Atropello en Texas
La pr¨¢ctica supresi¨®n del aborto en ese Estado de EE UU va m¨¢s all¨¢ del conservadurismo: es un ataque a los derechos humanos
La exhibici¨®n de m¨²sculo reaccionario en el Capitolio de Texas durante este a?o ha sido dr¨¢stica, bajo el control de una de las corrientes m¨¢s conservadoras del Partido Republicano de Estados Unidos. Ha aprobado leyes que eliminan el requisito del permiso para llevar armas, recortan severamente las facilidades para ejercer el voto o proh¨ªben la historia del racismo en el curr¨ªculum escolar. Es propiamente una guerra ideol¨®gica que culmina ahora con la restricci¨®n casi total del derecho al aborto. La derecha religiosa m¨¢s fanatizada ha impuesto su criterio y sienta un inquietante precedente legal ante la pasividad de un Tribunal Supremo de mayor¨ªa conservadora.
La norma, en vigor desde mi¨¦rcoles, sigue la doctrina del latido y considera que los primeros impulsos detectados pueden ser la se?al de un coraz¨®n de un ni?o. Eso puede ocurrir tan pronto como a las seis semanas de gestaci¨®n, cuando una mujer puede ni haberse dado cuenta de que est¨¢ embarazada. La ley convierte adem¨¢s a todos los implicados en un aborto en c¨®mplices de un delito y a todos los antiabortistas en delatores. Cualquier ciudadano puede denunciar al m¨¦dico o incluso al taxista que traslade a la paciente, y recibir una recompensa por ello si gana el caso.
Apenas un 20% de los norteamericanos se declaran en las encuestas partidarios de prohibir el aborto, legalizado por una sentencia del Supremo en 1973. Pero es ese segmento de poblaci¨®n, identificado con la derecha religiosa, el que garantiza la movilizaci¨®n de los republicanos en las elecciones, sobre todo locales y estatales. La amenaza del auge del voto urbano y de minor¨ªas est¨¢ llevando a los republicanos a ser cada vez m¨¢s indulgentes con el extremismo ultraconservador. Es una din¨¢mica t¨®xica con aroma electoralista en busca de resucitar el ¨¦xito de Trump. Esa huida hacia la derecha la van a pagar en carne propia las mujeres.
Otros Estados hab¨ªan aprobado leyes h¨ªperrestrictivas, pero ninguna se hab¨ªa llegado a aplicar por la intervenci¨®n de la Justicia. La ley de Texas entr¨® en vigor despu¨¦s de que el Tribunal Supremo rechazara su suspensi¨®n cautelar, en una decisi¨®n de la mayor¨ªa conservadora (5-4) fabricada por los republicanos tras bloquear la renovaci¨®n del ¨®rgano durante la presidencia de Barack Obama. La ley estaba cuidadosamente dise?ada para eludir los precedentes. La minor¨ªa del Alto Tribunal, y hasta el presidente Joe Biden, han denunciado que la ley es anticonstitucional. Pero desde el mi¨¦rcoles y hasta que eso se decida, se aplicar¨¢ una aberraci¨®n legislativa que elimina de facto cualquier posibilidad de abortar en Texas (30 millones de habitantes) y condena a las mujeres a huir a otros Estados cercanos o jugarse la vida en la clandestinidad.
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