Luces rojas para Biden

El republicano Glenn Youngkin, un empresario sin experiencia en pol¨ªtica, se convertir¨¢ en el nuevo gobernador del Estado sure?o de Virginia tras derrotar al aspirante dem¨®crata, Terry McAuliffe, y ganar el martes por estrecho margen. El Partido Dem¨®crata de Estados Unidos sufre as¨ª el primer golpe electoral de la era Biden. Se trata de una elecci¨®n con claves muy locales pero de la que inevitablemente ambos partidos tratan de sacar lecciones. La victoria de los dem¨®cratas en la elecci¨®n a gobernador de Nueva Jersey no es suficiente para ocultar que no hay en este momento un mensaje claro de optimismo saliendo de Washington. Hay un riesgo real de perder las mayor¨ªas en el Congreso, y con ellas cualquier posibilidad de una pol¨ªtica verdaderamente trascendente como la prometida por Biden.

El Partido Republicano, muy necesitado tambi¨¦n de su propia inyecci¨®n de optimismo, empieza por fin a vislumbrar c¨®mo convivir con la sombra asfixiante del expresidente Donald Trump. La victoria de Youngkin parece ofrecer un camino a un partido desgarrado por la ret¨®rica golpista y paranoica del expresidente que fascina a buena parte de su electorado. El apoyo p¨²blico de Trump al republicano se produjo en la recta final de campa?a y por un comunicado. No han hecho campa?a juntos. Youngkin ha logrado as¨ª su apoyo, y por tanto los votos que arrastra, sin tener que repetir sus disparates y centr¨¢ndose en un discurso conservador m¨¢s cl¨¢sico. Adem¨¢s, encontr¨® una mina electoral en temas identitarios que el ala izquierdista dem¨®crata ha colocado en el debate nacional, pero que son percibidos como arriesgados en el ¨¢mbito local, como la ense?anza del racismo en las escuelas o el recorte de fondos a la polic¨ªa.

La elecci¨®n de gobernador de Virginia era una moneda al aire. Explicar la derrota dem¨®crata como un rechazo general a Biden es tan errado como ligar la victoria republicana a la influencia de Trump. Pero aunque Biden no sea la causa del resultado, s¨ª le van a afectar las consecuencias. Virginia vota en un momento de alta tensi¨®n para los dem¨®cratas. La oposici¨®n de dos senadores autodenominados centristas mantiene en el aire un plan legislativo de 1,75 billones de d¨®lares que supone el mayor aumento en gasto social desde los sesenta. Hace una semana, Biden advirti¨® a sus congresistas: ¡°Las mayor¨ªas en la C¨¢mara y el Senado, y mi presidencia, dependen de lo que pase en la pr¨®xima semana¡±. Ese paquete legislativo es justamente la herramienta m¨¢s poderosa para cortar esta espiral de opini¨®n autodestructiva. Pelosi trataba este jueves de someterlo a votaci¨®n cuanto antes. En vez de ceder al pesimismo, Virginia puede servir para empujar a los dem¨®cratas a aprobar el programa que pactaron, o no podr¨¢n mostrar a los votantes un curr¨ªculo en 2022 que justifique mantener sus mayor¨ªas en Washington.