Alerta en la educaci¨®n infantil

El ¨²ltimo informe estad¨ªstico del Ministerio de Educaci¨®n pone de manifiesto el descalabro que ha sufrido el primer ciclo de educaci¨®n infantil. La etapa que abarca a los ni?os de cero a tres a?os ha perdido este curso m¨¢s de 70.000 alumnos como consecuencia de la pandemia. La bajada de la natalidad ha influido. Pero si en septiembre la previsi¨®n del Ministerio de Educaci¨®n era que el ciclo perdiera 4.419 alumnos (un 0,9%), el descenso ha sido finalmente de 79.333 (el 16,9%), seg¨²n el informe de avance, cuyos datos todav¨ªa no son definitivos. Las causas de la ca¨ªda residen, seg¨²n los miembros de la comunidad educativa y los expertos, en el miedo de los padres a que sus hijos contrajeran el virus y a las consecuencias econ¨®micas de la pandemia. El hecho de que muchos progenitores hayan perdido el empleo ha sido un factor determinante. Por un lado, porque en tales circunstancias muchos han preferido ocuparse personalmente de sus hijos. Y por otro, porque les ha resultado m¨¢s dif¨ªcil sufragar una etapa educativa que en muchos casos sigue siendo de pago. Los centros infantiles privados han perdido un 19,8% de alumnado, mientras que el descenso en los de titularidad p¨²blica ha sido del 14,2%. La tasa de escolarizaci¨®n de la etapa ha retrocedido por primera vez desde principios de los a?os noventa, cuando empez¨® a registrarse, pasando del 41,1% al 36%.

La matr¨ªcula tambi¨¦n se ha reducido, en menor grado, en el segundo ciclo de infantil, al que asisten los ni?os de tres a seis a?os. Si se compara con la previsi¨®n oficial de septiembre, el exceso de ca¨ªda se eleva a 24.000 alumnos. En esta etapa la asistencia no es obligatoria, pero las Administraciones est¨¢n obligadas a garantizar una oferta universal gratuita, por lo que el descenso parece responder exclusivamente al miedo de los padres a la infecci¨®n de sus hijos. La tasa de escolarizaci¨®n ha descendido aqu¨ª del 97,2% al 96%, la m¨¢s baja desde el a?o 2000.

La ca¨ªda de la matriculaci¨®n debe ser motivo de alarma. Existen desde hace tiempo evidencias de que ir a la escuela en los primeros a?os de vida es una de las formas m¨¢s eficaces y eficientes de compensar desigualdades socioecon¨®micas de partida. El aumento de a?os de escolarizaci¨®n temprana se traduce en mejores resultados a lo largo de la vida acad¨¦mica, un efecto que resulta mayor cuanto menor es el nivel socioecon¨®mico de la familia a la que pertenece el ni?o. Algo particularmente importante en un pa¨ªs como Espa?a, que no destaca por sus resultados en las pruebas de evaluaci¨®n internacionales ni por el ¨¦xito de su sistema educativo a la hora de corregir la desigualdad de origen de los alumnos.

Cerca de 100.000 ni?os que en circunstancias normales habr¨ªan ido a la escuela infantil no lo han hecho este curso. Y una parte de ellos se perder¨¢ previsiblemente tambi¨¦n el pr¨®ximo, a la vista de la situaci¨®n sanitaria y econ¨®mica. El Gobierno ten¨ªa previsto crear 65.000 nuevas plazas p¨²blicas entre este a?o y 2023. El nuevo escenario deber¨ªa llevarle, en la medida de lo posible, a reforzar su programa y a acelerar la creaci¨®n de puestos gratuitos, as¨ª como a seguir incidiendo en que las escuelas han demostrado ser espacios seguros.