Crecer mejor

El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) ha rebajado al 1,1% la previsi¨®n de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola para el segundo trimestre de este a?o: casi dos puntos menos que el pron¨®stico anterior, del 2,8%. Es una reducci¨®n sustantiva ¡ªe inusual¡ª que cae como un jarro de agua fr¨ªa sobre las expectativas de recuperaci¨®n, pero por s¨ª misma no altera el diagn¨®stico general. La recuperaci¨®n va m¨¢s rezagada que entre los socios de la UE, en parte porque los est¨ªmulos aprobados por el Ejecutivo han sido inferiores y han llegado con retraso respecto a otros pa¨ªses. Pero el conjunto de indicadores nacionales e internacionales de la econom¨ªa ratifican el actual proceso de inequ¨ªvoca reactivaci¨®n respecto a los meses m¨¢s duros de la pandemia. El nivel de empleo, quiz¨¢ la variable fundamental en un pa¨ªs con un mercado de trabajo hist¨®ricamente disfuncional, est¨¢ a punto de superar los niveles precrisis. Esa es la variable clave. El PIB va m¨¢s rezagado a juzgar por los nuevos datos del INE, y el Gobierno har¨ªa bien en tener las luces de emergencia encendidas ¡ªel Banco de Espa?a avanz¨® ayer que revisar¨¢ a la baja sus previsiones¡ª, pero salvo sorpresa may¨²scula la econom¨ªa espa?ola acabar¨¢ el a?o creciendo por encima del 6%. La misma excepcionalidad de la pandemia, y las reacciones igualmente singulares de todos los agentes econ¨®micos, justifican la volatilidad de los registros de crecimiento y la cuant¨ªa de esas revisiones.

Deducir de esa rebaja una previsi¨®n catastrofista es tan irreal como pasarla por alto o cuestionar la capacidad t¨¦cnica de la instituci¨®n independiente que es el INE. Que las previsiones de crecimiento para el conjunto del a?o se vean obligadas a asumir esa variaci¨®n 1,7 puntos inferior a la avanzada para el segundo trimestre depender¨¢ de la intensidad de la expansi¨®n en los dos trimestres siguientes. Si no concurren perturbaciones significativas en el entorno internacional, la econom¨ªa espa?ola seguir¨¢ siendo una de las que dispongan de mayor dinamismo en 2021 y 2022. Los datos de empleo tambi¨¦n apuntan en esa direcci¨®n: nada de ello es extra?o porque la econom¨ªa espa?ola fue la que sufri¨® una mayor contracci¨®n en 2020. Las causas fueron el temprano confinamiento, una estructura productiva vulnerable, un censo empresarial con empresas de reducida dimensi¨®n y un mercado de trabajo dominado por la precariedad. Adem¨¢s de ese efecto rebote desde una reducci¨®n del 10,8% de nuestro PIB el a?o pasado, la econom¨ªa podr¨¢ registrar un crecimiento m¨¢s intenso porque las expectativas de inversi¨®n asociadas a la concreci¨®n de los recursos provenientes de los fondos europeos ser¨¢n de una cuant¨ªa significativamente superior al promedio de las econom¨ªas europeas.

El crecimiento ser¨¢ no solo mayor sino de mejor calidad si el sector privado colabora en una bater¨ªa de inversiones sin precedentes, de 70.000 millones de euros durante los pr¨®ximos tres a?os, m¨¢s all¨¢ de las posibilidades de financiaci¨®n crediticia con las instituciones europeas por otro tanto. A ello deber¨¢ contribuir igualmente la concreci¨®n de la agenda de reformas ¡ªlaboral, pensiones y la nueva ley de vivienda¡ª asociada a esos recursos, e imprescindible para afianzar las exigencias modernizadoras de la econom¨ªa.

Lo que de veras resulta hoy relevante, sin embargo, es la posici¨®n que adopten el conjunto de las fuerzas pol¨ªticas para que no haya dudas sobre la voluntad de aprovechar esta oportunidad hist¨®rica y fortalecer por fin la capacidad defensiva de la econom¨ªa espa?ola. El objetivo com¨²n ha de ser crecer mejor, de forma sostenible e inclusiva, con un empleo de mayor calidad y con empresas con mejores dotaciones tecnol¨®gicas y mayor calidad en la propia funci¨®n empresarial.