La tanqueta se queda en C¨¢diz
Esta ciudad tiene memoria. Y recordar¨¢ qui¨¦n estuvo a su lado y qui¨¦n no en su lucha por las industrias de la bah¨ªa
Y Fernando Grande-Marlaska se queda tambi¨¦n. No se trata de que el BMR ¡ªas¨ª se llama el medio tanque medio tractor que los antidisturbios sacaron a las calles de C¨¢diz¡ª se haya hundido en las arenas de la playa de Cortadura ni que el ministro del Interior est¨¦ a punto de comprarse una torre-mirador junto a la Alameda Apodaca para ver los barcos venir. Me refiero a otra cosa, y aqu¨ª va una pista. Esta ciudad ¡ªles escribo desde C¨¢diz¡ª tiene algo de lo que carecen muchas otras y me atrever¨ªa a decir que el resto del pa¨ªs. ?Una playa infinita? ?Los atardeceres en La Caleta? ?Una caballa con piri?aca en la calle de La Palma? Eso tambi¨¦n, pero no van por ah¨ª los tiros. Esta ciudad tiene memoria. Buena memoria. Y como ya ha cumplido 3.000 a?os y no le faltan achaques, sabe que la mejor manera de recordar lo verdaderamente importante, ya sean hechos o sentimientos, es ponerle m¨²sica. Y letra.
As¨ª que cuando quiere recordar algo ¡ªpongamos por caso aquel oto?o de 1977 en el que se produjeron las primeras grandes movilizaciones del sector naval y la polic¨ªa tom¨® la ciudad a golpes¡ª, no tiene m¨¢s que tararear aquella copla: ¡°Y las gaditanas para responder / echaban claveles desde las ventanas, / pero con macetas para que fueran con rapidez./ Se volvi¨® a demostrar que en nuestra capital / cada vez que nos da la gana/ se tira si es necesario la casa por la ventana¡±. Hasta neveras volaron fachada abajo para impedir el paso de la Polic¨ªa, lo que no es muy aconsejable ¡ªtampoco las piedras de estos d¨ªas¡ª, aunque result¨® eficaz. Era 1977, los diputados de la democracia reci¨¦n estrenada acababan de jurar sus cargos y el astillero no se cerr¨®. C¨¢diz sigui¨® viviendo con su mala salud de hierro, resisti¨¦ndose con u?as y dientes a que la bah¨ªa que la une con Puerto Real y San Fernando pierda su mano de obra industrial y se convierta en un nuevo Benidorm.
As¨ª que, les contaba, los habitantes de esta ciudad tienen la costumbre de leer cada d¨ªa los peri¨®dicos ¡ªy ahora Twitter, que es m¨¢s barato y adem¨¢s permite escribir barbaridades en los m¨¢rgenes¡ª de forma concienzuda, descartando lo accesorio y qued¨¢ndose con lo importante. Aquello que sucedi¨® en 1977 se hizo letra en el Carnaval de 1978, y pas¨® de padres a hijos, y por la misma regla de tres, la tanqueta rid¨ªcula y esa man¨ªa de los ministros del Interior de resolverlo todo a mamporros ya est¨¢ buscando m¨²sica para triunfar en el Carnaval del a?o que viene y fijarse as¨ª en la memoria. Lo aventuraba el tuitero Jes¨²s Pozo ¡ª¡°Ya llegar¨¢n los carnavales y os vais a enterar. La letra siempre vence a la porra y tambi¨¦n a las tanquetas, siempre¡±¡ª mientras otros reproduc¨ªan a toda pastilla las im¨¢genes de una mujer que se enfrent¨® a los antidisturbios a cuerpo gentil, o las palabras del alcalde meg¨¢fono en mano.
Ya llegar¨¢n los carnavales y os vais a enterar.
— Jes¨²s Pozo (@jess_pozo) November 23, 2021
La letra siempre vence a la porra y tambi¨¦n a las tanquetas, siempre. pic.twitter.com/vV1WohRMAT
C¨¢diz no olvida. No olvidar¨¢, por ejemplo, qui¨¦n estuvo y qui¨¦n no. No se vio a muchos diputados por aqu¨ª, ni de izquierdas ni de derechas. S¨ª apareci¨® Teresa Rodr¨ªguez. Lleg¨® a la manifestaci¨®n del martes temprano y sola, sin esa corte que llevan ahora los pol¨ªticos. Habl¨® con todo el que se acerc¨®, respondi¨® a las preguntas que le hicieron, y ofreci¨® adem¨¢s contexto a quienes, llegados de Sevilla o de Madrid, buscaban qu¨¦ hay detr¨¢s de esas piedras cargadas de rabia y prisa. Porque una huelga cuesta dinero, sobre todo en una econom¨ªa de esta guerra de la precariedad que en C¨¢diz no da tregua. ¡°70 euros por d¨ªa, 350 por semana en un sueldo de 1.200¡±, calcula el tuit de @RaulSolisEU.
As¨ª que, si tienen mala memoria y quieren recordar la historia de este pa¨ªs, vengan a C¨¢diz, pero no solamente en verano ni hablen ¨²nicamente con los camareros. Aqu¨ª se hace el caz¨®n en adobo divinamente, pero tambi¨¦n los mejores aviones y los barcos m¨¢s modernos. Descubrir¨¢n que C¨¢diz se resiste a ser para Espa?a lo que Espa?a es para Alemania.
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