Los tres tenores eran en realidad Montserrat Caball¨¦

Una cosa son los hechos y otra cosa es Twitter, y esta distancia puede llegar a ser muy grande. Primero, los hechos. Resulta que hay un premio llamado Planeta al que seg¨²n sus bases podr¨¢n presentarse ¡°todos los escritores, mayores de edad, cualquiera que sea su nacionalidad¡±. De tal condici¨®n, se presupon¨ªa autores individuales y no pandillas, igual que a un concurso de cantantes no se presenta un coro. As¨ª por ejemplo, los tres tenores no podr¨ªan ser nunca Montserrat Caball¨¦, no por tener pene en vez de vulva, sino por practicar otra disciplina art¨ªstica, aunque hay que reconocer que este chiste de Twitter es de los buenos.

Pero resulta que un buen d¨ªa una pandilla de creativos decide unirse para crear la novela negra perfecta. Y adem¨¢s les sale realmente bien, lo que se dice un buen producto, un aut¨¦ntico bestseller. Lo que pasa es que tienen que esconderse detr¨¢s de un nombre, porque el terreno de la creaci¨®n donde aspiran a competir es individual. Un poco como si a tres runners se les ocurriera correr una marat¨®n dividi¨¦ndose los tramos para alcanzar la excelencia. ?D¨®nde se esconden tres hombres hechos y derechos antes de hacer algo as¨ª? ?Detr¨¢s del nombre de una mujer? Qu¨¦ va, detr¨¢s del cuerpo de su mam¨¢. As¨ª, Carmen Mola era una mujer que viv¨ªa con sus tres hijos y hablaba de ellos en las entrevistas. Ellos no necesitaban ocultar su identidad, de ser as¨ª se hubieran llamado Los Tres Mosqueteros o Las Grecas. Ellos quer¨ªan ocultar una trampa al resto de escritoras y escritores, a su competencia.

Sin embargo, los escritores y las escritoras no nos hubi¨¦ramos enfadado por algo as¨ª, estamos todas y todos acostumbrados a competir con productos y pandillas de creativos y tambi¨¦n a que vendan m¨¢s que nadie. Escritoras y escritores llevamos con deportividad que los equipos de marketing que firman con nombre de youtuber vendan m¨¢s cada a?o o que un rat¨®n llamado Ger¨®nimo Stilton sea el autor preferido de los ni?os. Otra cosa ser¨ªa que el roedor superventas ganara el mayor premio de literatura infantil de nuestro pa¨ªs descubriendo al abrir la plica que se trataba en realidad de una agencia de publicistas. Perd¨®name Ger¨®nimo, yo s¨¦ que t¨² eres de verdad un rat¨®n.

Porque ?qu¨¦ debemos pensar cuando se concede un premio literario a una pandilla en vez de a un autor? ?Y si Carmen Mola fuera una inteligencia artificial (apunten la idea para 2022)? Lo que hay que pensar es que el Planeta no est¨¢ dado, que se descubri¨® que Carmen Mola eran tres al abrir la plica. Que el jurado se percat¨® justo entonces de que era un bestseller de la competencia y que tras un largo debate, se decidi¨® aceptar el primer premio en equipo de la historia.

Hasta aqu¨ª los hechos. Ahora Twitter. All¨ª Carmen Mola se ha convertido en la pol¨¦mica del fin de semana, pero no crean que se discute de creaci¨®n o autor¨ªa, tampoco sobre la legitimidad del Planeta. En Twitter se asegura que Carmen Mola es el zasca definitivo a las feministas. Que ahora se ve c¨®mo la testosterona siempre gana y qu¨¦ risa porque el Instituto de la Mujer hab¨ªa recomendado a Carmen Mola y mira ahora. ¡°Con tres pares de cojones¡± celebra uno. Que sean tres no es un problema, lo importante es que ganan los t¨ªos. Conviene recordar que ser hombre nunca ha sido un problema para ganar. La innovaci¨®n es que esta vez sea una trampa.