Hacia una mejor globalizaci¨®n

Un total de 130 gobiernos ¡ªrepresentantes de pa¨ªses cuyas econom¨ªas suman m¨¢s del 90% del PIB mundial¡ª han aprobado un plan para obligar a las empresas multinacionales a pagar una tasa m¨ªnima por el impuesto sobre los beneficios del 15%. El acuerdo tiene lugar tras m¨¢s de diez a?os de negociaciones en el seno de la OCDE tendentes a garantizar un sistema fiscal internacional m¨¢s justo, en el que las grandes empresas con proyecci¨®n transfronteriza dejen de hacer uso de jurisdicciones de conveniencia y estrategias de ingenier¨ªa fiscal para eludir el pago de impuestos. Con el nuevo sistema, las multinacionales pagar¨¢n m¨¢s y lo har¨¢n tambi¨¦n en los pa¨ªses donde generan sus beneficios, algo que se ven¨ªa vulnerando, especialmente por parte de las grandes empresas digitales. Salvando esa tasa m¨ªnima del 15%, los gobiernos seguir¨¢n disponiendo de la capacidad para fijar sus tarifas impositivas, pero ahora sujeta a una supervisi¨®n multilateral.

El acuerdo se aplicar¨¢ a multinacionales de gran tama?o, inicialmente con facturaci¨®n de m¨¢s de 20.000 millones de d¨®lares, para reducirlos a 10.000 millones transcurridos siete a?os. Como en disposiciones similares, existen excepciones y periodos de adaptaci¨®n para empresas especiales o pertenecientes a sectores de dif¨ªcil concreci¨®n de la ubicaci¨®n fiscal de sus actividades normales. En cuanto a los firmantes, nueve de los 139 que participaron en la negociaci¨®n se han negado al pacto, entre ellos Irlanda, Estonia y Hungr¨ªa. La Uni¨®n Europea deber¨¢ ser consecuente con este acuerdo y reducir la tolerancia que hasta ahora manten¨ªa con algunos pa¨ªses alejados de c¨®digos de conducta m¨ªnimamente aceptables.

Pero estas limitaciones no restan importancia al pacto. El respaldo conseguido es ampl¨ªsimo, con la comprometida adhesi¨®n del G-20, incluidas las inicialmente remisas China y la India. Los recursos que podr¨¢n recuperar las haciendas p¨²blicas de los pa¨ªses, estimados por la OCDE entre 100.000 y 250.000 millones de d¨®lares cada a?o, son significativos, especialmente en un periodo de dificultad para las finanzas p¨²blicas como el actual. La pobre contribuci¨®n tributaria de algunas grandes empresas dificulta la inversi¨®n en servicios sociales en muchos pa¨ªses.

Esta coordinaci¨®n entre gobiernos, adem¨¢s, es particularmente relevante en un momento en el que se trata de reforzar el multilateralismo da?ado durante los a?os de la anterior presidencia estadounidense. Gobernar la globalizaci¨®n requiere de actuaciones como la ahora aprobada en otros ¨¢mbitos como el comercial, el cambio clim¨¢tico o el respeto de los derechos laborales. Adem¨¢s, la decisi¨®n es trascendental porque significa un avance hacia el juego limpio y la igualdad de oportunidades. La elusi¨®n fiscal practicada por las multinacionales, con la activa complicidad de algunos gobiernos que se ofrecen como para¨ªsos fiscales, generaba unas distorsiones inaceptables, tanto en t¨¦rminos de competencia como entre el conjunto de los contribuyentes. Su definitiva ampliaci¨®n, con el respaldo probable del G-20, adem¨¢s de reparar un serio factor de corrosi¨®n del sistema econ¨®mico asentar¨¢ la din¨¢mica de globalizaci¨®n sobre bases m¨¢s estables, menos vulnerables a la contestaci¨®n pol¨ªtica.