Colombia, hora de elecciones
El pa¨ªs entra en modo electoral y bien vale la pena iniciar el an¨¢lisis sobre qu¨¦ representan las aspiraciones de un abanico de 30 aspirantes
El banderazo siempre est¨¢ dado con la ¨²ltima legislatura instalada, evento ocurrido el pasado 20 de julio en Colombia cuando en un hecho poco com¨²n se incumplieron los acuerdos partidistas para rotarse la conformaci¨®n de las mesas directivas del senado. Con un presidente conservador y un vicepresidente de partido de oposici¨®n, la votaci¨®n en blanco o una especie de voto castigo, le impidi¨® al representante del petrismo, Gustavo Bol¨ªvar, asumir la dignidad acordada.
Bol¨ªvar hab¨ªa reconocido durante las prolongadas protestas sociales de mayo y junio, que recolect¨® dinero e incluso habr¨ªa aportado de su pecunio para dotar de insumos, cascos, gafas, chalecos y comida, a los miembros de la llamada primera l¨ªnea, conformada por j¨®venes de todas las vertientes, quienes inicialmente aparecieron para enfrentar al Esmad (Escuadr¨®n Antidisturbios)
Esta especie de resistencia en la que se mezclaron pandillas y seg¨²n las autoridades, milicias de la guerrilla del ELN, est¨¢n siendo investigados como responsables de casos de vandalismo en Cali, Popay¨¢n y Bogot¨¢, e incluso de intentar quemar vivos a polic¨ªas, en los momentos de la degradaci¨®n de las manifestaciones, que se iniciaron en contra de una reforma tributaria y de la que Colombia qued¨® bajo la lupa de la comunidad internacional y la CIDH por violaciones m¨²ltiples a los derechos humanos que ocurrieron de parte del Estado en la represi¨®n a las mismas.
?Y por qu¨¦ resulta significativo lo ocurrido en la instalaci¨®n del periodo legislativo? Porque visibiliz¨® y profundiz¨® la ya pugnaz relaci¨®n entre los partidos del centro izquierda en Colombia, estos son Los Verdes y Colombia Humana, dejando planteada una dificultad para enfrentar a la derecha del Centro Democr¨¢tico en las presidenciales de mayo del 2022. La decisi¨®n del presidente Iv¨¢n Duque de hacer el acostumbrado discurso al pa¨ªs y retirarse del recinto para no escuchar la r¨¦plica que tiene consagrada la oposici¨®n, tambi¨¦n dej¨® en evidencia no solo el talante presidencial sino la incapacidad de escuchar al otro cuando lo que dice no valida la su gesti¨®n o ideario. Un escenario de pocos consensos en un pa¨ªs que clama por ellos.
Y en ese ambiente, el pa¨ªs entra en modo electoral y bien vale la pena desde ya iniciar el an¨¢lisis sobre qu¨¦ representan las aspiraciones de un abanico de 30 aspirantes. Lo que para muchos es la atomizaci¨®n de vanidades, o el envejecimiento del sistema pol¨ªtico, a m¨ª me resulta un s¨ªntoma de la buena salud de la democracia. Y como no es ni no estar sano para enfermarse, mejor empezar a analizar las distintas opciones a 10 meses de las elecciones.
Habr¨ªa que dividir por sectores a quienes han hecho visible su intenci¨®n pol¨ªtica: desde la llamada Coalici¨®n de la Esperanza, y a pesar de rupturas coyunturales, est¨¢n los nombres del exalcalde de Medell¨ªn Sergio Fajardo, el ex senador Juan Manuel Gal¨¢n, a la espera de recuperar la personer¨ªa del Nuevo Liberalismo, el partido de su padre asesinado, Jorge Robledo de Dignidad, luego de su ruptura con el Polo, Angela Mar¨ªa Robledo y el ex candidato presidencial y negociador de paz Humberto de la Calle adem¨¢s de un grupo de candidatos verdes, Camilo Romero, Carlos Amaya, Ivan Marulanda, Sandra Ortiz y Antonio Sanguino.
A la izquierda bajo el nombre del Pacto Hist¨®rico liderado por el grupo de Gustavo Petro, se uni¨® el nombre de Roy Barreras, quien viene de militar en el ya pr¨¢cticamente desaparecido partido de la U, la lideresa social Francia M¨¢rquez. Y llegando Luis Fernando Velasco.
