El peligro de que la extrema derecha gobierne Francia
La carta de los militares descontentos es una se?al de que el poder podr¨ªa volver a lo que Macron llama ¡°milicias y golpistas¡±
¡°El gran mudo¡±: as¨ª se denomina al ej¨¦rcito en Francia. Est¨¢ para defender el territorio, no para hablar, publicar opiniones ni, mucho menos, escribir una carta al presidente de la Rep¨²blica. Sin embargo, el pasado 21 de abril veinte generales retirados, un centenar de altos mandos del ej¨¦rcito y unos mil militares m¨¢s publicaron, en la revista de extrema derecha Valeurs Actuelles, una carta en la que exig¨ªan ¡°el regreso del honor y el deber de nuestros gobernantes¡±. Es un llamamiento a Macron para que reaccione y ¡°defienda el patriotismo¡± porque ¡°Francia est¨¢ en situaci¨®n de riesgo, amenazada por peligros mortales¡±.
Los firmantes se?alan la erosi¨®n causada por cierto antirracismo que pretende crear el odio entre comunidades y quiere una guerra civil. Estas personas ¡°desprecian nuestro pa¨ªs, sus tradiciones y su cultura¡±. Por tanto, no son franceses, o son malos franceses extraviados en luchas ilusorias cuyo objetivo es debilitar a Francia.
La carta cay¨® como una bomba, sobre todo porque se dio a conocer al mismo tiempo que en varias regiones del pa¨ªs se comet¨ªan actos de enorme violencia. La polic¨ªa es despreciada, poco querida, carece de autoridad real y, sobre todo, est¨¢ desmotivada. La inseguridad aumenta y da la impresi¨®n de que el pa¨ªs no est¨¢ gobernado.
Emmanuel Macron no tuvo una reacci¨®n p¨²blica, pero en privado, entre sus asesores, se mostr¨® furioso: ¡°Marine Le Pen muestra su verdadero rostro, el de las milicias y los golpistas¡±. Por su parte, Le Pen exhort¨® a los firmantes de la carta a unirse a ella en su ¡°batalla por Francia¡±.
En realidad, desde la aparici¨®n de los chalecos amarillos en noviembre de 2018, el Estado ha demostrado que no controla la situaci¨®n. Los manifestantes protestaban todos los s¨¢bados contra la pobreza, entre otras cosas, y llegaron a asaltar el Arco del Triunfo, quemar bienes p¨²blicos y otros actos similares. Y Macron no supo reaccionar ante aquella contestaci¨®n tan amplia y prolongada. Habl¨® con alcaldes, se reuni¨® con ciudadanos indignados, pero no hubo ninguna respuesta firme y decisiva a este nuevo tipo de movimiento social.
Por si fuera poco, la pandemia, mal gestionada al principio, ha acentuado la torpeza del Gobierno y su incapacidad de gobernar un pa¨ªs en el que son frecuentes los ataques contra la democracia.
Es cierto que los fanatismos est¨¢n en ascenso: antirracistas resentidos con los ¡°blancos¡±, feministas radicalizadas, ecologistas sin matices e islamistas que aprovechan este desorden para cometer cr¨ªmenes a plena luz del d¨ªa.
Este es el panorama de una Francia que da la impresi¨®n de haber perdido el rumbo y deja el campo libre a la extrema derecha de Marine Le Pen, mientras ella se prepara para las elecciones presidenciales que se celebrar¨¢n en mayo de 2022. Varios sondeos la dan como ganadora frente a Macron en la segunda vuelta. Otros prev¨¦n un empate. Motivo suficiente para crear ansiedad y preocupaci¨®n.
El Reagrupamiento Nacional (Rassemblement National, el nuevo nombre del Frente Nacional) ha roto con Jean-Marie Le Pen, que manten¨ªa una postura m¨¢s dura y xen¨®foba. Marine Le Pen ha cambiado el contenido de su discurso y est¨¢ consiguiendo atraer cada vez a m¨¢s partidarios.
A esta situaci¨®n han contribuido dos elementos: la derecha tradicional, Los Republicanos, est¨¢n debilitados y sobre todo divididos, hasta el punto de que no han logrado ponerse de acuerdo en un candidato cre¨ªble que presentar frente a Macron. La izquierda socialista est¨¢ pr¨¢cticamente desaparecida. Queda el partido de M¨¦lenchon, la Francia Insumisa, que agita pero no supera el 10% de los votos en general.
Macron es inteligente, pero le falta experiencia y ha vivido poco. No ha sufrido dificultades en su vida y gobierna como un tecn¨®crata convencido de que puede resolver todo con actuaciones en el momento que no conducen a nada tangible. Aun as¨ª, ha conseguido dividir a los republicanos con la captaci¨®n de destacados representantes de la derecha tradicional para su movimiento La Rep¨²blica en Marcha.
A prop¨®sito de los ¨²ltimos atentados terroristas en Francia (42 atentados desde 2012, reivindicados principalmente por los seguidores del ¡°Estado Isl¨¢mico¡±), Marine Le Pen y algunas voces de los Republicanos han denunciado ¡°la relaci¨®n entre inmigraci¨®n y terrorismo¡±. Esa relaci¨®n, en la que insiste a menudo el periodista y polemista Eric Zemmour, que dice que ¡°no existen diferencias entre el islam y el islamismo¡±, no se corresponde con la realidad. Los autores de la mayor¨ªa de los atentados eran franceses, sin duda de origen inmigrante, pero no inmigrantes ellos mismos. Los dem¨¢s, como el checheno que degoll¨® a Samuel Paty, un profesor que se atrevi¨® a hablar de las caricaturas del profeta en clase, y el tunecino que mat¨® a St¨¦phanie Monferm¨¦, una administrativa de la comisar¨ªa de Rambouillet, son casos particulares, que no representan al conjunto de la inmigraci¨®n en Francia.
Hay que tomarse muy en serio la posibilidad de que la extrema derecha gobierne el pa¨ªs. A pesar de que Marine Le Pen es incompetente (sobre todo en econom¨ªa), y dice muchas tonter¨ªas, cada vez m¨¢s franceses la votan y piensan que ella puede salvarlos de la precariedad, la pobreza y esa decadencia de Francia que proclaman los intelectuales de todo signo. Para la mayor¨ªa de los franceses, el hecho de que el Instituto Pasteur y el laboratorio Sanofi hayan renunciado a investigar una vacuna contra la covid-19 es un retroceso intolerable en el pa¨ªs de Pasteur y de Pierre y Marie Curie.
La carta de los generales llega justo cuando empieza la campa?a para las elecciones presidenciales. Una se?al de que, al margen de la derecha y de la izquierda, dos conceptos que ya no funcionan, el poder podr¨ªa volver a manos de lo que Macron denomina ¡°milicias y golpistas¡±; eso le situar¨ªa en compa?¨ªa del general De Gaulle, que vio desafiada su autoridad por el golpe de mano de los generales en 1958 en Argel.
Tahar Ben Jelloun es escritor, ganador del Premio Goncourt en 1987.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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