Guaid¨® y la voz de Madrid
El desolador resultado de las elecciones regionales que acaba de ganar la abstenci¨®n tampoco parece inquietar al l¨ªder opositor
Luego de tres a?os predicando insurrecciones, invasiones y apaciguamientos estrat¨¦gicos en formato Instagram, hoy sabemos que Juan Guaid¨® no tiene lo que la tribu de Viena llama ¡°supery¨®¡±.
Fue Vladimir Nabokov quien bautiz¨® as¨ª a los psicoanalistas de cepa freudiana. Lo aclaro para no contribuir m¨¢s a la confusi¨®n que de suyo depara el seguimiento de los vaivenes de la oposici¨®n venezolana.
Dec¨ªa, pues, que Guaid¨® no tiene supery¨® que lo contenga y le d¨¦ tiempo de examinar y cuestionar los mensajes que env¨ªa el tel¨¦pata del retiro: Guaid¨® es vocer¨ªa pura, automatismo fonador de Leopoldo L¨®pez. Al menos lo ha sido durante esta ¨²ltima temporada que los bi¨®grafos del m¨¢ximo l¨ªder de Voluntad Popular podr¨¢n, ciertamente, llamar ¡°los a?os de Madrid¡±.
No se piense, sin embargo, que la funci¨®n de Guaid¨® se limita a propagar maquinalmente los abracadabras del Ungido. Parte importante de su trabajo consiste en soportar y procesar reacciones adversas en tiempo real y, desde luego, improvisar respuestas al bote pronto, a la velocidad de Twitter. Sin abusar de la privanza en que lo tiene su mentor, claro.
Sin tomarse libertades, sin poner inconsultamente palabras en boca del jefe, cultivando el tono cauto, las f¨®rmulas proverbiales y prof¨¦ticas de los pol¨ªticos latinoamericanos cuando quieren pasar por estadistas.
Esto ¨²ltimo es sumamente retador porque ninguna visita guiada a la Casa Blanca, y menos si el cicerone es Donald Trump, puede suplir el don oratorio que, en tiempos ya idos, era la ciencia infusa de los grandes l¨ªderes en nuestra Am¨¦rica. En especial si te impone la restricci¨®n de decir todo lo esencial de lo que te hayan transmitido en el margen de tiempo que ofrece un clip de Tiktok.
Mucho m¨¢s dif¨ªcil a¨²n es hacer sonar juicios e instrucciones sobre las elecciones regionales ¨C es solo un ejemplo¡ªcomo si fuesen cosa tuya, servirlas con tus propias palabras, aunque solo dispongas de 120 vocablos de Basic Spanish que puedas llamar propiamente tuyos.
Para ser justos, el trabajo de hablar en nombre de la causa que Guaid¨® abandera y de la que ha sido palad¨ªn medi¨¢tico durante casi tantos a?os ya como dura la pandemia, ser¨ªa m¨¢s abordable si el presidente interino supiese a ciencia cierta de qu¨¦ va la causa que abandera.
?De qu¨¦ se trata todo esto, c¨®mo rayos pasamos de una florescencia de cabildos en cada plaza de Venezuela a un concierto de rock en C¨²cuta a una espectral invasi¨®n de mercenarios a unas embusteras elecciones regionales?
El desfalco de la planta petroqu¨ªmica del Gobierno que encabeza Guaid¨® solo mereci¨® un galimat¨ªas exculpatorio y el desganado anuncio de una investigaci¨®n que a¨²n no ha arrojado responsables. Mejor no investigar nada, mejor no exponer la corrupci¨®n del Gobierno de Salvaci¨®n Nacional luego de las estremecedoras revelaciones que sobre el caso han hecho los portales Armando.Info y la Silla Vac¨ªa. El electorado podr¨ªa desencantarse.
El desolador resultado de las elecciones regionales que por paliza acaba de ganar la abstenci¨®n tampoco parece inquietar al Encargado. Toda su atenci¨®n y su esfuerzo comunicador se centra en lograr que nadie se distraiga al hacer el post mortem de la oposici¨®n ni se disipe en la futilidad de un refer¨¦ndum revocatorio contra Maduro.
Sus delegados ante la mesa de negociaciones de M¨¦xico no han podido ser m¨¢s desaprensivos con la suerte de trescientos presos pol¨ªticos, seis millones de desplazados y la orfandad absoluta en que nuestra poblaci¨®n ha padecido la pandemia. Su ¨²nica misi¨®n es pactar el adelanto de las presidenciales.
?A qu¨¦ esperar a 2024, argumenta Guaid¨®, si el a?o que viene podr¨ªamos elegir a Leopoldo L¨®pez presidente? ?No ser¨ªa eso la soluci¨®n a todos nuestros males? ?No ser¨ªa una dicha? ?Si tan solo la gente no fuese tan descre¨ªda, si tuviera siquiera un poquito de fe! ?Qu¨¦ desatino la antipol¨ªtica, qu¨¦ irresponsables y premodernos son los abstencionistas!
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