En la mitad sin que se puedan ubicar en el centro pues hacen parte de visiones m¨¢s hacia la derecha que no de la extrema, aparece un grupo de l¨ªderes regionales, los llamados exalcaldes y exgobernadores Federico Guti¨¦rrez, Enrique Pe?alosa, Dilian Francisca Toro, Luis P¨¦rez, Eduardo Verano de la Rosa y Alex Char, entre otros.
Desde la tecnocracia ya anunci¨® su decisi¨®n Juan Carlos Echeverri de esencia conservadora, pero quien va por firmas, exministro de hacienda quien, como Mauricio C¨¢rdenas, aparecen dentro del escenario de la narrativa de enfrentar las dificultades socioecon¨®micas en las que nos sumi¨® la pandemia.
En la derecha se lanzan al ruedo dentro del Centro democr¨¢tico figuras del extremo uribismo como Mar¨ªa Fernanda Cabal, revive Oscar Iv¨¢n Zuluaga, se mencionan los nombres de Paloma Valencia, Carlos Felipe Mejia y Rafael Nieto.
Faltar¨ªa como en todas las elecciones la aparici¨®n de lo que en la jerga pol¨ªtica se llama el gallo tapado o candidato sorpresa. Alejandro Gaviria, ex ministro de salud y actual rector de la Universidad de los Andes, no ha comunicado su decisi¨®n a¨²n pues se debate entre su opci¨®n por una intelectualidad como la plantea Edward Said, de la lucha contra la arbitrariedad del poder o la de luchar contra la arbitrariedad desde el poder, y cuando algunos de los partidos tradicionales con sus pr¨¢cticas de anta?o est¨¢n a la cacer¨ªa del que se constituir¨ªa como una de las opciones m¨¢s modernas de entender el ejercicio de la pol¨ªtica.
Algunos de los aspirantes mencionados, aunque no podr¨ªan ser catalogados como nuevos, dan respiro al debate electoral y deber¨ªa generar al menos un optimismo en torno a que en medio de la polarizaci¨®n y las pr¨¢cticas clientelares aparecen figuras con una apuesta por el ejercicio pol¨ªtico.
No me parece menor si se tiene en cuenta la poca gobernabilidad posible y la dificultad que entra?a la comprensi¨®n de las nuevas realidades no solo en Colombia sino en el mundo, en situaciones de profundo atraso institucional, de la complejidad de sociedades que por un lado avanzan hasta hacer viajes espaciales por arribismo, o grandiosos emprendimientos que revolucionan el mercado laboral, cient¨ªficos y pensadores que inspiran el futuro y en las mismas, la miseria se traga literalmente generaciones cuando no las convierte en mendigos, ladrones y narcotraficantes.
Y no es la primera vez que existen figuras que refresquen la democracia, lo que ocurre es que las buenas opciones han sido eliminadas por perversidad o eso que llaman experiencia y no son m¨¢s que las conductas perversas que han marcado el quehacer electoral por d¨¦cadas y sus complicidades con los violentos y el atraco a las arcas del estado. Y, sin embargo, s¨ª es posible como lo muestra que una mujer como Claudia L¨®pez sea la alcaldesa de Bogot¨¢.
Otro elemento es la crisis de los partidos pol¨ªticos, la prevalencia de candidaturas que van por firmas, la dificultad para encontrar los mecanismos de elecci¨®n, alimentado por la crisis del Gobierno actual. Los partidos no tienen candidatos, y los candidatos no quieren a los partidos. Los aceptar¨¢n al final como resultado de la real politik para recoger los votos de las maquinarias que hay que evitar que se aceiten con el dinero sucio.
En opini¨®n de los expertos, la ¨²nica campa?a que arranc¨® antes fue la de Gustavo Petro quien desde su derrota en las pasadas elecciones no ha dejado de marcar la agenda medi¨¢tica, aunque parecer¨ªa haber perdido apoyos recientes. Creo que ya hay varios lanzados al agua. Pocas mujeres, por ahora contadas con los dedos, lo que resulta desafortunado.
Ojal¨¢ esta vez el ciudadano sea capaz de escudri?ar en la argumentaci¨®n de los candidatos, en su honorabilidad la del candidato y la propia, para no seguir entreg¨¢ndose por un mercado. Somos tan responsables como quienes nos gobiernan. Hay opciones por lo menos para empezar a escuchar.
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