigos y con nuestros seres queridos.
Pilar Jeric¨® es coordinadora del blog Laboratorio de felicidad de EL PA?S.
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