Estado de alarma y sentido com¨²n

Habr¨¢n observado que todos nos hemos convertido en juristas, no solo los tertulianos. Y, como todo en este bendito pa¨ªs, siempre llevando cada cual el ascua a su sardina: los del bloque de la derecha, alabando a la mitad (+1) del TC que ha sentenciado a favor del estado de excepci¨®n; los del de izquierdas, a la mitad que opt¨® por el estado de alarma. Todo vale para seguir abundando en la brecha. Y por si no tuvi¨¦ramos ya suficientes razones para discrepar, hemos encontrado un nuevo motivo entrando al trapo de la discusi¨®n bizantina que nos suscita el TC: limitaci¨®n o suspensi¨®n, that¡¯s the question. Como siento un cierto pudor a la hora de meterme en lo que es una discusi¨®n esencialmente jur¨ªdica, me limito a valorarla a partir de un concepto un tanto indeterminado, pero m¨¢s potente de lo que parece, el sentido com¨²n.

La pandemia, con su confinamiento obligatorio, fue una de las experiencias m¨¢s traum¨¢ticas que nos haya tocado vivir como colectivo. Que un a?o y medio despu¨¦s venga a decirnos el TC qu¨¦ es lo que el Gobierno hubiera debido hacer es, cuando menos, un tanto chocante. ?Hubiera dicho lo mismo en medio de la urgencia, ante la incertidumbre del momento? Recordemos que las condiciones para declarar el estado excepci¨®n son mucho m¨¢s gravosas: requiere la aprobaci¨®n previa del Congreso, no un decreto del Gobierno, y se establece una ¨²nica posibilidad de pr¨®rroga. Creo que aqu¨ª el TC cae en eso que se llama ¡°prejuicio de retrospectiva¡± (hindsight bias), la distorsi¨®n introducida una vez que se conocen los hechos, pero que tiende a ignorar la opini¨®n previa a que estos se conocieran. Se dir¨¢ que eso es secundario, que lo que importa es la naturaleza de las medidas. ?Cabe imaginar, sin embargo, que pueda haber ¡°otras¡± en el caso de epidemias, uno de los supuestos establecidos para la aplicaci¨®n del estado de alarma? ?Pueden combatirse aquellas sin confinamiento y la limitaci¨®n de derechos que comportan? No ha habido peste que se haya atajado de otra forma, y eso tuvo que haberlo sabido el constituyente.

Luego est¨¢ la naturaleza del propio recurso de Vox. Su queja, recuerden, es que se estaban restringiendo derechos fundamentales al aplicarse el estado de alarma. ?Qu¨¦ hubieran pensado si se hubiera aplicado el estado de excepci¨®n? Ojo, el TC no dice que no tuvi¨¦ramos que haber sido confinados, sino cu¨¢l de las figuras mencionadas deber¨ªa haber sido aplicada. No creo que a Abascal, a quien tan ufano se le ve¨ªa despu¨¦s de la sentencia, le hubiera gustado que sus manifestaciones en la calle en plena crisis a favor de la ¡°libertad¡± se reprimieran por su querido Ej¨¦rcito, algo previsto por el estado de excepci¨®n.

Ya ven, sentido com¨²n, algo alejado de las sesudas disquisiciones doctrinales. Como tambi¨¦n, que no se entiende que un ¨®rgano que aspira a imponer su auctoritas sea un coladero de filtraciones. La ¡°previa¡± de la sentencia hizo m¨¢s por desprestigiar el resultado que el resultado mismo. O el hecho de que tres magistrados ya estuvieran ¡°caducados¡±. No s¨¦ a qu¨¦ viene tanto alborozo de la oposici¨®n, o que sigan amenazando con no renovar los ¨®rganos constitucionales. El sentido com¨²n nos dice que eso es precisamente lo que m¨¢s atenta contra esa Constituci¨®n que tanto dicen defender. Quiz¨¢ lleven raz¨®n aquellos que afirman que el sentido com¨²n es el menos com¨²n de los sentidos.