Sobre la candidatura de S¨¦rgio Moro a la presidencia de Brasil
Alguien tendr¨¢ que explicarle al exjuez a cargo de la ¡®Lava Jato¡¯ que la pol¨ªtica es distinta a condenar o absolver
El exjuez S¨¦rgio Moro, palad¨ªn de la Lava Jato, considerado un duro sin matices, ha decidido entrar en el complejo y maleable mundo de la pol¨ªtica. Y se le ve en sus primeras entrevistas como un ni?o con zapatos nuevos. Quiz¨¢s tenga, sin embargo, que entender que hacer pol¨ªtica es diferente a hacer justicia. El juez condena o absuelve. La pol¨ªtica, al rev¨¦s, ha sido definida como el ¡°arte del compromiso¡±. La justicia es blanco o negro. La pol¨ªtica es calidosc¨®pica con mil formas y colores.
En la pol¨ªtica el no a veces es s¨ª y al rev¨¦s. En la justicia se es criminal o inocente. Un juez que de repente quiere dar el salto a la pol¨ªtica es como el tenista que quiere ser surfista. No es lo mismo jugar en tierra firme que en la complejidad de las olas del mar.
Cuando el r¨ªgido juez Moro del d¨ªa a la noche quiere jugar a ser pol¨ªtico tiene que aprender antes que entra en un juego que si pretende convertirlo en tribunal de justicia est¨¢ llamado al fracaso. Cuando afirma, por ejemplo, que tambi¨¦n en los partidos hay ¡°gente buena¡± es la mejor confesi¨®n de no haber entendido que la pol¨ªtica es el dif¨ªcil y complejo juego del compromiso, como lo es la diplomacia.
La pol¨ªtica democr¨¢tica, con todos sus fallos y defectos, con todos sus compromisos y corrupciones evita muchas guerras. La pol¨ªtica est¨¢ entra?ablemente ligada al di¨¢logo, al t¨² a t¨² con la gente, a saber entender las debilidades de las personas, sus crisis y angustias.
La pol¨ªtica, al rev¨¦s que la justicia, debe ser caliente, emp¨¢tica, compasiva. Se hace m¨¢s pol¨ªtica en la calle que en la frialdad de los gabinetes, a la luz m¨¢s que en las sombras. El pol¨ªtico necesita saber llorar y re¨ªr, jugar y entender el dolor y la compasi¨®n. Se puede ser un magn¨ªfico juez, severo y fustigador, impasible y un mal pol¨ªtico. No es que un juez no pueda transformarse en un buen pol¨ªtico, pero nada puede ser peor que querer pasar de repente de ser bur¨®crata a actor de teatro.
Moro podr¨¢ probar a dar el salto a la pol¨ªtica pero para ello deber¨¢ antes hacer un aprendizaje. Aprender a ser moldeable, saber escuchar y reconocer sus errores y hasta sus pecados como juez. De ah¨ª el que hoy la gente se pregunte si el juez conocido por su rigidez y por sus sentencias sin apelaci¨®n y hasta parciales ser¨¢ capaz de repente de saber bucear en el mar complejo y enmara?ado de la pol¨ªtica que supone mucho di¨¢logo, mucho acercamiento al dolor y a la alegr¨ªa de la gente y una dosis infinita de saber escuchar.
Cuando Lula confes¨® que ¨¦l es una ¡°metamorfosis ambulante¡± en realidad estaba apoyando una forma cl¨¢sica de hacer pol¨ªtica que es el saber amoldarse a la realidad del momento, ya que la vida nunca es est¨¢tica. Como dec¨ªan los sabios griegos ¡°todo se mueve, nada est¨¢ parado¡±. Si la justicia es m¨¢s bien est¨¢tica, la pol¨ªtica es movimiento y necesita saber caminar al paso de la gente y de sus necesidades m¨¢s urgentes.
?Sabr¨¢ el hasta ayer r¨ªgido juez Moro aprender de repente que ser pol¨ªtico supone saber perdonar m¨¢s que condenar? Esa es la gran inc¨®gnita que agita en este momento la pol¨ªtica brasile?a con sus aguas envenenadas por su presidente que nunca entendi¨® que hacer pol¨ªtica es algo m¨¢s importante y complejo que ir por el mundo avergonzando a Brasil y negando la evidencia de la realidad. Una realidad dram¨¢tica como la de la nueva pobreza, reflejada simb¨®licamente en el ni?o de 9 a?os que hace solo unos d¨ªas cay¨® al suelo desmayado de hambre en una escuela de Brasilia. Su madre, desempleada, confes¨® que solo a veces consigue dar a sus hijos un poco de frijoles con arroz. Llegan as¨ª a la escuela tras horas de viaje sin comer. Un ni?o que en una escuela p¨²blica se desmaya de hambre es la condena m¨¢s grave de un pa¨ªs rico donde ya m¨¢s de 30 millones de personas sufren de deficiencia alimentar. Un pa¨ªs donde el 10% acumula el 90% de toda la riqueza del pa¨ªs.
Ser capaces de quebrar esa injusticia es hacer pol¨ªtica de verdad. Todo el resto es hipocres¨ªa. El juez Moro que promete, si gana las elecciones, crear un nuevo Brasil m¨¢s justo y solidario, debe saber que eso no es tan f¨¢cil como firmar una sentencia judicial. Para empezar su nueva aventura pol¨ªtica, el exjuez ha acudido a una foniatra para mejorar su voz. Lo que, sin embargo, necesita un pol¨ªtico m¨¢s que pronunciar bien las palabras es saber escuchar las voces o los silencios doloridos de los que pasan necesidad. Necesita m¨¢s que tener voz de actor, saber auscultar los latidos del coraz¨®n de los que sufren soledad y abandono por parte del poder.
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