La socialdemocracia alemana y la dignidad de los invisibles
El eslogan de Scholz ¡°Una sociedad de respeto¡±, reivindica la dignidad de los ciudadanos carentes de poder o autonom¨ªa laboral, siempre en segunda fila en nuestra apreciaci¨®n social
Alemania no solo decide hoy el nuevo Bundestag, sino la era post-Merkel para Europa y el mundo. Los resultados impactar¨¢n sobre la conversaci¨®n global, sintonizando quiz¨¢ con las demandas econ¨®micas de Biden y algo menos ¡ªel reciente Aukus es un ejemplo¡ª con su estrategia geopol¨ªtica. El candidato socialdem¨®crata, Olaf Scholz, podr¨ªa convertirse en el nuevo canciller, aunque puede haber sorpresas. La coyuntura (que Merkel no vuelva a presentarse) tanto como la estructura (el encaje del candidato con la nueva ortodoxia pol¨ªtica y econ¨®mica pospand¨¦micas) podr¨ªan explicar su posici¨®n en las encuestas, pero lo interesante es que este pol¨ªtico cl¨¢sico, encarnaci¨®n de los valores hanse¨¢ticos de la raz¨®n, la moderaci¨®n y la confiabilidad, ha articulado un discurso sagaz, sabedor de que, cuando la socialdemocracia alemana habla, el resto escuchamos. Scholz decepcionar¨¢ a quienes busquen un candidato revolucionario para dar un volantazo, como Corbyn en el laborismo. Su propuesta pol¨ªtica se ha cocinado poco a poco y con sigilo, alrededor de una aspiraci¨®n elemental: regresar a la socialdemocracia y sus fuentes doctrinales.
El redescubrimiento de un Estado fuerte que haga frente a la pandemia puede abrirnos los ojos sobre la importancia de los trabajos sist¨¦micos que lo mantienen y la de quienes se afanan en sostener la vida en tiempos de vulnerabilidad: cuidadoras, conductores de reparto, dependientes, camareros, conserjes... El eslogan de Scholz, ¡°Una sociedad de respeto¡±, reivindica la dignidad de los ciudadanos carentes de poder o autonom¨ªa laboral, siempre en segunda fila en nuestra apreciaci¨®n social. Son los ¡°deplorables¡± a los que se refiri¨® Clinton en su campa?a contra Trump, como cuenta Nathan Gardels en la revista Noema. Son los perdedores, los que carecen de conocimientos t¨¦cnicos o autoridad laboral, quienes se desenvuelven inc¨®modos en el ¨¢mbito p¨²blico o burocr¨¢tico, los que no imponen respeto. El ¨¦nfasis de Scholz en el respeto mira de frente a la brecha social abierta que provocaron las turbulencias del Brexit y Trump, y tambi¨¦n a la ruptura del bien com¨²n impulsada por la arrogancia de los ganadores, la de quienes creen que su ¨¦xito es obra suya, olvidando ¡°cualquier sentido de deuda con quienes hacen posible nuestros logros, desde los padres y maestros hasta la comunidad y el pa¨ªs¡±, como dice Michael Sandel en su cr¨ªtica a la ¡°tiran¨ªa del m¨¦rito¡±, la gran fuente de inspiraci¨®n doctrinal de Scholz, junto al mism¨ªsimo John Rawls. Ya ven, la socialdemocracia vuelve a su esencia para ser enlace entre progresistas de clase media, antigua clase trabajadora y nuevo precariado, sobre todo los j¨®venes. Lo hace con un discurso que combina respeto y salario m¨ªnimo, con un modelo distributivo de justicia en el centro de cualquier reto, incluida la transici¨®n ecol¨®gica, y reconociendo la dignidad del trabajo, de todos los trabajos. Solo por eso, aunque pierda, Scholz ya habr¨¢ hecho su gran aportaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.