Graves carencias sociales

El a?o en que mayor necesidad hemos experimentado de unos servicios sociales que detectaran y paliaran las carencias m¨¢s b¨¢sicas de la poblaci¨®n es tambi¨¦n el que pone en evidencia su debilidad, burocratizaci¨®n y enorme desequilibrio en el territorio espa?ol. El 40% de la poblaci¨®n espa?ola vive en comunidades con servicios sociales d¨¦biles o irrelevantes, seg¨²n el informe de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, rigurosa especialista en el sector. Si bien la inversi¨®n de las comunidades en servicios sociales ha ido remontando desde el punto bajo registrado en 2014 como consecuencia de los recortes de la gran crisis de hace una d¨¦cada, el dato de 2019 recogido en el informe apunta a que las regiones gastaron de media el 1,98% de su PIB. Esto significa que todav¨ªa no se ha regresado al 2,02% de 2012, el primer a?o estudiado.

Esta cifra de conjunto esconde grandes disparidades, en las que solo el Pa¨ªs Vasco y Navarra presentan un resultado de altura. La fotograf¨ªa de 2020 deja al descubierto la situaci¨®n general bastante deficiente de los recursos empleados en los servicios sociales, el desinter¨¦s de algunos gobiernos regionales y la ausencia entre las prioridades de muchos gobernantes de este asunto clave para un Estado de bienestar. El ¨ªndice DEC, que elabora la citada asociaci¨®n a partir de decenas de indicadores, recoge datos de los dos ¨²ltimos a?os, por lo que la devastaci¨®n social de la pandemia no est¨¢ a¨²n reflejada plenamente, pero realiza un retrato muy aproximado del escenario social a la llegada del coronavirus.

Si Euskadi y Navarra logran una nota ¡°excelente¡±, en el otro extremo el estado de los servicios sociales en Madrid, Murcia, Cantabria y Canarias merece una calificaci¨®n de ¡°irrelevante¡±, con una inversi¨®n irrisoria que las sit¨²a a la cola de Espa?a. Especialmente vergonzoso es que la Comunidad de Madrid, con el mayor PIB por habitante del pa¨ªs, se encuentre al final, con semejante abandono de los servicios que deben asistir a la poblaci¨®n m¨¢s necesitada.

Cuestiones esenciales como la ayuda a domicilio a mayores, centros de d¨ªa, teleasistencia, dependencia, violencia de g¨¦nero, centros ocupacionales, acogimiento familiar o personas sin hogar quedan as¨ª postergados. M¨¢s all¨¢ de lo social, el plan conocido esta semana sobre el recorte de centros de atenci¨®n primaria es otro indicador del escaso inter¨¦s del Gobierno madrile?o por el fortalecimiento de los servicios p¨²blicos.

La poblaci¨®n se enfrenta adem¨¢s a una mara?a burocr¨¢tica que ha convertido el acceso a las ayudas concretas en un sistema laber¨ªntico, m¨¢s complicado a¨²n para personas vulnerables por su edad o situaci¨®n econ¨®mica. La gesti¨®n de los servicios sociales se convierte, en este escenario, en lo que el sector denomina un simple ¡°checking social¡± que distribuye a los usuarios hacia otras ventanillas. En paralelo, los retrasos en la distribuci¨®n del ingreso m¨ªnimo vital o de las ayudas por dependencia complican el escenario. La foto en conjunto es, por tanto, muy deficiente para la que es la cuarta econom¨ªa de la UE. Es necesario mejorar, sobre todo a la vista de la especial dureza de los tiempos que vivimos.