?Hasta cu¨¢ndo Bolsonaro seguir¨¢ mat¨¢ndonos y el mundo mirando?
La inacci¨®n de Europa ante el exterminio que promueve el presidente de Brasil contra su pueblo puede convertirse en una mancha hist¨®rica
Las brasile?as y los brasile?os estamos siendo exterminados por Jair Messias Bolsonaro. El s¨¢bado, el n¨²mero de muertos por covid-19 alcanz¨® el medio mill¨®n. Solo Estados Unidos ha superado esa marca, por los horrores que cometi¨® Donald Trump. Hoy, el pa¨ªs que gobierna Joe Biden se recupera, con casi la mitad de la poblaci¨®n inmunizada. Brasil tiene menos del 12% y el n¨²mero de v¨ªctimas crece a una media de 2.000 muertos al d¨ªa. Ante el horror, ?qu¨¦ dijo el presidente de Brasil el jueves en un directo de Facebook? Reafirm¨® que el contagio es ¡°m¨¢s efectivo que la vacuna¡± y que, mientras sea presidente, luchar¨¢ ¡°para que los buenos ciudadanos tengan un arma y no est¨¦n obligados a llevar mascarilla¡±.
Abrumados por el dolor y la desesperaci¨®n, cientos de miles de brasile?os salieron a la calle el s¨¢bado, arriesg¨¢ndose a contagiarse y morir, para gritar: ¡°?Fuera, genocida!¡±. Es la segunda manifestaci¨®n masiva contra Bolsonaro durante la pandemia. La elecci¨®n se bas¨® en un c¨¢lculo de riesgos: Bolsonaro es m¨¢s peligroso que el virus.
Mientras el pueblo se arriesga en la calle por el bien com¨²n, la ¨¦lite financiera calcula si el l¨ªder ultraderechista puede seguir dando beneficios en el poder. Como los que m¨¢s mueren son ¡°la carne m¨¢s barata del mercado¡±, los negros y los ind¨ªgenas, permanece indiferente a los cad¨¢veres. Y el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Arthur Lira, sigue con sus posaderas repantingadas sobre m¨¢s de 120 solicitudes de impeachment contra Bolsonaro, negociando m¨¢s cargos y fondos para diputados en un chantaje expl¨ªcito con dinero p¨²blico.
?Y la comunidad internacional, que tiene un gran poder de presi¨®n en un mundo globalizado? Brasil es demasiado grande para fingir que no ve lo que sucede, como hace hist¨®ricamente con pa¨ªses m¨¢s peque?os y algunas naciones africanas. El plan de Bolsonaro de propagar el virus para obtener la ¡°inmunidad de reba?o¡± est¨¢ muy bien documentado. Contra la poblaci¨®n en general, es un crimen de exterminio. Contra los ind¨ªgenas, es un genocidio. Pero las comunicaciones por cr¨ªmenes de lesa humanidad se remansan en la Corte Penal Internacional y las autoridades, con pose de impolutas, siguen haciendo negocios con Bolsonaro.
En un futuro muy cercano, los exponentes de la democracia europea tendr¨¢n que explicar qu¨¦ hac¨ªan mientras Bolsonaro nos mataba. Pero para entonces ser¨¢ demasiado tarde. Que nos ahorren al menos los debates en salones ilustrados sobre por qu¨¦ mueren las democracias. Si sus instrumentos no sirven para proteger a los pueblos en momentos como el que vive Brasil, no hay comunidad global ni democracia que merezca ese nombre. Vamos a descubrir cu¨¢ntas muertes hacen falta para ofender las delicadas narices de los liberales.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza
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