Franco Superstar

La recuperaci¨®n econ¨®mica se retrasa y el Financial Times se pregunta por qu¨¦ Espa?a es el pa¨ªs rezagado de la Uni¨®n Europea, las previsiones de la Comisi¨®n rebajan las expectativas de crecimiento, la crisis energ¨¦tica contin¨²a y la inflaci¨®n amenaza con volverse estructural, mientras aumenta el descontento social y tratamos el endiablado problema de las pensiones con llamativas dosis de autoenga?o. Es comprensible que el Gobierno decida hablar del dictador Francisco Franco, que muri¨® hace 46 a?os y resucitar¨¢ las veces que haga falta.

La enmienda a la Ley de Memoria Democr¨¢tica que han pactado el PSOE y Unidas Podemos para modificar indirectamente la Ley de Amnist¨ªa sigue el modelo de la pol¨ªtica Shr?dinger. Seg¨²n el secretario general del PCE, Enrique Santiago, permitir¨¢ juzgar cr¨ªmenes; seg¨²n el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, no tendr¨¢ consecuencias jur¨ªdicas. La explicaci¨®n de Bola?os resulta m¨¢s veros¨ªmil, y al argumento legal se le suma la circunstancia de que casi todos los perpetradores est¨¢n muertos. Al mismo tiempo, equivale a la confesi¨®n de un trampantojo.

Importar¨¢, dicen, simb¨®licamente. Ese simbolismo est¨¢ relacionado con la ingenuidad de algunos, la mala fe de otros, la ignorancia de muchos y la frivolidad de bastantes. La Ley de Amnist¨ªa era una reivindicaci¨®n hist¨®rica de la izquierda y, como se?al¨® el secretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, en su momento, estaba unida a la pol¨ªtica de reconciliaci¨®n nacional iniciada por el Partido Comunista en 1956. La enmienda, como ha explicado Soledad Gallego-D¨ªaz, introduce una gran confusi¨®n. Esa confusi¨®n falsea la historia y pretende instalar la sospecha de que la democracia actual es la continuaci¨®n del franquismo por otros medios y que el r¨¦gimen pervive, especialmente en contrapesos e instituciones contramayoritarias. Es algo que defienden aquellos que solo detestan el autoritarismo cuando no lo ejercen ellos: la discrepancia de UP es con la democracia liberal, no con las dictaduras.

Quienes nunca se enfrentaron al franquismo corrigen a sus abuelos, en nombre de una visi¨®n sentimental cuyo m¨¢ximo referente historiogr¨¢fico es Marty McFly, el protagonista de Regreso al futuro. La operaci¨®n desemboca en una democracia militante solo para unos: como si otros no pudieran venir despu¨¦s a hacer lo contrario y olvidando la lecci¨®n de la concordia.

Es desconcertante que uno de los partidos que contribuyeron a construir esa democracia acepte ese discurso, y la perplejidad aumenta cuando nos tranquilizan diciendo que en el fondo es pura ch¨¢chara. @gascondaniel