Israel, juez y parte

Sin mostrar las pruebas de cargo en p¨²blico, el Ministerio de Defensa de Israel, que controla la ocupaci¨®n de los territorios palestinos desde 1967, ha declarado como organizaciones terroristas a seis de las principales ONG defensoras de los derechos humanos en Palestina. La decisi¨®n, de la que aparentemente no fueron prevenidos todos los socios de la amplia coalici¨®n en el poder, representa un vuelco tras los primeros cuatro meses de moderaci¨®n y cooperaci¨®n con los palestinos del llamado ¡°Gobierno del cambio¡±, que puso fin a la era del primer ministro conservador Benjam¨ªn Netanyahu. La medida ha coincidido adem¨¢s con la aprobaci¨®n de planes para construir m¨¢s de 4.000 viviendas para colonos israel¨ªes en los asentamientos de Cisjordania, por primera vez desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.

Entre las ONG sobre las que pesa la amenaza de ser ilegalizadas y de dejar de recibir fondos de la cooperaci¨®n internacional destaca Al Haq, especializada en asuntos internacionales y que act¨²a como consultora de la ONU. Otra de ellas es Addameer, que ofrece asistencia legal a miles de presos palestinos en c¨¢rceles israel¨ªes, y que tambi¨¦n suele ser consultada como fuente fiable por diplom¨¢ticos occidentales y periodistas extranjeros. Estas organizaciones, junto a otras de defensa de los derechos de los ni?os, las mujeres o los campesinos, gozan de reputaci¨®n internacional desde hace d¨¦cadas. Israel las acusa con informes reservados de espionaje del Shin Bet (servicio de seguridad interior) de apoyar y financiar al Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), partido de izquierda minoritario calificado como terrorista. A una organizaci¨®n similar a estas pertenece la cooperante espa?ola Juana Ruiz S¨¢nchez, de 63 a?os, encarcelada desde hace seis meses a la espera de juicio militar.

Washington ha solicitado ¡°aclaraciones¡± a Israel sobre la controvertida decisi¨®n, rechazada de plano por ONG de prestigio como Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch. Por su parte, B¡¯Tselem, una de las principales organizaciones defensoras de los derechos humanos en Israel, denuncia que el Gobierno pretende silenciar, ¡°en una acci¨®n caracter¨ªstica de los Estados totalitarios¡±, a asociaciones con las que colabora. Desde Bruselas crece la inquietud ante estas medidas y el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, ha anunciado que ¡°examinar¨¢ muy de cerca¡± una decisi¨®n de Israel dirigida contra organizaciones que ¡°promueven el derecho internacional, los derechos humanos y los valores democr¨¢ticos¡±.

En medio de la complejidad de su fragmentado Gobierno, Israel puede haber entrado en un rumbo antidemocr¨¢tico que le lleve a considerar como terroristas todas las formas de resistencia palestina a la ocupaci¨®n, incluidas las pac¨ªficas. El ministro de Defensa, el exgeneral Benny Gantz, ha actuado ahora como juez y parte contra unas ONG de la sociedad civil cuyo vital trabajo cotidiano es la mejor expresi¨®n de la vigencia del asim¨¦trico y cruel conflicto entre israel¨ªes y palestinos.