Sigue la agon¨ªa del Mar Menor
Los lectores opinan sobre la muerte de peces en el Mar Menor, las ni?as en Afganist¨¢n, el agua, el abandono de las zonas rurales y sobre el certificado europeo de vacunaci¨®n
Nuevo episodio de mortandad masiva de peces y otras especies del Mar Menor y, como siempre, la culpa la tienen los dem¨¢s (o lo dem¨¢s). Para el Gobierno de Murcia es el Gobierno central, que tiene ¡°el 80 % de las competencias¡±, para este es el Gobierno auton¨®mico porque es quien tiene las competencias medioambientales. Y si del ecocidio de 2019 la causa era la DANA, la de ahora es ¡°el aumento de la temperatura del mar en los ¨²ltimos d¨ªas¡±. Esta actitud de no afrontar el problema del Mar Menor es la que lo est¨¢ llevando al mayor desastre. Cierto que la contaminaci¨®n proveniente del campo no es la ¨²nica culpable, pero en los a?os ochenta ya advert¨ªan que la llegada del agua del trasvase Tajo-Segura al Campo de Cartagena significar¨ªa la ruina futura de esta gran laguna salada. Vista la incompetencia de las diferentes administraciones espa?olas ?por qu¨¦ la Uni¨®n Europea no interviene obligando al Estado a que haga sus deberes y acabe con la agon¨ªa del Mar Menor?
Jos¨¦ Miguel Grandal L¨®pez. Cartagena (Murcia)
Que todas las ni?as r¨ªan a salvo
He llevado a las ni?as al parque y han corrido a subirse al avioncito que se balancea. El juego consiste en que una hace girar la h¨¦lice delantera y las otras dos se acomodan en los asientos y empiezan a darse impulso. Juegan a que se van a Par¨ªs, a Italia, a la Luna. Mientras las ve¨ªa disfrutar, me han asaltado las im¨¢genes del aeropuerto de Kabul. Gente precipit¨¢ndose desde las alas de los aviones. La viva imagen de la desesperaci¨®n. Y veo a mis hijas re¨ªr, a salvo, y pienso en las ni?as afganas y en lo que les depara el futuro, y en que no podemos permitirlo.
Laura L¨®pez Araquistain. Barcelona
Pr¨®xima crisis: el agua
Estamos viviendo un verano de incendios, de temperaturas extremas, y tambi¨¦n de precios desconocidos en electricidad y gasolina. Esto ¨²ltimo debido a la especulaci¨®n del capital y de las grandes empresas que controla. Pero la verdadera crisis est¨¢ por llegar. El agua, por cuestiones clim¨¢ticas y tambi¨¦n de rentabilidad, va a ver encarecido su precio en los pr¨®ximos a?os y se convertir¨¢ en art¨ªculo de lujo y no solamente en los pa¨ªses del tercer mundo. Los gobiernos democr¨¢ticos deben comenzar a legislar para suavizar esa crisis que nos viene.
Dionisio Rodr¨ªguez Castro. Villaviciosa de Od¨®n (Madrid)
La Banca abandona nuestros pueblos
Durante este a?o y medio de pandemia han quedado palpablemente demostradas tanto la necesidad que se tiene de la mano de obra local, como el abandono que sufre nuestro sector primario. Adem¨¢s, el cierre de sucursales bancarias y los despidos en la banca espa?ola que se han producido, sobre todo en los ¨²ltimos a?os, han hecho que la poblaci¨®n rural quede en situaci¨®n m¨¢s vulnerable. Quienes viven en zonas m¨¢s aisladas y municipios menos poblados se han visto, de repente, desprovistos de las oficinas donde acud¨ªan para llevar a cabo sus operaciones bancarias. Esto ha afectado especialmente al segmento de los mayores, que son los que suelen tener m¨¢s dificultades de acceso a internet. Y, por si fuera poco, el efectivo est¨¢ siendo sustituido de modo creciente por otros medios de pago a los que estas personas no est¨¢n tan habituadas.
Jimena S¨¢nchez Calder¨®n. Zaragoza
Con anticuerpos y sin certificado
Estoy en un subgrupo de 400 personas que recibi¨® las vacunas Novavax y la de la gripe. Esta nueva vacuna a¨²n no ha sido aprobada, pero el Ministerio de Sanidad brit¨¢nico, sabiendo que hemos generado anticuerpos y para agradecernos nuestra contribuci¨®n altruista, nos ha validado el pasaporte de vacunaci¨®n brit¨¢nico. El problema es que la UE no nos proporciona el certificado covid, aunque Novavax puede confirmar oficialmente que tenemos anticuerpos y esta es una de tres condiciones para tener el certificado. ?Podr¨ªa alguna autoridad europea dar un motivo sanitario para negarnos el certificado de vacunaci¨®n?
Jaume Martorell Carrasco. Londres (Reino Unido)
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