La hija del camino
Junto a los devotos del napalm y la lej¨ªa, en la red se esconden historias llenas de humanidad y esperanza
Hay muchas maneras de abrir Twitter por las ma?anas. Una de ellas, muy nuestra, para qu¨¦ nos vamos a enga?ar, es la de buscar argumentos y, si hay suerte, insultos m¨¢s o menos ingeniosos con los que triunfar a la hora del caf¨¦ de media ma?ana. No es dif¨ªcil. Uno va al apartado ¡°tendencias¡± y ah¨ª los responsables de la red social suelen reunir, a modo de escaparate, un buen surtido de casquer¨ªa fina. Ayer triunfaba la etiqueta ¡°Federico¡±, y el asunto no iba precisamente de poes¨ªa.
Al veterano locutor Jim¨¦nez Losantos ¡ªantiguo palad¨ªn de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n¡ª, le hab¨ªa dado por llamar ¡°bebelej¨ªas¡± a los dirigentes de Vox que est¨¢n contra la vacunaci¨®n obligatoria. Qu¨¦ esc¨¢ndalo y qu¨¦ traici¨®n para una buena parte de su audiencia, aquella que vibraba cuando llamaba ¡°maricomplejines¡± a Mariano Rajoy o ¡°derechita cobarde¡± a Pablo Casado cada vez que hac¨ªan el gesto ¡ªsolo el gesto, tampoco hay que exagerar¡ª de convertir al Partido Popular en un partido de centroderecha.
Hay pues un usuario de Twitter al que, como a Robert Duvall en Apocalypse Now, le encanta el olor a napalm por las ma?anas. Pero hay tambi¨¦n otro tipo de perfil en Twitter. No es el mayoritario, pero qu¨¦ m¨¢s da, con que exista es suficiente. Se trata de aquel tuitero que es capaz de bucear en la red y encontrar una buena historia. Pongamos por caso, la historia de F¨¢tima.
F¨¢tima es una ni?a de 19 meses que naci¨® en Or¨¢n (Argelia) durante el viaje que su madre hizo desde Camer¨²n hasta Espa?a, o lo que es lo mismo, m¨¢s de 4.000 kil¨®metros desde el centro de ?frica, sorteando todo tipo de peligros, incluida una traves¨ªa en patera desde las costas argelinas hasta Almer¨ªa. Ahora vive junto a su madre en Montilla, provincia de C¨®rdoba, acogida por una asociaci¨®n que ayuda a mujeres migrantes y cuya directora se llama Auxiliadora.
La ni?a es noticia porque ¡ªatendiendo a una petici¨®n de la Fiscal¨ªa¡ª el magistrado Francisco Jos¨¦ Ortega Reyes ha acordado su inscripci¨®n en el Registro Civil. Es la primera vez que se reconoce el derecho a una identidad oficial a un menor migrante que no ha nacido en su pa¨ªs de origen ni en Espa?a, y que tampoco ha sido inscrito en su lugar de nacimiento. En un auto de una belleza y una humanidad conmovedora, el juez Ortega Reyes dice cosas como estas: ¡°Si no se la inscribe, no ha existido, ni existe, ni existir¨¢. No es nada en la realidad jur¨ªdica, menos incluso que cualquier otra realidad perceptible por los sentidos, como los bienes o los entes con personalidad jur¨ªdica, que no dejan de ser simples ficciones o ideaciones creadas por el ser humano¡±. Y a?ade: ¡°Quien no es nadie para los dem¨¢s nunca podr¨¢ ser reconocido como un igual (...). Nos encontramos ante una ni?a que est¨¢ en un callej¨®n sin salida: si no llega a ser inscrita en Espa?a, no le ser¨¢ reconocida su personalidad jur¨ªdica ni siquiera podr¨¢ retornar a ning¨²n pa¨ªs¡±. Una ni?a que, como Le¨®n el Africano, de Amin Maalouf, podr¨ªa decir: ¡°Soy hija del camino, caravana es mi patria, y mi vida la m¨¢s inesperada traves¨ªa¡±.
Se trata de darle el trato que merece como ser humano digno.
— Antonio Gallego, PhD (@angasa79) October 25, 2021
Un juez acuerda inscribir el nacimiento de una menor argelina en el Registro Civil de Montilla.
La ni?a tiene 19 meses de edad, est¨¢ en un centro de acogida con su madr¡https://t.co/osu6JsWxf0 https://t.co/BjHL7Nua7L
Ahora, gracias a un fiscal y a un juez, esa traves¨ªa se ha llenado de esperanza. No duden de que habr¨¢ devotos del napalm y la lej¨ªa que acusar¨¢n al magistrado de buenista o incluso de incitar al efecto llamada. Pero tal vez sea una de las maneras de sentirse orgulloso de haber nacido a este lado del Estrecho. Basta escuchar las palabras de la madre: ¡°Tenemos una historia muy triste, pero ahora Espa?a nos da una oportunidad¡±.
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