Centro de gravedad permanente

Ahora que se nos ha ido Franco Battiato, y con su m¨²sica sonando a todo trapo, veo danzar a los chilenos por sus resultados electorales del domingo, mientras no cesan las protestas en Colombia. Son los escenarios donde en este momento se manifiesta la fractura que hemos visto en los ¨²ltimos a?os, con distintas intensidades, en otras partes del mundo. La crisis de los partidos tradicionales, la desesperanza que provocan los discursos de cart¨®n piedra, la impaciencia por sentirse part¨ªcipes de la transformaci¨®n de la econom¨ªa y de las relaciones sociales y pol¨ªticas que exige el presente.

En Espa?a llevamos d¨ªas escuchando a los que juzgan por sus resultados en la clase pol¨ªtica lo que aqu¨ª signific¨® el 15-M. Son todos los que dicen ¡°hoy tenemos una situaci¨®n peor¡±, ¡°la fragmentaci¨®n pol¨ªtica no ha resuelto nuestros problemas, sino que los ha agravado¡±, ¡°la mejor prueba de su inutilidad es que quienes encarnaron la nueva pol¨ªtica ya no est¨¢n¡± y toda la retah¨ªla de argumentos que rezuman nostalgia por un mundo que ya no existe y ninguna propuesta para avanzar. Que le pregunten a los j¨®venes espa?oles que siguen con un 40% de paro y sueldos un 50% m¨¢s bajos que en los a?os ochenta, seg¨²n Fedea. Y una expectativa laboral, cuando empiezan a trabajar, de 15 a?os de precariedad.

Lo que no resuelve nada es la voluntad gatopardiana de apropiarse del discurso de quienes protagonizan estas fracturas para no tocar despu¨¦s ninguna de las estructuras que las hicieron emerger. Tarde o temprano la grieta reaparece. Es lo que parece haber entendido Joe Biden, desde la altura de sus 78 a?os y una carrera fundamentada en la moderaci¨®n liberal. Sin devolver esperanza a la clase media y combatir las bolsas de marginaci¨®n no va a haber democracia que resista. Y todas las fuerzas pol¨ªticas ya tardan en resetear su librillo para tratar de encajar la nueva realidad. O se arriesgan a desaparecer. Porque enfrente est¨¢ el r¨¦gimen autoritario chino, compitiendo con ¨¦xito en todo lo que no sean las libertades individuales y convirti¨¦ndose en el contraejemplo del mundo que viene.

Es posible que no exista el centro de gravedad permanente, como quiz¨¢s sab¨ªa Battiato. Pero es su b¨²squeda lo que mueve, imparable, el mundo. Eso s¨ª, como ¨¦l cantaba, sin olvidarnos de la gente y de sus cosas. @PepaBueno