Patriotismo cr¨ªtico, patriotismo noble

Al empezar el ¨²ltimo mes de su mandato, Barack Obama pensaba en c¨®mo dar las gracias al equipo m¨¢s cercano que lo hab¨ªa acompa?ado durante los ocho a?os de su presidencia. Imaginaba un evento tranquilo, para no m¨¢s de cien colaboradores. ?Dar¨ªa Bruce Springsteen un concierto privado en la Casa Blanca? Su primera vez fue una actuaci¨®n en un mitin de la primera campa?a electoral de Obama. La ¨²ltima, hac¨ªa pocas semanas, cuando Springsteen fue una de las personalidades laureadas con la Presidential Medal of Freedom ¡ªtambi¨¦n la recibieron ese d¨ªa a los actores Robert Redford y Tom Hanks, Bill Gates o Michael Jordan¡ª. El cantante acept¨® la propuesta. Con contadas semanas de antelaci¨®n, se puso a pensar el espect¨¢culo. Tocar¨ªa solo con la guitarra ac¨²stica y, entre canci¨®n y canci¨®n, intercalar¨ªa la lectura de fragmentos de su autobiograf¨ªa Born to run. Ensay¨® esa f¨®rmula en su estudio, pero no funcionaba. Prob¨® otra. Antes de cada canci¨®n pronunciar¨ªa un breve mon¨®logo glosando el esp¨ªritu que le hab¨ªa llevado a componerla. El 12 de enero de 2017 Springsteen toc¨® en el East Room, el mismo sal¨®n donde Obama anunci¨® que hab¨ªan matado a Osama Bin Laden.

En ese concierto ¨²nico, Springsteen cant¨® 15 canciones. Lo organiz¨® de tal modo que el despliegue de su biograf¨ªa, al tiempo que le permit¨ªa denunciar la distancia entre la realidad y el sue?o americano, se propon¨ªa como una regeneraci¨®n del mito fundacional de los Estados Unidos. Part¨ªa de los or¨ªgenes ¡ªde la casa y el peque?o pueblo, de la relaci¨®n con sus padres, de la american way of life de los cincuenta¡ª y culminaba con una oda esperanzada, Land of hope and dreams, la que cuatro a?os despu¨¦s cantar¨ªa durante la ceremonia de investidura de Joe Biden. En el centro del set, Born in the USA. Aquella noche en la Casa Blanca explicaba otra vez su disgusto por la interpretaci¨®n patriotera de su canci¨®n m¨¢s h¨ªmnica y repiti¨® que era una amarga proclama de patriotismo cr¨ªtico. Tras 90 minutos de silencio respetuoso, tras los aplausos al final, Obama se le acerc¨®. Le pidi¨® a su amigo que buscase la manera de difundir el mensaje del concierto. As¨ª lo har¨ªa durante meses en un peque?o teatro de Nueva York. La ¨²ltima funci¨®n fue el pasado 4 de septiembre.

Como el parpadeo de una vela, en especial durante la presidencia Trump, Springsteen on Broadway reson¨® como la promesa de un progresismo exigente y esperanzado para reconciliar a un pa¨ªs herido por la desigualdad, la polarizaci¨®n y la tensi¨®n racial. Ser¨¢ su gran legado pol¨ªtico. Durante el verano de 2020 Obama y Springsteen estuvieron hablando sobre la revitalizaci¨®n de ese legado.

Aquellas conversaciones, con alto voltaje confesional, fueron primero un podcast y ahora tambi¨¦n un espl¨¦ndido autorretrato de los dos: Renegados (publica Debate en castellano, Libros del Kultrum en catal¨¢n). No solo es mercanc¨ªa para mit¨®manos como yo. Sirve tambi¨¦n para descubrir la conexi¨®n entre el hombre, la familia y la comunidad, evidencia la potencia de la alianza de la cultura con la buena pol¨ªtica para comprometerse con un pa¨ªs que se piensa cr¨ªticamente y en positivo desde la conciencia de su mejor tradici¨®n. En el arranque del libro sobrevuela la memoria del activista por los derechos civiles John Lewis, en cuyo funeral Obama hab¨ªa pronunciado un elogio memorable pocos d¨ªas antes. ¡°Alg¨²n d¨ªa, cuando terminemos ese largo viaje hacia la libertad; cuando formemos una uni¨®n m¨¢s perfecta, ya sea dentro de a?os, o d¨¦cadas, o incluso si toma otros dos siglos, John Lewis ser¨¢ el padre fundador de esa Am¨¦rica m¨¢s plena, m¨¢s justa y mejor¡±, afirm¨® Obama en aquella ocasi¨®n. ?C¨®mo avanzar en ese viaje? Reconocer los pecados del pa¨ªs para superarlos, dicen, perseguir una redenci¨®n colectiva. ?C¨®mo conectar la realidad con el mito? ¡°La ¨²nica manera de integrarlos¡±, le dice Obama a Springsteen, ¡°es mediante un balance sincero seguido por el trabajo¡±. ?Qu¨¦ es? Llam¨¦moslo patriotismo noble.