Legados de un archivo trans
Argentina cuenta con una importante y exitosa iniciativa, que alberga m¨¢s de 10.000 documentos, sobre el movimiento transexual que invita a todos a un ejercicio de memoria. ?Para cu¨¢ndo algo as¨ª en Espa?a?
Tusquets Editores rescat¨® el a?o pasado un hermoso texto, a caballo entre la autobiograf¨ªa y la ficci¨®n, intenso como pocos en su coraz¨®n y de indudable calidad literaria: Las malas, de Camila Sosa Villada, que acab¨® mereciendo el Premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz, para estupor de muchas decimon¨®nicas. En palabras de la autora argentina, se trataba de ¡°un canto al travestismo, c¨®mo yo viv¨ª mi propio travestismo, c¨®mo sent¨ª que se lo tomaban mis padres, c¨®mo sent¨ª que se lo tomaba el pueblo de donde yo era¡±. Su portada llamar¨ªa la atenci¨®n a m¨¢s de una, pues era rara por su factura y simbolismo: una fotograf¨ªa procedente del Archivo de la Memoria Trans.
Meses m¨¢s tarde se public¨® un volumen que constituye una de las aportaciones visuales m¨¢s indispensables en torno a la historia y a las vidas de las mujeres en la Hispanoam¨¦rica del ¨²ltimo cuarto del siglo XX. Que por la inmensa mayor¨ªa de sus muchas p¨¢ginas la palabra escrita est¨¦ ausente no viene sino a subrayar su importancia para un mejor conocimiento de la memoria documental trans en Espa?a e Iberoam¨¦rica: no se trata de que una imagen valga m¨¢s que mil palabras, sino de que un ¨¢lbum en donde se recopilan docenas y docenas de fotograf¨ªas, sin apenas acotaciones que permitan a sus lectores la contextualizaci¨®n de cuanto contemplan, salvo unas pocas al final, adquiere en este libro un potencial historiogr¨¢fico e ideol¨®gico de indudable calado. Archivo de la memoria trans argentina florece de un deseo, individual y colectivo, de preservar el recuerdo: ¡°Surge de la necesidad de volvernos a abrazar, volvernos a mirar, de reencontrarnos despu¨¦s de m¨¢s de 30 a?os con las compa?eras que cre¨ªamos muertas, con las que nos distanciamos por diferencias o por el exilio¡±. Nace de la exclusi¨®n y de la violencia, pero tambi¨¦n del activismo de la Asociaci¨®n de Travestis Argentinas (ATA), cuando en 1993, de la mano de Claudia P¨ªa Baudracco y Mar¨ªa Bel¨¦n Correa, intuy¨® la importancia de conservar parte del legado de tantas amigas fallecidas. Que este Archivo albergue m¨¢s de 10.000 documentos confirma su importancia y el ¨¦xito de un sue?o que hoy cuidan y enriquecen muchas mujeres.
En efecto, como se sugiere casi al inicio del recorrido, ¡°la fotograf¨ªa tiene que hablar por s¨ª sola; las fotos te hablan, te cuentan cosas¡±. Hablan de felicidad, pues la mayor¨ªa son instant¨¢neas que iluminan encuentros ¨ªntimos, fiestas y descansos. Hablan de afectos, que son los que incitan a captar esa imagen desde la sororidad. Hablan de identidades, pues a trav¨¦s de ellas advertimos las m¨²ltiples caras del devenir trans, sobre todo en la Argentina de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX. Hablan de una comunidad, de un tejer complicidades y alianzas para el cuidado ideal propio y para la defensa contra el enemigo real omnipresente. El enemigo queda fuera de c¨¢mara: no hay redadas, ni violaciones ni estigmatizaciones en estas fotograf¨ªas. Esas son otras historias que tambi¨¦n merecer¨ªan recuperarse, pero que no obtendr¨ªan su justo acomodo en este libro.
As¨ª, este archivo es memoria en s¨ª mismo y nos invita a un ejercicio de memoria: de escenas cotidianas y de sofisticadas instant¨¢neas donde el glamur es protagonista. Cara y cruz de la vida cotidiana, hay lega?as, cosm¨¦ticos y alguna inyecci¨®n, escenograf¨ªas de una humildad exultante y escenarios menos rutilantes de cuanto estamos acostumbrados. Ese es su tesoro: iluminar aquellos instantes sobre los que no suelen proyectarse los focos, ayer como hoy. Son escasos los textos autobiogr¨¢ficos que acompa?an las fotograf¨ªas y no pretenden explicarlas. Tal vez porque la urgencia todav¨ªa, a la altura en que se publica este volumen, sea recordar que ¡°toda nuestra vida era clandestina; no ten¨ªamos derechos civiles, sociales y a veces mucho menos acceso a la salud por temor a ir presas¡± (Figueredo), o que ¡°era normal pagar por cada patrullero que se te cruzaba. Era normal que te golpeen o te maten. Era normal, y era parte de ser travesti, cortarte los brazos desde las mu?ecas hasta el antebrazo para exigir algo¡± (Correa). El motor de esta memoria no resulta complaciente, pues el legado se sustenta en una s¨®lida herencia de vejaciones: ¡°En plena dictadura, la polic¨ªa nos llevaba presas, nos cortaba el pelo, nos pegaba, nos hac¨ªa ba?ar con agua fr¨ªa en pleno invierno, y dormir muchas veces en el suelo muertas de hambre, llenas de piojos y maltratadas¡± (Mu?iz). Son im¨¢genes del orgullo propio confrontadas con los textos de la verg¨¹enza, que debiera ser ajena.
No me cabe duda de que el patrimonio que alberga este Archivo de la Memoria Trans argentina, por muy marginal que a alguien le pueda parecer y que, al igual que a sus creadoras, fue marginado hasta fechas recientes, resulta una muestra de un imaginario y de una historia que merece ser rescatada por su val¨ªa documental intr¨ªnseca y por su valor para el desarrollo de los estudios sobre las mujeres, los g¨¦neros, las masculinidades y las sexualidades en el ¨¢mbito hisp¨¢nico durante la segunda mitad del siglo pasado. No hay aqu¨ª un ¡°despu¨¦s de lo trans¡±, sino unas vidas trans justamente recuperadas. No hay mal, sino sed de archivo. ?Para cu¨¢ndo un Archivo de la Memoria Trans espa?ola?
Rafael M. M¨¦rida Jim¨¦nez es profesor de la Universidad de Lleida.
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