Vivienda: primeros pasos
El anteproyecto de ley impulsa medidas necesarias pero insuficientes ante la magnitud del problema social
Ha costado 43 a?os que la democracia espa?ola afrontase el desarrollo legal de uno de los ¡°principios rectores de la pol¨ªtica social y econ¨®mica¡± que consagra la Constituci¨®n. La vivienda no figura en ella como derecho fundamental, pero s¨ª exige de los poderes p¨²blicos que establezcan las normas para hacerlo efectivo mediante la regulaci¨®n del uso del suelo ¡°para impedir la especulaci¨®n¡±. La larga sequ¨ªa legislativa se corrige ahora con este primer paso cuya principal virtud es reconocer el imprescindible acompasamiento del precio de los alquileres a las rentas de las familias. Las pol¨ªticas de vivienda que Europa ha impulsado en los ¨²ltimos a?os muestran que el problema no es una fatalidad insoluble ni nace de causas esenciales, aunque deba abordarse de forma integral y no solo con una ley de vivienda. Holanda, Austria, Francia y Reino Unido, especialmente, han logrado con una regulaci¨®n adecuada y la interacci¨®n de la iniciativa p¨²blica y privada que entre el 17% y 32% de las familias disfruten de viviendas sociales. En Espa?a su insuficiencia es tan escandalosa que se cifra en el 1,6%, mientras que el anteproyecto incluye una protecci¨®n a las familias vulnerables ante los desahucios inferior a la dispuesta durante la pandemia. Las moratorias no han impedido que las ejecuciones hipotecarias crezcan tambi¨¦n con respecto a 2019. Una medida orientada en este sentido es que se podr¨¢ obligar a los promotores privados a destinar un porcentaje mayor de los pisos de nueva construcci¨®n a vivienda asequible, aunque falta detallar el procedimiento y las posibles compensaciones.
La medida m¨¢s novedosa estriba en la posibilidad de que comunidades y ayuntamientos identifiquen zonas tensionadas, es decir, lugares donde el precio del alquiler y los suministros superen el 30% de los ingresos de los hogares y en los que la renta haya subido cinco puntos por encima del IPC en los ¨²ltimos cinco a?os. Ese reconocimiento permite a su vez congelar los precios, y a los grandes tenedores (por encima de 10 viviendas) les obliga a rebajarlos cuando el ¨ªndice de precios est¨¦ por debajo del que cobraban en el anterior contrato. Ofrece tambi¨¦n importantes bonificaciones fiscales sobre las rentas que cobren arrendadores que apliquen rebajas a sus inquilinos. Esta ¨²ltima medida tendr¨ªa un impacto m¨¢s r¨¢pido en los precios, aunque nada ser¨¢ inminente. Los topes de renta para grandes tenedores depender¨¢n de un ¨ªndice de precios cuya confecci¨®n, sin embargo, est¨¢ todav¨ªa por definir. Ese ¨ªndice es una carencia hist¨®rica que la ley enmienda, pero no podr¨¢ hacerlo antes de un a?o y medio, aparte de los meses que llevar¨¢ la tramitaci¨®n de la ley. En todo caso, la facultad de regular los precios de las zonas tensionadas queda en manos de las comunidades, y algunas de las gobernadas por el PP ya han adelantado su rechazo a aplicar la norma.
El anuncio de enmiendas impulsadas por los socios minoritarios del Gobierno indica que es una ley de compromiso, pero tambi¨¦n que el problema es en s¨ª mismo de una enorme magnitud. La dotaci¨®n total en vivienda de 3.300 millones de euros previstos en los Presupuestos de 2022 es netamente positiva, siete veces m¨¢s que en 2017, como lo es la previsi¨®n de un total de 100.000 viviendas de alquiler asequible, la mitad p¨²blicas y la otra mitad privadas. El anteproyecto es el primer paso, a la espera de mejorar algunos flancos todav¨ªa a la intemperie.
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