Una segunda oportunidad
Llevamos demasiado tiempo discutiendo en torno a una propuesta propia de hace 30 a?os, como si no hubiese emergencia clim¨¢tica
El ¨²ltimo informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico) ha sido demoledor. El escenario m¨¢s probable -que no el m¨¢s pesimista- es el que sit¨²a el calentamiento global en una horquilla de 2 a 4.5?C. Con 1¡ä5?C m¨¢s, los eventos extremos de calor que antes ocurr¨ªan cada 10 a?os ser¨¢n 4 veces m¨¢s probables. Con 2 ¡ãC se alcanzar¨¢n los umbrales cr¨ªticos de tolerancia para la agricultura y la salud. M¨¢s all¨¢ el escenario es inasumible. Va a ser todo muy r¨¢pido y necesitamos una respuesta r¨¢pida. Mientras los fondos Next Generation reclaman una Europa ¡°m¨¢s ecol¨®gica, m¨¢s digital, m¨¢s resiliente¡±. Pero aqu¨ª el acuerdo por la ampliaci¨®n del aeropuerto ten¨ªa otro comp¨¢s. Mientras en Europa no se planteaba ampliaci¨®n aeroportuaria alguna o en Francia se anunciaba la paralizaci¨®n de la ampliaci¨®n de Par¨ªs-Charles de Gaulle -una ampliaci¨®n de 40 millones de pasajeros- aqu¨ª continu¨¢bamos empecinados en una ampliaci¨®n que afectaba a espacios protegidos. La medida no contemplaba una estrategia ferroviaria que transfiriese pasajeros del avi¨®n al ferrocarril, se ignoraba la necesidad de reducir el peso del sector a¨¦reo, siendo esta una opci¨®n de transporte que hoy por hoy no permite escenario de descarbonizaci¨®n alguna.
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Finalmente parece que la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat no ver¨¢ la luz ¡ªaunque nunca hay que descartar un nuevo giro inesperado¡ª. Nunca sabremos si es por la falta de consenso esgrimida, por el convencimiento de que la UE no permitir¨ªa en este nuevo contexto una ampliaci¨®n sobre una zona protegida habiendo abierto un apercibimiento por la degradaci¨®n de los espacios, o por entender que la propuesta hac¨ªa perder coherencia a un Ejecutivo que reivindica la transici¨®n verde. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s importante sea la oportunidad para relanzar en Catalu?a una agenda de transici¨®n verde, para repensar la importancia de los espacios protegidos y para apostar por un modelo aeroportuario que sirva para mejorar las conexiones ferroviarias entre Reus, Girona y el ¨¢rea metropolitana de Barcelona.
Despu¨¦s de todo el debate sobre los espacios protegidos del delta del Llobregat se mantiene el procedimiento de advertencia abierto por la Comisi¨®n por la degradaci¨®n ambiental de ese espacio. Quiz¨¢s sea el momento de poner encima de la mesa el cumplimiento de todas las compensaciones ambientales no ejecutadas y de poner los recursos para que aporte todo el valor que tiene. Un compromiso para garantizar el suministro de agua necesaria, para poner en valor un espacio ¨²nico como la laguna de La Ricarda, para desarrollar el plan especial imprescindible para la gesti¨®n del espacio, y por qu¨¦ no, para hacer del conjunto un lugar de interpretaci¨®n del cambio clim¨¢tico donde convive el principal espacio de reserva de biodiversidad del ¨¢rea metropolitana con los principales focos de emisi¨®n de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar, la suspensi¨®n de la propuesta debe traducirse en una apuesta por la mejora de la interconexi¨®n ferroviaria de los tres aeropuertos catalanes. No se trata tanto de la inversi¨®n de Aena, como de la necesidad de hacer real una mejora de las conexiones de los tres aeropuertos catalanes, con especial atenci¨®n en la intermodal del Prat, para garantizar la transferencia de pasajeros del avi¨®n al ferrocarril y para permitir un modelo aeroportuario m¨¢s equilibrado. Pero no deber¨ªamos quedarnos aqu¨ª. Hoy, la mejora de las conexiones ferroviarias no s¨®lo debe servir para conectar aeropuertos, sino para definir una nueva estrategia de transferencia de mercanc¨ªas de la carretera al ferrocarril, y para conectar con el siglo XXI las diferentes realidades urbanas, as¨ª como con el eje mediterr¨¢neo, con la zona sur de Francia y con el eje del Ebro.
Pero lo m¨¢s relevante es conseguir que Catalu?a abra un debate sobre qu¨¦ hacer. Llevamos demasiado tiempo discutiendo en torno a una propuesta propia de hace 30 a?os, como si no hubiese emergencia clim¨¢tica, como si Europa no estuviese apostando por la descarbonizaci¨®n, como si nos pudi¨¦semos permitir mantener un modelo de llegada masiva de turismo enfocado b¨¢sicamente a una econom¨ªa de servicios. Pero m¨¢s all¨¢ del error de la propuesta, si esta ha tenido recorrido es por la ausencia de proyectos y propuestas sobre qu¨¦ hacer en la sociedad catalana. Deber¨ªamos poner el acento en aquello en lo que vamos con retraso y en lo que tenemos oportunidades, hacer de la transici¨®n energ¨¦tica -donde Catalu?a est¨¢ en el furg¨®n de cola- un elemento central; donde abramos el debate ya no s¨®lo de la generaci¨®n renovable sino de los procesos industriales vinculados a su implantaci¨®n; los cambios en la gesti¨®n de la demanda; el retorno al territorio; nuevos modelos de generaci¨®n distribuida y digitalizaci¨®n; nuevas estrategias para el sector del autom¨®vil, donde no s¨®lo se apueste por la electrificaci¨®n, sino por modelos de movilidad compartida.
Joan Herrera es director de Acci¨® Ambiental y Energia del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat.
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