Adelantarse al futuro

Estar preparados para lo inesperado es posiblemente el mayor reto al que se enfrentan nuestras sociedades. Una tarea cada vez m¨¢s compleja en un mundo en el que los cambios se aceleran y la incertidumbre marca el futuro. Debemos desarrollar y fortalecer aquellas capacidades que nos permitan responder a lo que nos depare el ma?ana. Prepararnos y preparar a las generaciones futuras para anticiparse y adaptarse.

La educaci¨®n y la formaci¨®n son las mejores herramientas de las que disponemos para hacer frente a esta tarea, pero debemos asumir tambi¨¦n el reto de transformarlas y modernizarlas para hacer que miren hacia el ma?ana. Espa?a se encuentra en un momento en el que es fundamental asentar los cimientos que nos permitan construir un futuro mejor para todos y todas. Se habla de transformar nuestro sistema productivo, de plantear un nuevo modelo econ¨®mico. Un escenario futuro hacia el que caminaremos impulsados por la digitalizaci¨®n, la transici¨®n ecol¨®gica y la reindustrializaci¨®n. Un escenario en el que muchas de las profesiones presentes cambiar¨¢n radicalmente o desaparecer¨¢n en los pr¨®ximos a?os, generando una incertidumbre laboral que deberemos afrontar.

En este contexto, la mejora del sistema educativo, y en particular de la formaci¨®n profesional y de la formaci¨®n profesional para el empleo, es una necesidad para garantizar el acceso y el mantenimiento del empleo de calidad y deber¨¢ acompa?ar a la transformaci¨®n de nuestro sistema productivo, que ya no tiene vuelta atr¨¢s.

Para ello ser¨¢ necesario un sistema que, por un lado, dote a la juventud de hoy de las herramientas necesarias para afrontar el ma?ana, y por otro ayude a las personas trabajadoras o en desempleo a adquirir nuevas habilidades que les permitan encabezar esta transformaci¨®n del modelo productivo y garantizar que, en este camino hacia el futuro, no se quede nadie atr¨¢s. Un sistema integrado que posibilite una fuerza de trabajo adecuada y permanentemente formada; que ser¨¢ motor econ¨®mico y garant¨ªa de bienestar social.

Contamos con una herramienta fundamental para poder afrontar este reto: la Formaci¨®n Profesional para el Empleo (FPE). El sistema de Formaci¨®n Profesional para el Empleo cumple un papel imprescindible en nuestro mercado laboral: contribuye al desarrollo personal y profesional de las personas trabajadoras, ya est¨¦n en activo o desempleadas. De esta manera, mejora sus habilidades y capacidades, al tiempo que refuerza la competitividad empresarial.

La FPE es un elemento clave en la modernizaci¨®n y dinamizaci¨®n de la formaci¨®n profesional y del mercado laboral. Ser¨¢, por tanto, uno de los ejes vertebradores de este nuevo modelo econ¨®mico y uno de los pilares de la transformaci¨®n de nuestro sistema productivo. Juega, as¨ª mismo, un papel clave en el mantenimiento de la empleabilidad de las personas trabajadoras y en el desarrollo de su capacidad de resiliencia ante cambios en el mercado de trabajo.

Para responder a esta exigente demanda social y afrontar los retos que se le presentan, la FPE, junto con otros sistemas formativos y educativos, deber¨¢ someterse, ella misma, a un proceso de transformaci¨®n y modernizaci¨®n que le permitan adaptarse a las nuevas tendencias, marcadas por la digitalizaci¨®n, la transici¨®n ecol¨®gica y la reindustrializaci¨®n. Pero que se consolida como una herramienta clave para la formaci¨®n a lo largo de la vida.

Nos encontramos en un momento crucial para llevar a cabo esta transformaci¨®n hacia una formaci¨®n moderna y de calidad que responda a las necesidades de nuestra sociedad. El propio Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional es muy consciente de esta necesaria transformaci¨®n y se ha embarcado en un ambicioso plan de modernizaci¨®n e impulso que busca ordenar e integrar el sistema. La FPE ha dependido tradicionalmente del Ministerio de Trabajo, vinculada a las pol¨ªticas activas de empleo. Con la intenci¨®n de integrar la FPE y la FP del Sistema Educativo, en mayo de 2020 parte de las competencias sobre la FPE pasan al Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional y actualmente este Ministerio se encuentra desarrollando el marco normativo necesario.

Se trata de una oportunidad sin precedentes para modernizar el sistema y que puede reportar enormes beneficios a trabajadores, alumnos y empresas por igual. No obstante, esta integraci¨®n entre la FPE y la del sistema educativo, como todo gran cambio, debe realizarse con cautela y atenci¨®n. Debe tener en cuenta a todos los actores implicados, valorar las particularidades de cada sistema y apoyarse sobre unas bases inspiradas en los principios de igualdad, de buena regulaci¨®n, de protecci¨®n de la confianza leg¨ªtima y de buena administraci¨®n, as¨ª como en la no lesi¨®n de las libertades de ense?anza y empresa

Tengo la convicci¨®n de que, a trav¨¦s de la colaboraci¨®n y la integraci¨®n, este proceso de transformaci¨®n generar¨¢ un sistema formativo que acompa?ar¨¢ a las personas a lo largo de su trayectoria profesional, facilitando su actualizaci¨®n continua, garantizando la empleabilidad y la justicia intergeneracional y contribuyendo a sentar las bases un nuevo modelo productivo, equitativo, s¨®lido, justo y sostenible. Una formaci¨®n que permita a las personas lograr ser aquello que tienen motivos para desear ser.

Valeriano G¨®mez es presidente de la Fundaci¨®n para la Calidad e Innovaci¨®n de la Formaci¨®n y el Empleo y exministro de Trabajo.